Capítulo 4

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Me daba pereza levantarme, pero no tenia de otra, me dirigí al baño, me lave la cara y los dientes y después me puse la ropa que llevaba desde que llegue allí, claro que estaba limpia gracias a que una joven muy linda llamada Petra me la lavo. Me dirigí hacia el despacho del sargento Rivaille, aun no me acostumbraba a decirle sargento.. Toque la puerta y no contesto nadie, así que entré. "¡Oye! No entres así, no es tu cuarto." Me advirtió mi conciencia.

"Muy tarde ya entre." Me auto respondí.

Como dije antes, no parecía haber nadie, hasi que decidi darme la vuelta e irme, y cuando di media vuelta para largarme, choque con lo que parecia un pecho masculino, levante la vista un poco y ví al sargento. Me miraba con una mirada de aburrimiento con los brazos cruzados y su ceño levemente fruncido.

-Sargento, su pecho huele muy bien, y es muy varonil.- Dije con una sonrisa pervertida y un tono de voz relajado.

El solo dejó escapar un suspiro de sus labios y fruncio aun más su ceño, en un movimiento rápido suyo, recibí un puñetazo no muy fuerte, pero tampoco suave en mi cabeza, esto parecía la típica escena de un dibujo animado, me toqué la parte de la cabeza golpeada y puse un puchero, pero en seguidaSonreí de nuevo. El solo puso su mirada de aburrimiento y me hiso ademán de que le acompañe.

-Vamos mocosa, ya se nos hace tarde.-Dijo caminando en frente mio.

Le seguí hasta un carruaje que era exageradamente elegante para ser parte de un campamento.-Algo extraño ya que solo los del muro Sina tenian cosas así.- Entre en el, seguida del sargento, que en esos momentos tenía un libro aparentemente viejo en sus manos. Le miré de reojo, pero el no parecio inmutarse, o mas bien no me presto Atencion. Me quede callada mirándolo sentado delante mio con una cara abobada.

-¿Que miras?- Dijo con un tono despreocupado y frío.

-¿Que estas leyendo?-Respondi y pregunte.

-No te interesa, mocosa metiche.-Contesto.

Hay veces que me pregunto si de pequeño le obligaban a comerse limones,el es y era muy amargado, pero siguía y sigue siendo sexi. Me dió curiosidad saber lo que leía, sobretodo por que ese libro tenía que ser muy interesante como para que no me hiciese ni caso. "A mi, a la niña de todas las niñas." Pensé.

Gire mi cabeza hasta un punto en el que pude ver mas o menos bien el titulo del libro.

-Peter pan- Alcancé a leer.

Cuando estuvo apunto de zarpar el carruaje, aparecieron Hanji y Novara para despedirnos, seguía notando extraña a Hanji, pero estaba sonriente, así que pensé que quizá solo eran imaginaciones mías. Nos dimos un abrazo entre todas y Hanji se fué antes que Novara sin decir un adiós. Después de algunos minutos, Novara también se fué con lágrimas en sus ojos y una sonrisa de "Te acosare hasta en tus sueños." La verdad es que me sentia triste al dejarlas, pero si no lo hubiera echo, no podria haber cumplido mi promesa. El carruaje zarpo, y volvi a ese aburrido silencio, mire por la ventana y comence a observar paisaje, pero se me hiso repetitivo y aburrido, hasi que deje de mirar. "Se me ocurre una idea genial que seria fácil de llevar a cabo." Pensé entre bostezos. "De eso nada Chloe, no es apropiado." Aconsejo mi conciencia. Pero obviamente la ignore.

Me escabullí en silencio y me sente en el regazo del sargento,metiéndome entre sus brazos, y quedando así con el libro delante.

-Oye mocosa ¿Que haces?- Preguntó con el ceño fruncido y sujetando el libro.

-Leeme el cuento y no te molesto mas.- Afirmó.

-Como sea.-Respondió.

Solti un suspiro, y se puso a leer, "Realmente tiene una voz cautivotadora." Pensé. "Cautivadora...." Me corrigió mi propia conciencia.

Ataque a titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora