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En abril hiciste algo en tu casa, yo llevé a mi mamá, quería que te conociera, fueron los de la boda y otros amigos tuyos, entre ellos el tal Louis, era algo curioso todo, noté que Marcie suspiraba por el, pero yo veía que Louis te tenia preferencia, de hecho el se incluía en tu casa como si fuera un miembro importante más, o es que.. ¿le gustabas? Por que como instalaron una bocina, tu papá tuvo que bajar a acomodarla, Louis en seguida se ofreció, Enrick también y yo me incluí, tu papá era algo exigente, y demandante, sería un suegro algo complicado, como tú, ahí entendí lo siguiente de tu personalidad... pero en fin, creo que tú sabias que Marcie suspiraba por Louis que tú ignorabas por completo al chico y a él como que también le gustaba hacerse de rogar, su amistad de ustedes era algo rara.

Lo que no me espere fue la llegada de Oliah, ¿Qué hacía en tu casa? Yo intuí quefue idea de alguien más, por que tú no lo recibiste, no lo pelaste, dejaste que otroshicieran ese trabajo... y el también me miro con recelo, supongo que ahora era suenemigo.

Llegó lo bueno, la hora del baile. Enrick no te soltaba, también me sorprendía esareacción. ¿A caso querían algo de ti? De hecho no vivías en una casa tan mal, hastacierto punto eras de las pocas chicas lindas con posibilidades, de ahí que te celaransupongo.

Uziel estaba bailando contigo, yo con mi prima Fancy, no sin antes que un borrachito quisiera interrumpir la fiesta jajaja, igual fue gracioso ver a tu padre correrlo mientras todos seguíamos bailando, así que para quitarte del susto con el borrachito, le dije a Fancy que cambiáramos de pareja, que ella fuera con Uziel y yo contigo.

—Dile tú.

Dijo Fancy.

—Está bien.

Intente hablarte, no se si me estabas ignorando o no me escuchabas, hasta que me miro Uziel y el si capto la referencia.

—Zinnia —Uziel te hizo mirarnos— dice Ander que si cambiamos de pareja.

—Te estoy hable y hable y no me haces caso.

Te dije poniendo mi mejor carita de triste.

—No te escuche, perdón.

Me respondiste.

—Entonces, ¿cambiamos? Es que quiero bailar contigo ya.

Te dije y fui directo.

—Nop.

Sonreíste y seguiste bailando con Uziel. Fuiste tremenda. Ibas a bailar conmigo, quisieras o no.

Pasaron las canciones hasta que en eso Richard, hermano de Lamberto, que también tenían una hermanita más chica llamada Dassy, se acercó a mi.

—Oye hazme un paro.

—Si, dime, ¿en que puedo servirte?

—Pasa que el chico gordito de allá— señaló hacia un muchachito que estaba bailando contigo— quiere bailar con Dassy mi hermana, pero le da pena, y queríamos intentar hacer un cambio de pareja, pero mi hermana no quiere bailar conmigo, por que sabe lo que haré, así que si la sacas tú, tal vez se vea obligada a bailar contigo, y ya cuando puedas, la cambias por Zinnia, y los dejas a ellos dos, ¿puedes?

¡Claroooo! Era mi oportunidad.

—Si, a ver si se deja tu hermanita.

A las fuerzas, pero se dejó. Y bien, al menos del minuto la cambie por ti, la pobre niña quedó horrorizada y confundida, pero luego siguió bailando, y a ti te vi feliz de haber logrado que ellos estuvieran juntos, como que a veces dejabas tu felicidad aun lado para ver feliz a los demás.

Y bailamos, era una extraña sensación bailar contigo, parecía que cada vez que te tocaba había una descarga eléctrica en ti, por que no te dejabas ni tocar por la cintura ni tampoco tenías la confianza suficiente para agarrarme del hombro, y por mas que intentaba acercarme a ti, tú mano izquierda en lugar de tocarme se hacía un puño, evitabas a toda costa que hubiera conexión entre nosotros.

TRANSEDENTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora