6.
COLT
Acaricio mi rosada mejilla, debo admitir que no me duele, más bien dolió mucho más la mirada de rechazo que Anne me dedicó antes de marcharse. Sé que Rachel tiene razón y soy un jodido imbécil además de ser prácticamente todo lo que me gritó. Yo ya no puedo retroceder el tiempo, puedo arreglar lo que hice, pero solo si me deja hacerlo, Collier es mía, siempre lo será, no me importa que Frederick esté colado de ella
Si antes lo dudaba ahora estoy seguro de que Logan está enamorado de Anne, pero yo también y no me importa apartarlo del camino, es más, eso es lo que haré
Logan Frederick, tienes los días contados
Yo nunca pierdo lo que quiero y lo que quiero es el corazón, el amor de esa chica dulce he inocente que conozco desde el instituto, desearía no haber cerrado los ojos cuando supe que la niña de rojizos cabellos tres años menor que mi curso me hizo latir igual he incluso todavía más rápido el corazón de como cuando jugaba fútbol americano
|Flashback|
—¡Colt!— volteé en dirección a Elijadh —. Imbécil, llevo alrededor de cinco minutos llamándote— bufó con molestia
—Qué rayos quieres, Pride, no estoy de humor para soportar estupideces— respondí igual de impaciente
—Parece que el señor Cárter está molesto— pinchó
—¿No tienes nada mejor que hacer, Elijadh?— gruní
Ese jodido día estaba especialmente molesto, no por mí, si no por Cole. Belén lo había traicionado no hacía mucho dejándolo en el altar, plantado, y sin uno de sus mejores amigos, Christopher. Debo admitir que eso sonaba estúpido considerando que Anderson solo tenía ojos para mi hermano mayor, además ella no era una chica interesada de poder o estatus, era humilde, buena he ingenua, de hecho con la única persona que contaba era con su hermana mayor, eran chicas aparentemente inofensivas, hasta casi etiquetaría a Belén como una mojigata santurrona y podría apostarle a eso al menos hace un par de días antes del maldito día donde decidió largarse sin dar explicaciones al igual que lo hizo Chris
Claro que las apariencias engañaban, lo sabía bien, a mis diecisiete años en mi vocabulario estaban bien definida esa palabra: mojigata. Significaba para mí, mentirosa hija de puta. Había hecho una excepción aceptando a la dulce Belén Anderson como prometida de mi hermano pero ¿qué gané al confiar en ella? Nada, absoluta y patéticamente nada más que entender a las malas que los supuestos amigos traicionaban y que las mujeres mientras más inocentes mostraban ser, en realidad eran más arpías calculadoras, unas malditas
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Quédate Conmigo© (Cuando Ella Era 1)✔
Novela Juvenil[T-E-R-M-I-N-A-D-A] ✔.Ella era mía ✔.Una historia cliché destinada a romper las reglas con su final Algunas veces no importa el destino, algunas veces tú decides tu propio camino... Con la ayuda equivocada Aquí no esperes a encontrar a la chica arra...