Un Nuevo Trabajo

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Light ya llevaba más de dos semanas buscando un trabajo, y a estas alturas donde los sobres del banco ya comenzaban a llenar su mesa, podría aceptar cualquiera, sin importar que le pidieran o tuviera que hacer. 

Ni siquiera sabía cómo había llegado a ese punto, tenía un buen empleo con un buen puesto, hasta que una pandemia azotó al planeta, dejándolo desempleado, y a lo que se refiere es que su puesto era de suma importancia así como indispensable, a pesar de ello lo corrieron. 

Y aunque tenía demasiada experiencia, en ningún lado lo contrataban, ¿Las razones? Nunca se las daban, le decían que lo llamarían y tales llamadas nunca llegaban, bien podría pedirles dinero a sus padres, pero no quería que le dieran el sermón de su vida, esa opción solo es en caso de suma emergencia. 

Hoy se encontraba en el centro comercial, a su parecer uno de los peores lugares para buscar empleo, los sueldos son mínimos y la carga de trabajo pesada, no había equilibrio en esos lugares, te trataban como esclavo y esperaban que fueras feliz con eso, aun así lo necesita y a estas alturas todo es bueno. 

Va de tienda en tienda, ignora por completo los de comida, oler todo el día a sushi o pollo no es algo que busca, tampoco se va por los de guardias, él conoce su complexión y sabe que no podría detener a alguien en caso de robo o algo por el estilo, y así es como llega a una tienda de ropa, ni siquiera puede pronunciar el nombre. 

"Une entité vous mangera

Desde la vitrina ve la ropa de diseñador que manejan, "Alexander McQueen", "Jimmy Choo", "Balenciaga", " Premiata", "Giavanto Rossi", "Vivetta", "Lemargo", y muchas más, él siempre ha sido un fan acérrimo de la moda, pero nunca se ha podido costear los precios tan exorbitantes que tienen esas hermosas telas, pero bien puede conformarse al convivir con ellas. 

Nota a una chica que él está seguro antes no estaba, entregando volantes, ofreciendo una vacante en la tienda, Light se acerca y ella al notar su presencia le regala una gran sonrisa. 

—Buenos días, mi nombre es Light. 

—Mucho gusto Light— Y ambos se estrechan la mano. 

—Disculpa, ¿De qué va la vacante? 

—En sí, es de empleado general, tendrás que hacer de todo un poco, pero si te puedo asegurar que el trabajo no es pesado. 

—Bien, me interesa, de hecho tengo mi currículum por aquí— Urga en su maletín pero la voz de la chica le detiene su búsqueda. 

—¿Cuándo podrías comenzar a trabajar? 

—Desde ya. 

—Bien, acompañame. 

Ambos entran a la tienda, las luces son tenues, hay una barra blanca con una caja registradora, enfrente de esta todos los maniquíes vestidos, y ya, muy simple y básica, lo que sí nota es la ausencia de otros empleados. 

—¿No tienen más trabajadores? 

—Como te he dicho anteriormente, el trabajo no es nada pesado, con solo una persona esta tienda puede funcionar. 

—Okey. 

Ella le da un recorrido por el lugar, le explica los precios, en cómo debe cobrar, a que horas abren y al igual que como cierran, Light hace notas mentales de cada cosa dicha, y sin más, ella se va de ahí, y eso le desconcierta un poco, ¿Quien deja su tienda, que de seguro ha de estar valuada en miles de dólares, con un extraño? No le pidió sus papeles, ni siquiera su apellido, se convence de que eso vendrá después y que ellos estaban desesperados por una persona. 

El día comienza a pasar, y ve a la gente pasar por la vitrina, nadie le presta atención al lugar, ni siquiera voltean, uno pensaría que al menos lo harían por curiosidad, pero nada, así que como eso pasa, nadie entra, y eso hace que el día sea súper aburrido, así hasta que la noche cae, y varios establecimientos comienzan a cerrar. 

Asume que también de hacerlo él, si aún faltan veinte minutos, pero seguro no se darán cuenta, apaga las luces, y se dirige a la salida, para darse cuenta de que está cerrada, no puede salir, y por más que forcejea, la puerta no cede. 

¿Ahora que debe hacer? La chica no le dio una llave ahora lo recuerda, ni su número para que lo saque de este aprieto, pensando en que hacer, va a la vitrina haciendo varias señas para que le ayuden, pero nadie le nota, golpea y nada, grita y nada, joder, ¿Porque nadie se da cuenta? Ni siquiera giran su mirada, es como si no existiera, ¡Genial! Ahora se quedaría toda la noche en un lugar desolado rodeado de maniquíes. 

Intenta volver a encender las luces, y queda en intento, estas ya no prenden, ¿Acaso tienen horario o que pedo? Derrotado, se queda en un rincón, donde al menos da un poco de luz, y así tiene una vista de todo, no es que sea miedoso, pero cualquiera en su situación, también temblaría. 

Ya siente que pasa una hora, y sus ojos ya comienzan a cerrarse, y entre parpadeos para quedarse despierto ve algo entre los maniquíes, es negro, mucho más que la noche, y se mueve de un lado a otro, se decide a que es mente jugando con el. 

Da un brinco al escuchar un maniquí cayendo, y así siguen varios más, ya no puede decir que solo fue una jugada de su mente, se abraza a sí mismo, temblando por lo que está viendo. 

Un maniquí que no había visto anteriormente, este es más pálido que los otros, y tiene cabellera, cuando se supone que no tienen que tenerla, su vestimenta no encaja, parece ropa de vagabundo, y lo que más le llama la atención son sus ojos, estos muestran vida, y puede sentir que lo están analizando. 

El pánico se apodera de él, al ver como esa cosa lo está saludando y le regala una sonrisa, tan asquerosa con sus dientes podridos, se hace bolita contra la esquina esperando que no le haga algo, cuando alza su mirada, ya no está, posa sus ojos por todos lados y no lo nota. 

Con toda la valentía que pudo reunir, se levanta corriendo a la puerta, y volviendo a forcejear con todas sus fuerzas, tanto que la cara se le puso roja. 

—Hola, Light. 

Siente una respiración detrás suyo, tan agitada como la de él, y con esas palabras le detiene el corazón, sabe que no debe voltear, porque si lo hace no habrá vuelta atrás, todo se vendrá abajo. 

Forcejea una vez más, y nota ya la puerta ceder y por fin abrirse un poco más, lo suficiente para sacar un brazo, pidiendo auxilio, y los guardias que están ahí, lo notan, los ve correr hacia él, pero esa cosa lo jala de nuevo para adentro, lo toma del cuello y se lo lleva entre los maniquíes. 

Los guardias que buscan que es lo que pasó, y a dónde se fue ese chico, ya que ahí no hay nada más que un hueco vacío entre locales, con sus linternas, notan a la pared desprendiendo un líquido espeso de color carmesí. 

🎃🎃🎃

Esta noche subiré el ultimo relato, y sera algo diferente a lo que he traído.

Por último, ¿Han tenido alguna experiencia paranormal? Yo hasta ahora sólo recuerdo que vi a las muñecas de porcelana moverse y desde ahí no puedo verlas, ahh y una vez cocine sopa y me salio un diente en ella, fue cuando comencé esta antología.

Gracias por leer 💖💖💖

 





Sin Temor No Habrá Diversión (Lawlight) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora