Ups.

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¡Hola mi gente! Si, ya sé, ya sé, estoy aún con mi fic Minsung pero no me aguante publicar este jejje.

IMPORTANTE: Este libro es en el mismo mundo de mis fics de seventeen "Príncipe Vampiro" donde se trata el tema de la fuente de vida, acá hay un par de cosillas distintas pero tienen su explicación a lo largo.

Esperando que lo disfruten los dejo a la lectura 💛💛💛

-¿Joven YongBok? - Una anciana llama por su nombre.

-¿Cuál es el problema señora Park?

-Creo que tu corte de cabello no es apropiado, está muy largo- La vieja señora jala de sus mechones- Hablaré con tu padre.

-También yo señora Park, conversaré con él para que me diga su opinión - Él se despidió con educación de aquella mujer.

Estaba acostumbrado a esos comentarios, ser el hijo del pastor le ponía muchas responsabilidades y la gente que asistía a la iglesia pensaba que podía decidir u opinar sobre su vida pues sería él quien reemplace a su padre en el futuro.

Es por eso también que Felix, nombre que prefiere usar, hace ayuda social, cuida niños, acompaña ancianos y cualquier obra de caridad porque su padre dice que es una buena forma de estar en los ojos de Dios.

Él trata de recibir de la mejor manera los comentarios, como críticas constructivas más que como quejas u opiniones malignas.

Con una sonrisa termina de despedir a sus últimos visitantes.

A pesar de que podría perfectamente irse ahora él no lo hace, tiene la costumbre de quedarse a rezar y pedir perdón.

Su padre y su madre siempre le han dicho que debe pedirle perdón a Dios antes que a cualquier persona, que sus pecados sólo los juzgará Dios así que Felix lo hace cada día.

Porque él es un pecador, un mentiroso.

Desde niño siempre le dijo a sus padres que confiaba plenamente en Dios y su virtud pero no era así, toda la vida había dudado de Dios, de su existencia, su fé no era más que una sonrisa y saber el rosario de memoria por culpa.

Aún así muchas actitudes han quedado selladas en él.

Felix suspira agotado y apoya su cabeza en la banca frente a él.

Se percina una última vez antes de finalmente poder ir a casa a descansar y disfrutar de sus vacaciones de verano, gesto de su padre por sus buenos actos cristianos.

No es como si el pudiera ir a la playa o algo, en su ciudad no brilla mucho el sol como para lograr que sienta demasiado calor, y bueno, probablemente sus padres jamás se lo permitirían.

Ni siquiera sabe nadar.

Luego de asegurarse que todas las ventanas están cerradas sale de la iglesia y asegura la puerta con llave.

-Ayuda... - Se espanta hasta la médula cuando alguien se abalanza en él con tanta fuerza que su espalda choca con la puerta- Ayu...

-¡Dios mio! - Felix ayuda al chico a sostenerse como puede y con la mano que tiene libre trata de volver a usar la llave- Vamos a entrar a la iglesia y te ayudaré.

-¡No! - Exclamó él antes de quejarse del dolor- No entraré.

¿Qué le sucede a este hombre? Quiere ayuda pero no quiere entrar a la iglesia.

-Da igual, déjame morir aquí- Se resbaló de sus brazos hasta el suelo.

-¿Cómo dices? - De verdad el muchacho tenía que estar mal como para decir semejante cosa.

Cordero {Changlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora