¿Dónde está Shotaro?

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Han pasado 3 días desde que Sungchan no ve a Shotaro. El primer día lo estuvo esperando durante toda la hora de juego, creyendo fielmente de que aparecería en cualquier momento. El segundo día Sungchan estuvo casi todo el día con los enfermeros porque le estaban haciendo su revisión de rutina, pudo ver que estaban más animados de lo normal, ¿cómo podían estar animados si estaban enterados que Sungchan no sabía dónde estaba su mejor amigo? Ese día estuvo libre a la hora de juego, así que repitió el mismo procedimiento del día anterior. Esperar sentado junto a la puerta a que su hyung llegará con su sonrisa de ojos cerrados de siempre. Su espera no dio resultados ese día.

Al tercer día sus padres lo visitaron más tarde de lo que usualmente hacían. Ellos solían llegar en la mañana porque en la tarde debían trabajar. Ese día lo visitaron durante toda la tarde, impidiendo que pudiera ir al salón de juegos. Amaba cuando sus padres lo iban a visitar más tiempo de lo normal, pero justo ese día tenía algo importante que hacer. ¿Cómo se sentiría su hyung si llega al salón y no ve a Sungchan esperándolo?

Sus padres estaban extrañamente más felices de lo usual. Sus sonrisas llegaban a sus ojos, no como veces anteriores, donde Sungchan sabía que solo sonreían para no preocuparlo.

— Cariño, hablamos con los doctores y dijeron que ya podías ir a casa con nosotros otra vez —ver a su madre feliz era algo que le encantaba al menor, pero está vez no parecía compartir su felicidad.

— ¿Qué?

— Bueno, todavía tienes que estar un par de días para estar seguros. Pero a es casi definitivo, el viernes te vas a casa. —su padre posó una de sus gigantes manos en su cabeza, actuando con cariño, también con una brillante sonrisa en su rostro.

— Pero no quiero irme. —la sorpresa fue evidente en sus padres, pero era cierto, no se quería ir. Por lo menos no ahora que su amigo podría llegar en cualquier momento y necesitaba que el lo recibiera con un abrazo—. Tengo que esperar a Shotaro hyung primero.

Sungchan no pudo descifrar que era la mirada que sus padres le dedicaron en ese momento, pero lo ignoro rápidamente. El no se podía ir. El debía saber que su hyung estaba bien.

Sus padres sabían que el no descansaría hasta saber del paradero de su amigo, así que hablaron con los enfermeros y padres de Shotaro para que su hijo pudiera visitarlo. Después de para lo que Sungchan fueron como 10 horas, pero en realidad sólo fue una, sus padres volvieron a entrar a la habitación con una incompleta sonrisa en sus labios.

— Podrás ver a Shotaro mañana. —el niño no pudo disimular su emoción al escuchar a su madre. Sus ojitos brillaban como estrellas y casi empieza a saltar en la cama—. Pero será solo durante un corto tiempo y debes mantenerte calmado. Shotaro está muy débil y no le hará bien estar agitado ¿entiendes, cariño? —el infante aceptaría cualquier condición con tal de poder ver a su hyung. Tal vez no era lo que tenía planeado, pero al menor no le importaba si tenía que estar solamente sentado durante una hora en una silla sin poder hablar. Podría asegurarse de que su mejor amigo estaba bien y eso era lo importante.

(...)

Al día siguiente sus padres estaban en su habitación a la misma hora de siempre, observando a su pequeño hijo casi que saltar de la cama por la emoción.

Sungchan salió de la habitación junto a sus padres y este lo acompañaron hasta quedar parados al frente de las blancas puertas dobles, donde la señorita Yang esperaba por el.

— Usualmente no podemos dejar que más personas de lo necesario entren aquí, pero hoy haremos una pequeñísima excepción. Así que debes portarte bien, pequeño. —la enfermera se había arodillado al lado del niño, que no podía dejar de moverse en su lugar por la emoción que sentía. Con una sonrisa brillante asintió hacia la señorita Yang y después acepto la mano que la adulta le había ofrecido para que se tomará a ella.

𝑷𝒍𝒂𝒚𝒕𝒊𝒎𝒆;; 𝑵𝑪𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora