MINE [ OMEGAVERSE LUMITY ]

CAPÍTULO 2 - NOVEDAD

La alarma comenzó a sonar sin parar, la alfa despertó cuán rayo y casi aplasta por completo el reloj con la finalidad de apagarlo, estaba totalmente entusiasmada que por equivocación no notó que había puesto el despertador una hora antes de la que debía ser. Rápidamente y llena de energía se estiró unos segundos para después ir corriendo al baño a tomar una buena ducha matutina, mientras tiraba las prendas en una esquina se iba desnudando; el cuerpo de Luz en sí no era tan fornido pero si tenía marcado el abdomen y sus músculos definidos, poseía largas piernas y el cabello con un corte singular, un flequillo que se repartía en mayor longitud a los costados en donde irían las orejas y a partir del área de la nuca con cabello corto. Enjabonándose por completo y cantando al mismo tiempo procedió a enjuagarse, abrió las cortinas del baño y poco a poco el vapor de la regadera cubría el techo. Finalizado el proceso de limpieza bucal de igual forma, tomó la toalla y secadora para así poder al fin vestirse. El usual conjunto de Luz consistía en unos jeans rasgados color negro, una playera blanca con lineas moradas horizontales y encima de esta una suéter cardigan de color verde militar, sus tenis blancos y por supuesto su tan característico gorro morado. Antes de despedirse de su reflejo, se lanzó un beso hacia sí misma acompañado de un guiño egocéntrico.

Bajó las escaleras saltándose un escalón a cada paso, se preparó unas tostadas a las que untó un plasma baboso de color morado y claro, un vaso de leche de chupacabras. Mientras masticaba notó que Eda le había dejado las llaves en el centro de la mesa del comedor, al lado del llavero también se encontraba una cartera la cual estaba lleno de billetes de caracoles, tenía la foto familiar de portada y en uno de los compartimentos tenía modernas tarjetas de magia virtual, aquellas también llamadas "magia de bolsillo" pues eran bastantes portátiles, consistía en una pequeña tarjeta con su presentación y de contraportada venía el hechizo, cada que deslizabas el pulgar invocabas lo que sea que posea la tarjeta, en este caso; condones. Luz con un leve sonrojo y gesto de "¿Por qué está esto aquí?" , decidió guardarlo de nuevo en los bolsillos. Tomó las llaves también, la mochila en la que previamente había guardado sus libros y el báculo mágico.

Al momento de salir notó que aún el cielo estaba algo oscuro, lo cuál se le hizo raro pero a la vez interesante, supuso que así eran las mañanas y que era normal, Hooty seguía roncando por lo que trató de no hacer ruido para no despertarle, le dio unas ligeras palmaditas al rostro de Owlbert para que despierte y extendiera sus alas, se subió a él y comenzó el viaje automáticamente a Hexside. Maravillada con la vista aérea y las criaturas que veía en el cielo decidió sacar su móvil y tomar fotos durante el camino. Ya a pocos metros de la escuela, Owlbert parecía no estar del todo despierto por lo que su velocidad fue descendiendo lentamente, la morena estaba prácticamente dándole la espalda a la dirección en la que volaba, confiada ciegamente de su pequeño familiar, el búho ya estaba quedándose sin energías e iba cerrando los ojos sin darse cuenta, Luz de la nada sintió que la altitud iba disminuyendo, comenzó a caer de espaldas hacia el suelo, no tuvo tiempo siquiera de teletransportarse, Owlbert la había agarrado totalmente desprevenida. La alfa cayó encima de alguien que misteriosamente también había llegado más temprano el primer día. Una omega de media coleta peliverde con las raíces marrones, piel pálida, ojos dorados y con apariencia de pocos amigos. Amity estaba con el rostro en el suelo, sentía un peso sobre ella lo cual le era irritable ya que no podía moverse.

Amity: ¡Maldición! ¡¿Tú de dónde mierda saliste?! -dice aún sin ver a la alfa-

Luz: Eh, hola...

Prácticamente Luz estaba montada a la espalda de la omega, sujetándose con ambas manos al rededor de los brazos de la peliverde, en una posición algo comprometedora y nueva para la alfa, lo que hizo que se absortara algunos segundos en sus pensamientos y su cuerpo reaccionara sin querer. La omega quiso levantarse pero sólo logró mover su cadera hacia atrás, la alfa pesaba bastante, ya estaba molesta de por sí pero en cuánto sintió que un miembro no autorizado estaba haciendo roce finalmente estalló.