Cuando todo comenzó(2)

536 47 4
                                    

Estabas muy emocionada, tan alegre de poder estar con el peculiar doctor que quisiste abrazarlo, pero tuviste que resistir, pues él no era de los que abrazaban.

- ¿y dónde queda su oficina doctor? -sonreíste.

- sígueme. Y no pierdas el paso -contestó Stephen empezando a caminar sin esperar a que lo alcances.

Caminabas detrás de él, iba a toda prisa como si no quisiera que fueras a su lado.
Apenas llegaste a su oficina ya había una mujer escribiendo en una laptop mientras miraba unos papeles. Era rubia e iba vestida como una auténtica secretaria.

- tú, estás despedida -le dijo Stephen llamando su atención.

- ¿qué? -preguntó aquella, ahora, ex secretaria.

- no oíste, ella te reemplazará -te señaló a ti con desdén- tú, Megan...

- ___ -lo corregis con seriedad.

- como sea -rodó los ojos Stephen- tomarás su lugar, tráeme un café de la sala de descanso -totalmente anonadada miras a la mujer, luego a Stephen y finalmente salís dejándolos solos- ¿qué fue lo que acaba de pasar? -te preguntas a ti misma.

- pero -se levantó la rubia con confusión acercándose a su ex jefe- ¿por qué me despides?

- no es personal -respondió- sólo que ahora la necesito a ella

- Stephen -acarició su pecho con su dedo índice sensualmente- nosotros... tenemos historia, aquí, en tu apartamento... -la interrumpió.

- ¿no me digas que ahora te crees especial? -ríe Strange deteniendo la mano de la mujer- yo te dejé claro que solo era algo de una noche y accediste, no te quejes. Ahora, necesito que tomes todas tus cosas y te vayas, así la nueva chica se encarga de todo

- eres un... maldito manipulador Stephen -dijo la mujer soltándose del agarre y tomando su bolso para irse.

- Doctor Strange, para ti -respondió él dándole la espalda

- el karma se encargará de pagarte con la misma moneda...

- yo no creo en el carma -ríe sin mirarla- y no golpees la puerta al salir

A propósito cerró de un portazo, empezó a caminar a paso firme hasta que vio tu cabellera azul asomarse con la taza de café

- oye, tú -comentó llamando tu atención.

- ¿sí? -preguntaste volteando confundida.

- ten mucho cuidado con el arrogante Strange, en serio, no confíes en él -dijo y dio media vuelta dirigiéndose a la salida.

La miraste sumamente confundida y seguiste tu camino hasta llegar a la oficina, golpeaste hasta que oíste un pase, entraste con cuidado y le extendiste con una sonrisa la bebida caliente a Stephen, el cual parecía perdido en sus pensamientos.

- ya no lo quiero -dijo reaccionando- empieza a organizar esos documentos -miraste hacia la mesa donde se encontraba una pila repleta con carpetas- luego revisas la información de los pacientes que llaman para ser atendidos por mi, haces una lista, desde los que ayudarían a mi carrera si me involucro, a los tontos que ni merecen ser leídos por mí. Luego revisas mi correo electrónico profesional para saber si me llamaron para dar entrevistas ¿entendiste?

- creo -dijiste procesando todo.

- espero que sepas hacer algo, ya que despedí a alguien que hacía bien su trabajo para contratarte

- pero yo creí que... -te interrumpió.

- ¿qué edad tienes?

- 20 años -respondiste mirándolo. Él tenía 30 años.

- ¿en serio tienes 20? -no te creyó, pues a lo mucho te daba unos 16 o 17 años- deberías cambiar tu forma de vestir, la edad que tienes no cuadra con tu vestimenta, pareces una colegiala ingenua e inútil. Vístete mejor... En fin, empieza ahora, esto cuenta como tu descanso, ponte a trabajar -salió dando un portazo.

- vaya -dijiste al verlo irse- no sabía que sería tan exigente, pero igual es lindo -sonreíste y te fuiste a sentar en el escritorio para hacer todo lo que te había pedido- será un largo día -comentaste para ti misma suspirando pesadamente.

El karma es una perra(Stephen Strange)(Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora