Asuka y shinji. Amar en tiempos dificiles

21. Te necesito por que te amo

Habían pasado ya seis meses desde los eventos que habían cambiado todo lo que Asuka y Shinji conocían. A lo largo de estos seis meses más y más personas habían emergido del mar de LCL. Sin embargo, no eran ni una fracción de las personas que habían entrado en el. La rutina diaria empezaba a resemblar un poco a lo que era antes del impacto.  Para Asuka y Shinji esto era prácticamente un nuevo comienzo, su relación era mucho mas cercana que antes. Al no haber escuela por la destrucción del tercer impacto, dedicaban su mañana a leer y en el caso de Shinji se dedicaba a tocar el cello. Últimamente Shinji se detenía a leer libros de autores alemanes, de cierto modo el lo veía como una forma de entender un poco mas la cultura de Asuka. Su favorito era Thomas Mann aunque al parecer a Asuka no le gustaba nada el autor, decía que eran libros para gente vieja. Hace un par de meses el agua corriente había regresado en algunos puntos de Tokio-3, lo siguiente que regreso fue la luz y apenas hace un par de días habían regresado los servicios de telefonía. A pesar de que se tenían el uno al otro, no podían evitar sentir un sentimiento de soledad. Ambos habían perdido amigos y no sabían a ciencia cierta si les quedara alguna familia. Ambos habían regresado al departamento de Misato, vivían ahí con la esperanza de que si alguno de sus seres queridos regresaba del mar de LCL supiera donde encontrarlos, pero hasta el momento ese esfuerzo había sido fútil.

La mañana era como cualquier otra, Shinji se había levantado temprano para ir por los suministros que el recién formado gobierno les estaba dando a los ciudadanos. No era la gran cosa pero por lo menos servía para mantenerlo a el como a Asuka alimentados. Estos suministros consistían en: Arroz, varias botellas de agua potable, harina, algunas verduras en conserva y en ocasiones algún tipo de carne, la cual variaba entre pescado o pollo y con menor frecuencia res o cerdo. Mientras Shinji recogía los suministros Asuka dormía largo y tendido. En un principio habían acordado turnarse para ir, pues el horario de reparto era a las 8:30 de la mañana. Sin embargo, si querían alcanzar buenos suministros se tenían que formar por lo menos dos horas antes. Con el tiempo la cantidad y calidad de los suministros dados por persona iba aumentando. Shinji estaba seguro que no pasaría mucho tiempo para que el gobierno empezara a hacer trabajar de nuevo a las personas para ganarse su sustento. Estas largas y aburridas filas provocaron que Asuka dejara de levantarse y  que Shinji tuviera que ir cada vez que necesitaran comida. Shinji no le reprocho nada, simplemente empezó a ir en su lugar.

Cuando Shinji subía los últimos escalones para llegar al estructuralmente dañado departamento noto como una mujer se tambaleaba y trataba de mantener el equilibrio en el pasillo. Le tomo un par de segundos, pero el pelo morado y esa ropa ajustada color negro era algo que Shinji reconocería hasta en sueños. Era Misato, la visión de la mujer era algo tan añorado por Shinji que no pudo contener soltar un par de lagrimas antes de poder reaccionar. Shinji noto que Misato se estaba tambaleando por el cansancio. Shinji lo sabia, el mismo lo había experimentado, tras salir del LCL el dolor en todo el cuerpo es tan terrible que cuesta trabajo intentar  levantarse. Era increíble que Misato llegara hasta ahí por su cuenta. Shinji corrió y se coloco por debajo de su hombro, ayudo a que Misato llegara al departamento. Shinji abrió la puerta del departamento y de manera instintiva le regreso el gesto que Misato le había hecho hace ya algunos años.

-Misato, estas en casa-

Asuka escucho del otro lado de la habitación la declaración de Shinji. Al pensar en que Misato por fin regresara la paralizo por un momento. Había tanto que le tenia que decir, tanto por lo que disculparse. Corrió hacia la puerta donde encontró a una cansada pero consciente Misato a la cual abrazo junto a Shinji. Las tres personas se unieron en un solo abrazo. Los tres habían sufrido a su manera pero ahora estaban juntos por primera vez en mucho tiempo. Estuvieron abrazados por un largo rato hasta que finalmente Misato habló:

- Chicos, me gustaría platicar con ustedes de muchas cosas. Pero nunca me había sentido tan cansada en mi vida, creo que podría dormir por una semana. Espero que no hayan usado mi cama como nido de amor y si lo hicieron, espero que tuvieran la decencia de lavar las sabanas-