🚀 Houston 🚀

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— Houston, ya estamos en territorio lunar. Esperamos su siguiente indicación.

— Sungchan hyung, ya le dije que mi nombre es Jisung, no “jiuston”.

— Si si, lo que digas Houston. Ahora, ¿cuál es nuestro siguiente movimiento?

— Tienen que bajar y observar si hay alguna señal de vida “extraterriestre”.

— De acuerdo, aquí vamos.

La compuerta de la gran nave espacial Resonance hizo un leve y mecánico sonido al empezar a bajar lentamente. Mientras caía, detrás de esta fueron apareciendo dos pequeñas siluetas que posaban heroicamente mientras esperaban que la gran puerta de metal terminará de bajar. De un saltito los dos pequeños niños pisaron la luna con sus pesadas botas, que eran parte de sus asombrosos y brillantes trajes de astronautas. El del mayor, de tan solo 7 años, siendo de un azul tan claro que casi parecía blanco, y el del menor, con solo 5 años, de color morado también siendo casi blanco.

— Este es un pequeño paso para Sungchannie. Pero un gran paso para Shotaro hyung. —empieza el menor mientras daba un pasito muy lentamente, casi de manera teatral, para después voltearse hacia su mayor con una sonrisa traviesa y tomar su manita jalando un poco para que esté diera un paso y se posicionara a su lado—. ¿Entiende? Porque usted está más chiquito y sus piernas son más cortitas. —explico haciendo la demostración con sus manos de lo cortas que eran las piernitas de su mayor.

— ¡Mis piernas no son cortitas! Son del perfecto tamaño para mi cuerpo —el mayor se cruzo de brazos mientras hacia una mueca que parecía ser de molestia, pero que lo hacía ver tan adorable que era imposible no querer darle un abrazo. Y eso fue exactamente lo que hizo Sungchan, tomando entre sus brazos a su mayor y apretándolo como si fuera un osito de peluche. Ignoro completamente las quejas del niño entre sus brazos cuando escucho como un extraño sonido provenía de sus trajes espaciales.

— Hyungs, ¿ya encontraron vida “extraterriestre”?

— Se dice extraterrestre, Jisunggie.

— ¡YAH Zhong Chenle! No te metas en nuestra importante misión.

— Estamos a punto de empezar, Houston.

— Su nombre es Jisung, Sungchan bobo.

Después de eso la comunicación se cortó, así que era momento de empezar. Los dos pequeños niños fijaron su vista en el oscuro paisaje que se encontraba frente a ellos. Un paisaje frío y tenebroso que podría aterrar hasta al más fuerte de los adultos. Excepto a aquellos dos valientes y fuertes astronautas, que estaban listos para cumplir su deber. Justo antes de avanzar hacia el oscuro territorio, Shotaro salió corriendo de vuelta a la nave mientras dejaba salir un pequeño "espera, falta alguien" que el menor apenas si llego a escuchar. El mayor regreso segundos después con su peluche de Rito en brazos, el pequeño canguro portando un traje de astronauta del mismo color que el de su dueño.

— Ahora si estamos completos. —Shotaro tomo la mano del menor mientras que del otro lado sostenía fuertemente a Rito. Y así fue como los dos pequeños astronautas y su fiel compañero canguro empezaron su misión en la luna.

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Después de estar caminando por lo que parecía una eternidad (pero fueron en realidad 2 minutos), los pequeños escucharon un sospechoso ruido viniendo de un gigantesco cráter lunar. Ambos se acercaron, algo temerosos, pero fingiendo que no tenían miedo alguno porque no querían asustar al otro. Al quedar justo al lado del cráter se inclinaron para ver en su interior. Pudieron observar una gran cantidad de un raro líquido amarillo. Se inclinaron lo más que pudieron hacia la distancia desconocida para intentar adivinar que era. Y tal vez Sungchan se inclino un poco de más, porque de un segundo a otro estaba dentro del gran cráter que tenía parecido con una piscina y cubierto de pies a cabeza de aquel liquido pegajoso.

𝑷𝒍𝒂𝒚𝒕𝒊𝒎𝒆;; 𝑵𝑪𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora