[T-E-R-M-I-N-A-D-A]
✔.Ella era mía
✔.Una historia cliché destinada a romper las reglas con su final
Algunas veces no importa el destino, algunas veces tú decides tu propio camino... Con la ayuda equivocada
Aquí no esperes a encontrar a la chica arra...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
29.
ANNE
La semana después del encuentro con Colt se hizo más... Corta, ni siquiera sabía en qué momento se había vuelto sábado por la mañana, pero aquí estaba, desayunando cupcakes de chocolate y tortillas con sirope de maple. Todo el mundo en casa parecía que a desaparecido, no es como si fuese nuevo, he de decir que mi padre no regresó desde la última pelea, mi madre tiene turno y Rachel... Rachel no tengo idea de donde está; raro considerando que ayer, cuando hablamos no me mencionó que saldría a ningún lado
—¡Bueno! Estoy sola— la ventaja era que podía comer todos los cupcakes que deseara sin que nadie se opusiera
Gruño con fastidio cuando el timbre interrumpe mis pensamientos así que me levanto de mala gana por dejar mi desayuno a medias y voy a abrir. Tras la puerta se encuentra un repartidor con una sonrisa forzada
—¿Anne Collier y Rachel Holt?— asentí
—Sí
—Tengo un paquete de parte de Logan Frederick— me extiende un recibo para que lo firme, le doy una sonrisa de agradecimiento aceptándolo y seguido firmo donde me indica —. Gracias señorita, enseguida se lo entrego— da media vuelta y se encamina hasta su furgoneta
De ella saca dos cajas grandes apiladas color blanco y tapadera rosa pastel con un listón de un rosa pálido que anudaba cada una, y dos cajas más pequeñas sobre ella, estas de color beige con el mismo listón de las otras cajas
—Gracias— le digo cuando me las da, él asiente volviendo a marcharse. Entro a casa cerrando la puerta como pude, las cajas no pesaban nada por lo que supe enseguida que eran los vestidos que Logan había comprado para nosotras —. Dónde las llevo, dónde las llevo— repito en voz alta, al final decido que mi habitación es la mejor opción y justo cuando iba a subir el primer peldaño la puerta es abierta abruptamente sacándome un grito junto con un susto de muerte
—¿Te asusté? Lo siento, cariño— se disculpa mamá, trae su típico uniforme de enfermera y se ve agotadísima, niego con la cabeza con una sonrisa que me devuelve —. ¿Son esos los vestidos?— pregunta con curiosidad
—Sí... O eso creo— respondí mirando a las cajas
—Espérame, te ayudo— llegó hasta mí y me quitó las cuatro cajas, puse los ojos en blanco discretamente
—Mamá, ni siquiera pesan— me quejé y le quité las cajas de lo que asumo eran los zapatos
—Mejor vamos a tu habitación, ¿y Rachel?— alzo los hombros
—No me dijo que saldría
—¿Esperarás a abrirlos con ella?— asiento —. Bien y Ann, cariño me gustaría hablar contigo sobre...— sus labios se hicieron una fina línea —hija, ¿cuándo pensabas decirme que rechazarte la beca que tanto deseabas?— me congelé en mi lugar —¿y bien Anne Lillian Collier?
