— Sirius cariño, tranquilo — Remus lo abrazó con amor, lo acunó entre sus brazos mientras el más joven soltaba algunos gimoteos.
— Tengo tantos nervios, estoy ansioso, feliz — bajó un poco el tono de su voz — y avergonzado — escondió su rostro en el mayor, mientras temblaba producto del llanto.
— ¿Por qué tienes vergüenza? ¿qué pasa? — Remus lo había tomado de las mejillas haciéndolo mirar, para así poder limpiar sus lágrimas con dulzura.
— Remus tú sabes quién soy y que fui, era un ladrón, un jodido drogadicto, hice tantas cosas que están mal — su labio comenzó a temblar mientras se aguantaba el llanto, pero finalmente no pudo ante la angustia que sentía, haciendo que a Remus se le partiera el corazón.
— Amor, fuiste un niño abandonado, dejado a su suerte. Tenías que sobrevivir — explicó el mayor, sin saber mucho que hacer o decir, sólo quería hacer entender a Sirius que él no tenía la culpa del todo — y lo importante es lo lograste, sobreviviste y ahora quieres ser alguien mejor — dio un besito en su frente — y muchos estamos aquí para apoyarte — Sirius se escondió nuevamente en su pecho intentando calmarse, Remus no hizo más que consolarlo en silencio, intentando reconfortarlo, pero sabía que sólo Sirius se podía calmar así mismo, y que no lo lograría mientras no viera a su hermano, mientras no se enfrentara a su pasado.
Un par de horas después Sirius despertó producto de las pesadillas, se encontró en su habitación, recordaba haberse dormido en el salón, así que de seguro Remus lo había llevado, no pudo evitar enternecerse ante al gesto, dando una sonrisita, a veces le gustaba imaginarse un futuro con Remus, se veía junto a él en un par de años, pero no quería asumir nada, tampoco se quería ilusionar, porque él no merecía a Remus, pero agradecía tenerlo como un muy buen amigo.
Se levantó, ya no podía dormir más, lo único que quería en ese momento era tomarse un té caliente, mientras pensaba, se sentía ansioso, lleno de miedos e inseguridades, lo único que ansiaba era volver a tener a su hermanita entre sus brazos, sentir su aroma, tocarla, lo que por tantos años había extrañado, pero temía que le recriminara algo, que se avergonzara de él.
Dio un respingo cuando sintió una cálida mano acariciando su espalda, reconfortándolo. Sirius soltó un suspiro, levantó la mirada y le dio una sonrisa a Remus, para luego extenderle una taza de té.
— ¿Ya no puedes dormir?
El muchacho negó con la cabeza, pero en sus ojos ya no había lágrimas. La calle después de todo lo había vuelto duro, sobreviviendo no tuvo tiempo de pensar por lo que pasaba, de compadecerse de sí mismo, de hacerlo hubiese terminado muerto en algún puente o por sobredosis, aunque no descarta que de eso último estuvo a punto de hacerlo, lamentablemente en más de una oportunidad.
Regulus se mordía las uñas una y otra vez, no dejaba de mover las piernas nervioso, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas una vez más. No podía creer que luego de tanto tiempo, de haberle rogado a su madre por su hermano, de llorarlo tantas noches imaginando los peores escenarios, al fin lo vería nuevamente, al fin sería abrazada por quien más amaba.
Sabía que estar feliz de la muerte de alguien no era sano, mucho menos si esa persona era su madre, pero ella lo estaba, sólo gracias a que la bruja había muerto, es que al fin pudo buscar a su hermano y gracias a algún milagro, él seguía vivo y al fin había dado con él.
— ¿Todo bien muchacho? — James preguntó preocupado mientras le extendía un vaso de agua, ya había escuchado toda la historia de Regulus y no negaba que entendía al mocoso por odiar a su madre, no podía creer que hubiese seres tan malvados, de botar a sus hijos a la misma calle.
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Encuentro Inesperado (Wolfstar)
FanfictionSirius un joven ladrón, necesita algo de dinero para pasar el día, pero nunca pensó que sería descubierto. Remus un policía retirado,encuentra a un mocoso robando y nada mejor que sacar provecho de él. Wolfstar con diferencia de edad. Historia leve...