Eterno.

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Cuando ChangBin abre los ojos el peso de sus días cae sobre él, otro nuevo día en esta vida eterna.

Las cortinas se abren con la llegada de la noche y él suspira porque ese día parecía ser de aquellos donde sus más de sesenta años le pesan demasiado.

Decide que será un día de trabajo, sus alumnos ya comenzaron a enviar sus proyectos de tesis y él podría querer adelantar algo.

Sin siquiera cambiarse de ropa entra en su computadora para revisar los correos y efectivamente ya le llegaron varios borradores.

Los chicos de hoy en día eran bastante creativos, a pesar de lo que muchos pensaban, si bien eran dados de la tecnología también lo eran de los cambios sociales, progresos educativos, buscaban igualdad, buscaban ser entendidos.

Y Changbin les daba todas esas libertades.

Quizás por el hecho de haber atravesado muchas épocas diferentes en la espera de que los jóvenes se den cuenta que hay cosas que cambiar.

Hay muchísimo talento entre ellos, solo falta que alguien esté ahí para entusiasmarles a seguir.

No se da cuenta en que momento llegaron a ser las una de la madrugada y él sin haber hecho más que leer, corregir y enviar cosas.

Suspira, odia cómo las horas pasan y él sigue igual.

Poniéndose de pie baja hasta la cocina, preguntándose si debería comer algo o simplemente seguir siendo nada.

Pero la puerta se abre.

-¡Llegué! - Una voz llena la casa- ¿Estás aquí? Oh, si, aquí estas. No sabes lo difícil que fue escaparme de la casa de Innie sin que sus padres vieran y todavía pasé a comprar comida.

ChangBin pasó de tener sesenta y ocho años a tener veinte nuevamente, su día pasó de aburrido y monótono a completamente brillante.

Felix estaba de vuelta en casa.

-Odié dormir en ese cuartucho, pero lo hago por mi amigo ¿sabes? De todas formas te extrañé y ¿ChangBin? ¿Estas escuchándome?

-¿Cómo? Ah, si, perdón mi cordero pero estaba distraído- Felix caminó hasta donde él estaba sentado en un banco alto y se acomodó entre sus piernas dándole un profundo beso.

Un beso que le recordaba que la vida ahora era de otra manera.

-¿Me dirás qué sucede?

-No es nada, solo pensaba que te extrañé demasiado- Lo abrazó por la cintura y pegó su cabeza al pecho del humano para oír su corazón.

-Solo me fui poco tiempo- Felix acarició su cabello- Pero también te extrañe, no hay como dormir contigo.

ChangBin no acostumbraba quejarse cuando Felix salía, quería que aproveche el sol y su humanidad lo máximo posible antes de convertirlo.

Porque si, ellos tenían un enlace en sus almas indestructible pero Felix seguía siendo humano por lo que podría enfermar, envejecer y morir. Chan ya había prometido convertirlo cuando ellos deseen pues una conversión sólo puede ocurrir su la hace un miembro de la realeza.

-¿Cómo crees que voy a lucir cuando sea un vampiro? - Felix preguntó cuando ya estaba comiendo lo que había traído.

-No lo sé, yo no cambié demasiado en realidad- ChangBin confesó- Antes tenía los dientes muy torcidos.

-¡Vaya! - Felix exageró su sorpresa- ¿No puedo saber que ocurrirá?

-No, de hecho, debes estar en un cuarto solo y oscuro para desarrollar bien tus sentidos, y los cambios físicos son aleatorios.

Cordero {Changlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora