OO5

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El castaño río amargo en sus adentros por lo ridículo que se le hacía su actuar en esos instantes. Se escondía de forma disimulada del pequeño boca suelta, bueno, en lugar de esconderse trataba de evitarlo.

Creyó que había logrado salirse con la suya cuando se tiró en el pasto de aquel parque detrás de la facultad. Apoyo su espalda en una de las paredes y al instante ahogo un jadeó.

- Joder que idiota.- hizo una mueca de dolor. Topo su mejilla suavemente sintiendo el escosor que lo invadió al instante.- no le basto joderme la espalda y también tuvo que hacerme mierda la cara.

Cerró los ojos y tiro la cabeza hacia atrás tratando de dejar atrae el dolor en su cuerpo, se concentro profundamente en aquello que ni siquiera escucho las pisadas acercándose.

- ¿Jungkook?- el mencionado abrió los ojos y se tenso al escuchar esa voz. Cuando pudo verlo frente a el chasqueo la lengua, sin embargo, se vio a el mismo estando preocupado al visualizar los ojos del enano, cristalizados.

- ¿Por qué diablos estás llorando?- preguntó esperando una respuesta inmediata.

- Mira como tienes la cara.- sorbio la nariz mientras que llevaba cuidadosamente sus deditos al rostro contrario. Detuvo su acción y nego abriendo su mochila.

Jungkook miraba sus movimientos sin perderse uno solo, no tenía fuerzas para pelearle.

Con lágrimas bajando del pálido rostro del pequeño saco un mini botiquín de primeros auxilios de su amplia maleta.

Sin pensarlo o pedir permiso llevo el algodón con agua hacia su rostro magullado y empezó a limpiar las heridas.

Jungkook frunció el ceño sin decirle que ya lo había hecho esa misma mañana.

Después de unos minutos las manos del más alto se cansaron de sostener su cuerpo y se movieron por inercia, su espalda ardio tanto por la acción que lo hizo soltar un jadeó doloroso.

Jimin se alejo rápidamente creyendo que había sido el causante aunque descarto la idea cuando Jungkook siguió sosteniendo la misma expresión dolorosa. Sus curiosos ojos se desviaron hacia la espalda contraria.

- ¿Puedo ver?

Jungkook nego.- dejalo estar.

El más pequeño por primera vez acato una orden a la primera, no insistió y retomo su acción pasada, el contrario nuevamente no puso resistencia, en lugar de eso sus ojos se pasearon por el terso y pálido rostro del más bajo. Un rosa claro se expandía en sus mejillas levemente pecosas, así como también sus párpados y nariz, no obstante, el color rosa se intensificaba en sus labios húmedos.

Jeon no pudo evitar tragar grueso.

weird kid - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora