18. Creer en lo que no existe

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Shinji caminaba de manera casi somnolienta alrededor de la ciudad, estaba apunto de amanecer, las luces de la ciudad se estaban apagando y el cielo se estaba tornando rojo. Los sucesos de las ultimas 24 horas resonaban en su cabeza, casi no se daba cuenta de que no había regresado al departamento, paso la noche caminando por la ciudad. Había pasado unas horas escuchando música abordo del tren. Cuando este cerro, simplemente se dirigió al parque donde había platicado con Kaworu con las ultimas semanas y durmió en una banca. Cuando despertó comenzó a caminar sin un rumbo fijo, sin embargo, ahora que se daba cuenta estaba a unas calles del hospital. Por primera vez en largas horas, se detuvo, se dio cuenta donde estaba y decidió ir al hospital.

Cuando entro a la habitación del hospital vio a la chica aun inconsciente. Habían retirado parte del equipo hace unos días, lo que al menos parecía indicar que la chica mejoraba. Sin embargo, para Shinji todo era igual, no estaba ahora, ahora que el la necesitaba como nunca. Shinji comenzó a llorar, le comenzó a hablar a Asuka, pero ahora su tono era distinto, era de total desesperación. Shinji necesitaba del cariño de la chica. El chico se había dado cuenta de una gran verdad, un mundo sin amor y sin la calidez de un corazón amado, es un mundo muerto. Shinji, sujeto el hombro de la chica y de manera desesperada la movía de un lado a otro. Mientras lloraba y la sacudía repetía una y otra vez - Asuka, despierta. Te necesito, no puedo vivir sin ti. Necesito que me hables, no me importa que cuando despiertes no me ames y me digas idiota. Te necesito a mi lado, te amo-

En ese momento, Asuka la cual estaba recostada de lado giró. Su vestimenta de hospital se desgarro, dejando sus pechos expuestos. En ese momento a Shinji lo invadió todo el deseo carnal que sentía hacia la chica. Sin embargo, justo cuando iba a sujetar uno de los senos de la chica una imagen atravesó su mente como un rayo, Asuka riendo a carcajadas después de que el chico se tropezara. Era cierto el necesitaba el calor de un ser humano, estaba desesperado por sentir la compañía de alguien, pero amaba demasiado a Asuka como para hacer aquello. Además, no podría vivir consigo mismo si lo hacia. Se contemplo por unos segundos y no pudo creer lo que casi hacía. Cubrió el torso de la chica con la cobija del hospital y se marcho hacia la sala de espera. Allí sentado en el sillón durmió. Tras largas horas de profundo sueño ni siquiera notó el ruido de un doctor corriendo hacia el pasillo donde se encontraba Asuka. 

Asuka acababa de despertar, sin embargo una luz estaba apuntando directamente hacia sus pupilas lo cual le impedía recuperar enteramente la visión, de pronto la sentaron y golpearon suavemente su rodilla. Lo primero que recuerda fue la voz de un joven doctor dictando notas a una enfermera:  << Los reflejos están correctos y no parece haber nada que indique secuelas de algún tipo. Se quedara en observación por hoy y mañana podrá regresar a casa. Dele pastillas para el dolor y enfermera por favor cámbiele las ropas a la paciente, no puedo creer que sean tan descuidadas>> En cuento Asuka recupero medianamente la consciencia hablo:

-Yo me puedo vestir sola- Dijo a la enfermera que estaba sacando una bata limpia de un cajón, posteriormente se volvió hacia el joven Doctor. A Asuka le llamo la atención lo joven que era, probablemente fuera un par de años mas joven que Misato, era de complexión media, lucia una barba de una semana y a Asuka no le pareció tan alto, su pelo era negro y sus ojos eran de un café almendrado que Asuka le pareció hermoso. Después de analizar al doctor por unos cuantos segundos le habló:

- Doctor ¿Cuánto tiempo llevo aquí?-

- Unas cuantas semanas. Nada del otro mundo, pronto estarás en casa-

 -Doctor ¿Nadie me vino a visitar?-

-Si hay un chico en la sala de espera, te vino a visitar. Aunque creo que no entro al cuarto hoy. Dicen las enfermeras que ha venido religiosamente desde que fuiste ingresada. Además, la mayor Katsuragi ha venido cada tercer día. Sin embargo, diario me manda preguntar por tu estado-

Asuka y shinji. Amar en tiempos dificilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora