Capítulo 2

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Miré mi reloj y ya era hora de salir para la casa de Rose, me despedí de Michael, uno de los que trabaja conmigo y salí de la tienda, llevaba unos panchos para compartir con ella, caminé muy animado de la mano de "Lemonade" de Don Toliver.

Caminaba feliz porque la vería, mientras caminaba recibí una llamada de mi padre.

-¡Henry! - gritó, que tuve que sacarme un auricular por lo sordo que me dejó.

-Padre - marqué nuevamente la línea entre él y yo.

-Me imagino que vendrás mañana, está todo preparado y no puede faltar el cumpleañero - habló bastante emocionado, cosa que no me cautivaba para nada.

-Si e iré con mi novia -y acá es donde comienza el problema.

-¿Shannon? ¿Volvieron? -juro que lo odio.

-No, ella no me interesa en lo absoluto, es otra chica, incluso más hermosa que ella - hablé muy seguro.

-Y a mí no me interesa ninguna otra chica que Shannon - tomé el celular y justo antes de cortar, escuché que volvió a hablar-, pero llévala, quiero conocerla siquiera. Pero sabes que yo quiero que te cases con Shannon - ya estaba llagando a la casa de Rose, entonces me despedí rápido de él.

- Allí estaremos padre, no me casaré con Shannon, debo dejarte estoy llegando a la casa de mi novia - y corté la llamada, me posicioné en el frente de la puerta y antes de golpear, abrieron la puerta y me dejó ver a mi belleza.

-Hola -dije un tanto tímido.

-Llegaste -y se tiró encima mío, la abracé con tantas ganas y enterré mi cara en su cuello-. ¡Tardaste mucho! ¡Pensé que te pasó algo! -seguimos en ese abrazó reconstructivo.

-Lo siento, venía hablando con mi padre y al parecer comencé a disminuir la velocidad -ella se separó de mí porque escuchó el carraspeó de su papá.

-Buenas tardes Adler -me habló el padre, tomé la mano de Rose y lo saludé.

-Buenas tardes señor McCoy -y ví al hermano bajar las escaleras.

-¡Adler, tanto tiempo hermano! - gritó desde las escaleras.

-Pasa mi amor -me habló Rose, la miré y la seguí tomado de la mano con ella.

-Traje esto para que probaras, es de mi trabajo -ella miró la bolsa inspeccionando.

-¡Gracias! ¡Deben de ser muy ricos! -ella tomó una botella de agua y dos vasos, luego me guío a su habitación. Menos mal nadie dijo absolutamente nada de que nos estábamos dirigiendo a su habitación-, ¿Qué tal estuvo tu día en el trabajo? -me preguntó, realmente estaba muy cansado, pero no quería demostrarle eso.

-Estuvo bastante atareado, pero bien ¿y tú? - pregunté tomando asiento la cama de ella.

-Bastante bien, pude completar muchos de mis apuntes, sólo me queda el de Morfología II y de Comunicación II -yo asentí a lo que me decía.

-¿Comemos? Traje cuatro, dos para ti y dos para mí -saque del empaque y menos mal había metido bastante servilletas de papel, también algunos aderezos.

-Me encanta que pienses en tu novia gorda -pare de moverme y la miré con muy mala cara.

-¿Qué diablos dices Rose? -ella bajó la mirada, me molestaba bastante que ella se sintiera gorda, cuando no lo es para nada.

-Lo siento, me es inevitable pensar en que estoy gorda, es que Adler, ¿nunca tuviste inseguridades? - seguí sacando los aderezos de la bolsa de papel.

Te Robé el Corazón (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora