Durmiendo juntos.

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Sétimo día.

Magnus había pasado todo el domingo preocupado y muy nervioso por lo de Alec, sentía que en cualquier momento iba a llegar alguien y se lo iba a llevar.

Por otro lado, Alec trataba de converncerlo de que todo estaría bien y que nadie les iba hacer algo .

Eran más de las ocho y casa hora que avanzaba era peor.- Ya Magnus, si sigues así terminaras con una jaqueca tremenda.

- Es que no puedo sentirme... bien... me siento nervioso. Todo esto es por mi culpa y...- se detuvo cuando Alec lo jalo de los hombros haciéndo que se sentara de golpe.

- Ni pienses en terminar eso, Magnus Bane.- murmuró enojado.- No tienes la culpa, el quiso hacerte daño y no me importa que la policía me retenga.

- Me dejaras solo, no era así como quería que pasaramos este mes.- dijo triste.

- Por supuesto que no te dejare solo.- se arrodillo en frente de Magnus y cogió sus manos.- Mañana no iré donde Valentine me citó.

-¿ ¡Estás loco!?- gritó.-

- Dijo que llegara con una disculpa considerable, ¿ no te parece una referencia a dinero?.- dijo burlón, lo cierto es que en el rostro de Magnus no se miraba ni una pizca diversión. Se puso serio.- ¿ No lo entindes?, él no me denunciara por que quien empezó esto fue su asqueroso hijo.... Y si me llevan, esta bien, por que tengo un testigo en su contra.

- Aún así no me siento  seguro... ni siquera creo que pueda dormir.- Magnus se levantó dejándolo con las manos vacías.- Voy a bañarme para luego acostarme, quizá me tranquilice.

Magnus se había ido y él se debatía en ir a su habitación con la excusa que tampoco podía dormir, pero ¿ Que pasaría entonces?, quizá todo se pusiera tenso.

Se levanto decidido, nadie gana nada sin arriesgarse.

Se acercó a la puerta y tocó suave, se escucharon sonidos y poco después la puerta se entre abrió.

- Dime Alec.- habló Magnus, tenía el cabello mojado y una bata cubría hasta las rodillas.

- Lamento molestarte, es que tampoco puedo dormir... y... y tu... tampoco...- bajó la cabeza, por primera vez se sentía nervioso y avergonzado.- ... Pensé que tal vez... tal vez.

- Ya.. pasa.- se quejó Magnus.- Supongo que quieres dormir aquí.

- Si... si no te molesta, claro.- se apresuró a decir.- Se que desde hace bastante no domimos juntos, por nuestro tamaño, pero sería divertido recordar cuando lo hacíamos.

Ya estaban en la cama y Magnus buscaba ropa en el armario.- Oh, si. Era tan divertido.- Se río, Alec solo se puso más nervioso al ver como Magnus se inclinaba hacía arriba provocando que la bata se subiera.- ¿ Te acuerdas cuando ponías tus piernas sobre mi espalda, oh dioses, o  cuando roncabas.?

- Yo no ronco.- se quejó.- En cambio tu duermes con la boca abierta.

- Lo más divertido era en las mañanas, cuando tu te negabas hasta el cansancio y decías que quien dormía mal era yo.- Dijo Magnus, se inclinó más para tomar unas cremas pero no llegaba y casi se cae.

Alec casi corre y lo sostuvo.- ¿ Estas bien?- dijo, habían quedado tan cerca que podía sentir el olor  del jabón en su cuello.

- Si, solo resbale.

Alec, no queriendo sobrepasarse, lo dejo a un lado, tomo una silla y la puso cerca del mueble, se subió y bajó las cremas que necesitaba Magnus.

-¿ Para que te echas esto?- dijo con curiosidad.

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