Capítulo 4

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Me levanté, porque escuché mi celular sonar. No sabía ni dónde estaba, ni qué hora era. Ví que todo estaba a oscuras, y la habitación estaba muy caliente, el aire acondicionado estaba en calor, ya que el frío afuera estaba como para hacer cubitos de hielo. Pero era tanto el calor que me dolía la cabeza.

Me levanté a buscar mi celular y cuando lo encontré ví que era mi hermano el que estaba llamando.

—¡Maldito seas Adler! —me gritó cuando le contesté.

—¿Eh?... ¿Qué pasó? —me toqué la cabeza y me ardía, apenas podía abrir mis ojos, me sentía muy cansado, tomé el control y apagué el aire.

—¿¡Dónde diablos te metiste que no contestabas el teléfono!? —que mi hermano me grité hacía que peor me doliera la cabeza.

—Oye, baja la voz — hablé y él suspiró muy cansado.

—Con Rose no paramos de llamar a tu teléfono y pensamos que te pasó algo malo. ¡Estúpido! ¿¡Qué estabas haciendo!? —me volvió a gritar.

—Me dormí con el aire acondicionado prendido y no sé, fue como si me morí. No escuché para nada el teléfono —le conté tranquilo, pero el dolor de cabeza no se me pasaba, más el calor horrible que tenía.

—¡Dios! Casi me infarte idiota. Te cuento que se te está haciendo tarde para la fiesta, ya son las 08:39PM —cuando me dijo me sorprendí, me levanté corriendo al baño—. ¡Prepárate y ven ya! Yo mandé a un chófer a buscar a Rose, no te preocupes por eso. Pero se supone que tú debes estar primero que ella —mientras él me hablaba busqué mi bóxer y mi toalla.

—Si hermano, en 15 estoy —no me contestó, sólo me cortó. ¡Mierda! ¿Tan cansado estaba que me dormí al grado de perderme por completo?

Entré a bañarme, bastante rápido. Al salir me puse mi bóxer y con mis pantuflas caminé hasta la habitación, dónde se encontraba mi ropa. Tomé el pantalón, me lo puse, luego la camisa, mientras me miraba como me iba quedando. Luego la corbata, el chaleco, con éste luche un montón, ya que poseía muchos botones y por último mi saco y zapatos.

Me miré y me gustó lo que veía, nada más que estaba muy despeinado y muy sonrojado, todavía no se me desaparecía el dolor de cabeza, era insoportable.

Me peiné y tomé mi celular, las llaves del auto y de mi casa, cuando miré que no me faltaba nada salí, pero al salir el frío me chocó muy fuerte. Entonces entre a buscar mi abrigo más largo que era negro también. Ahí salí rumbo al auto, no había absolutamente nadie en la calle, ya que el frío te congela.

En la comodidad del auto maneje hasta la casa de mi padres, que quedaba un poco lejos, en las afueras de la Ciudad, en una gran mansión, con su “esposa” la cual nunca me dí el lujo de conocerla. También posee perros muy grandes, parecen mutantes, por lo gigantes que son.

Si tuviera todo ese dinero y esa casa, lo primero que le pidiria a Rose que viviera conmigo, le daría todo a ella. Pero sé que mi hermano no me dejaría hacerlo, porque una vez lo hice y me fue tan mal. Es por eso que desde ahí comenzó a cuidarme.

Lo bueno de todo esto es que al tener un gran vacío en mi corazón, nunca me metí en las drogas o en algún vicio en concreto. Agradezco eso, que siempre me preocupé por mi situación y me moví por encontrar un trabajo, por hacer lo mejor que puedo y poder cobrar esa recompensa. Sí me metí en lugares donde no debía, pero necesitaba dinero fácil y así también me fue por eso. Me tendieron una trampa, siendo yo el mejor vendedor entre ellos. Es por eso que decidí alejarme de todo eso. Pero no hasta hace unos días, dónde tengo otra deuda con el que era mi ex jefe y sé que él lo cobrará cuando salga de prisión. Lo que debe ser en un par de meses, tiene tantos contactos en la policía, como en la política. Es por eso el miedo que tengo, él puede hacerme desaparecer y nunca nadie me encontrará.

Te Robé el Corazón (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora