Seidou Host Club | All x Sawamura

Capítulo 4

|Capítulo 4|

Capítulo 4: Terminando con el desafío.

— ¡¡Chris-senpai!! —la voz ardiente de Sawamura detuvo en seco el eco del piano. El hombre allí sentado podría haber lucido sorprendido, o impresionado por las amargas lágrimas que empañaban la cara del recién llegado, si no hubiera sido tan hueco con las emociones.

— ¿Sawamura? —se limitó a decir, monótono.

Para cuando Sawamura había llegado a la tercera sala de música y había comprobado que su senpai todavía estaba allí, una extraña mezcla entre alivio y frustración se arremolinó en su pecho como un quiste. Se preguntaba sinceramente por qué aún estaba allí cuando el resto de clubes ya habían terminado, cuando ya todo el mundo había regresado a su casa, cuando Seidou se había quedado tan solitario y silencioso... Pensó entonces que podría haber ido al hospital a hacer sus ejercicios de rehabilitación, aquellos que había sabido que eran los únicos que le hacían mantener la esperanza en un futuro con el béisbol. Sus ojos volvieron a picar, humedeciéndose más, mientras repasaba en su cabeza todos los secretos y el pasado de ese hombre ante él.

Ya simplemente no podía mirarlo a los ojos, ¡se sentía tan estúpido, maldición!

Es cierto que él siempre había sido conocido por ser impertinente y duramente impaciente cuando quería algo, pero aun así le parecía casi patética su actitud y fe nula en lo que Chris le había estado enseñando. Había sido confiado a Chris por sus senpais para poder mejorar como host y conseguirse un sitio en el equipo, ser parte de ellos. Y él, como un auténtico crío idiota, no había confiado en sus decisiones y lo había echado todo por la borda sin pararse a pensar en frío sobre ello. ¿Cómo esperaba crear allí su segunda familia, volverse completamente parte del equipo, si no había sido capaz de creer en ellos por algo así? Sentía como si la hubiera arruinado, pero sobre todo, como si hubiera decepcionado al resto. A Chris.

Y como él era de precipitarse, de hacer las cosas de sopetón y sin pensar, se arrastró hasta donde estaba el más mayor e hizo la mayor reverencia de su vida. 

— ¡Perdóname por mi grosería, por favor, soy un idiota! —gritó a los cuatro vientos, y seguido se tiró al suelo. La intensidad de su disculpa aumentó con su inclinación, y chocó la frente duramente contra el suelo, apretando los dientes.

Chris no reaccionó en absoluto. No parpadeó, no hizo una mueca, no se mostró asertivo ni descortés. Solo se mantuvo allí, mirándolo, con las manos apartadas de las teclas del piano. Sawamura tenía los puños cerrados golpeados contra el suelo, en impotencia y desconsuelo. — ¡Ruego tu perdón, por favor! —exclamó de nuevo, formal al extremo y mostrando el respeto que se le mostraría al mismísimo emperador, y sollozó cuando añadió, gritándole al suelo—. ¡Quiero que comencemos de nuevo, dame otra oportunidad, no te defraudaré!

Ante eso el otro chico por fin tuvo que hablar, con su tono de voz impecable y carente de disturbios. — ¿De qué estás hablando? —el más joven tuvo que aceptar que presentarse allí con sus demandas y sus perdones carecía de sentido sin una buena explicación. Se golpeó mentalmente por no ser nada inteligente.

Absorbió el aire por la boca como una aspiradora antes de comenzar a hablar, a tiros. — ¡Takashima-san me lo ha contado todo! Quién eras antes, tu forma de ser, tu amor por el béisbol... ¡Chris-senpai, no tenía ni idea de que lo amaras tanto como yo, es un alivio! Me ha contado sobre el accidente y tu lesión, y luego me ha comentado cómo te estás saltando tu rehabilitación solo para ayudarme con mi camino... Me he sentido tan tonto.., ¡más tonto que en toda mi vida! —soltó, y luego empezó a negar con la cabeza chocada en el suelo, apretando más los nudillos—. Solo quiero borrar estos tres días en los que no te he entendido y empezar de nuevo, ¡quiero que seas tú el que me guíe, shishou! —aquél último apelativo de "maestro" sí que logró un cambio en la máscara de Chris, quién levantó una ceja.