Capítulo 5

3.3K 285 130
                                    

Remus iba maldiciendo mientras corría lo más rápido que podía, sinceramente, no se había dado cuenta en lo liviano que era el más joven. Para ese entonces, Sirius estaba inconsciente, murmurando cosas que no se le entendía, también se quejaba y no dejaba de toser, mientras una especie de llanto salía de su garganta.

Estaba realmente hirviendo, se sentía tan culpable, él lo vio enfermo y ni siquiera le importó, mucho menos se preocupó cuando tuvo que pasar horas en aquel infernal disfraz, realmente se había comportado como un asco.

Lo primero que hizo fue depositarlo sobre su sofá mientras dejaba la mochila que el muchacho siempre cargaba en una de las esquinas. Lo primero que hizo fue sacarle la ropa, ya que esta estaba absolutamente mojada.

Soló un fuerte bufido al ver el torso de Sirius, su pecho, su abdomen y su espalda tenían grandes hematomas, al igual que sus piernas, incluso pudo notar como algunas pisadas estaban patentemente marcadas. Se mordió los labios, no entendía que había pasado, pero le dolía verlo de esa forma.

Como pudo lo secó con cuidado, no quería causarle más dolor, luego lo llevó a su habitación mientras le ponía una de sus camisetas, para finalmente taparlo e ir por compresas frías y el termómetro.

Supo que la cosa estaba mal, cuando el termómetro marcó casi 40° Celsius. De inmediato tomó su móvil y llamó a uno de sus amigos, estaba seguro de que Snape estaría ahí lo antes posible. Mientras dejó un paño frío en la frente de Sirius, para ir a cambiarse sus ropas que también habían quedado mojadas.

— Con Aberforth estábamos por aquí cerca — explicó Snape mientras su novio saludaba a Remus con un apretón de manos. — Remus, me explicas — pidió el hombre mientras se acomodaba sus anteojos.

— Es mi compañero de trabajo — soltó algo inseguro — lo encontré muy enfermo y golpeado, no sé que ocurrió — terminó de explicar, mientras se notaba su preocupación en su voz.

— Está bien, llévame con él — pidió Snape mientras Aberforth tomaba asiento en el lugar que ya conocía, ellos eran viejos amigos, junto a Peter pasaron muchos momentos juntos, eran como una familia.

Snape quedó realmente preocupado, el muchacho no estaba bien, si seguía así necesitaría ser internado de urgencias. Primero probarían con tratamientos en casa, si no resultaba tendrían que ir al hospital más cercano.

— Muchas gracias, Aberforth — expresó Remus luego de que el muchacho hubiera ido a comprar todo lo que su novio había solicitado. El rubio sonrió divertido, había notado que ellos no eran simples compañeros de trabajo, estaba seguro de que había algo más, pero por ahora prefería no mencionarlo.

La pareja se despidió, mientras Snape exigía que lo mantuviera al tanto, y ante el mínimo cambio fueran de inmediato a urgencias.

Sirius había recibido un par de inyecciones, mientras una bolsa de suero junto a otros medicamentos había sido conectada a su brazo.

Remus se sentó cerca de él, sin dejar de mirarlo. Sirius se removía, seguía susurrando cosas, de vez en cuando eran sollozos los que escapaban de su boca, pero Remus casi se largó a llorar cuando el muchacho comenzó a pedir perdón una y otra vez, mientras su nombre se le escapaba en más de una oportunidad.

No se resistió a acariciar su rostro, mientras corría su cabello de la cara, se le quedó mirando, podía ver las señales de cansancio, el dolor. Con cuidado dio un suave besito en la mejilla, para luego ir por el termómetro, debía chequear como iba todo.

La noche prácticamente la pasó en vela, podía haber dormido, pero de solo pensar en que a Sirius le ocurriera algo mientras dormía lo aterraba. Se recostó a su lado, mirándolo, pensando en tantas cosas, por un lado, su cabeza era un desastre, pero a la vez sentía una paz que ni siquiera recordaba, era totalmente contradictorio, abrumador e interesante.

Encuentro Inesperado (Wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora