Ja, Increíble

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ADVERTENCIA.
En este capítulo se hablara de Dios y la iglesia, espero si eres creyente que entiendas que esto es ficción y que puedas separar una cosa de la otra.

-¡Dios mio! - Grita Felix por la impresión.

-¡No metas a Dios en tus tonterías! - La voz de su padre con los llantos de su mamá le hicieron retroceder.

-¿Qué sucede? ¡No entiendo!

-No me grites mocoso- Su padre le dio un golpe en la cabeza- Mentiste.

Si había mentido ¿Pero era necesario todo esto? Él había cometido errores en el pasado y sus castigos no fueron la mitad de esto.

-Dijiste que ibas donde Lee MinHo ¡Pero me dijeron que te vieron subirte al auto con un hombre desconocido y salir del pueblo!

Felix abre los ojos todo lo que puede, alguien le había visto y fue a acusarlo.

-Padre yo...

-¡Padre nada! - Es callado de nuevo- ¡Ahora dicen que te acuestas con un hombre! Dame tu mano... ¡Ah! ¡Y tienes el descaro de seguir usando tu anillo de castidad!

-¡Mi único hijo! - Su madre lloró- Sin estar casado ¡Y con otro hombre! Esto debe ser obra de satanás.

-¡No me he acostado con nadie! - Se defendió- ¿Cómo puedes creerle a alguien antes que a mi?

-Quítate la ropa entonces, voy a verificarlo- Su padre le agarró del abrigo pero Felix se alejó de él- ¡YongBok!

-¿Te volviste loco?

-Para nada, mi hijo no puede ser una abominación que desea a los hombres y si es mentira debo comprobarlo.

Felix dio dos pasos atrás y se sorprendió de lo poco que sabía sobre sí mismo, es decir, lo sabía pero lo mantenía ahí atrás alejado, no lo vivía.

Era mentira que él se había acostado con algún hombre pero ¿Deseaba a los hombres? Cómo nunca antes hizo lo meditó, con sinceridad, y pues si, lo hacía.

Le gustaban los hombres.

No es como realmente alguna vez hubiera estado encantado con uno en especial, sólo los prefería por sobre las mujeres y al único que alguna vez dejó tocarle más allá de un apretón de manos serían JeongIn, y eso es iugh, MinHo, más iugh, y Seo ChangBin...

Y... Ay cielos.

-Maldito mocoso ¡Te irás de mi casa si resulta ser cierto! - Gritó su padre.

¿Lo estaba echando? ¿Sus padres no podían amarlo sea como sea que fuera? Solo por no gustar de las mujeres ellos lo iban a olvidar tan rápido... Sin pensarlo.

Algo dentro de su corazón de rompió, darse cuenta de que sus padres amaban más una religión y a un dios que jamás nunca habían visto antes que a su propio hijo.

-No me acosté con él padre- Felix se armó de valor- Pero quizás debí hacerlo.

-¡Eres un asco para nuestra familia! - Recibió golpes y cachetadas de las cuales logró huir- ¡Te vas de esta casa! ¡Vete y no vuelvas porque no eres nuestro hijo!

-Vamos a salir a pedir perdón a Dios, cuando volvamos no estés aquí- Su madre dijo con un tono más calmado pero aún hiriente.

Con lágrimas en los ojos Felix corrió a su cuarto, abrió la maleta más grande que tenía y lanzó dentro todo lo que era de importancia.

¡A la mierda los rosarios! ¡A la mierda la biblia! ¡A la mierda las cruces! ¡A la mierda todo eso que solo ocupaba espacio!

En cambio tomó con él los obsequios de sus amigos, su ropa favorita, sus zapatillas más cómodas, el peluche que tiene desde niño y todo otro montón de cosas que si tenían valor.

Cordero {Changlix}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora