4. UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

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Hoseok decidió que era oportuno ir a recoger sus cosas a su antiguo hogar, porque le parecía abusivo seguir usando las prendas holgadas que Jimin tenía en su armario. Sí, era sólo eso. Nada tenía que ver el hecho de que había pasado más de una semana y aún no se sabía nada de Namjoon, él sólo iría a recoger su ropa y no a verificar que su exnovio estuviera bien.

Un fuerte olor a licor impactó en su nariz al entrar a la que había sido su casa. Todo se veía oscuro por lo que se apresuró a abrir las cortinas, pateando en su camino varias botellas y latas vacías. Cuando la luz se coló por la ventana, pudo divisar el terrible desastre que había por todo el lugar.

Todo estaba completamente roto, los muebles patas arriba y los cuadros que decoraban las paredes ya no estaban. Al explorar un poco más, pudo ver a Namjoon tirado en el suelo. Parecía estar inconsciente, pero, aun así, se aferraba a un pequeño cuadro en el que había una foto de ellos dos, en la que Hobi besaba su mejilla y él sonreía.

Intentó hacer que se levantara sin obtener resultados, así que tuvo que llevarlo prácticamente a rastras hasta el baño. Allí lo desnudó y visualizó mucho mejor todas las heridas que tenía. Sus nudillos estaban hinchados y un poco morados, tal vez había golpeado la pared. Tenía muchas cortaduras, pero ninguna parecía ser seria y encima tenía un enorme morado en su ojo.

El castaño no pudo evitar llorar al ver el estado en el que se encontraba Namjoon, a fin de cuentas, no podía borrar de su vida los ocho años que habían estado juntos. Haciendo un gran esfuerzo lo metió en la bañera y este, apenas sintió el agua tibia chocar contra su cuerpo, pareció volver en sí.

-¿Hobi?- Preguntó un poco desorientado. -¡Volviste! Mi amor, yo sabía que no me ibas a dejar solo- Namjoon intentó abrazarlo, pero él lo esquivó e ignorándolo, decidió ir en busca de todos los implementos de aseo para luego lavar su cabello y restregar parte de su cuerpo.

Namjoon lloró como nunca, se sentía miserable al ver lo delgado y ojeroso que estaba su "novio", durante esos días se había enfocado en llorar su dolor, pero no se había detenido a reparar cuánto daño le había causado a la persona que más amaba en el mundo. Sin embargo, Hoseok estaba allí bañándolo, cuidándolo, no lo trataba cariñosamente como siempre lo hacía, pero estaba allí evidentemente preocupado.

-Ya puedes levantarte por tu cuenta, te espero en la habitación. Iré a buscar el botiquín- Fue así cómo se dio cuenta de lo lastimado que estaba su cuerpo y a su cabeza vinieron algunos recuerdos de él metido en una pelea en algún sucio bar.

Envolvió una toalla sobre su cadera y salió del baño temiendo que Hoseok se hubiera ido. Su miedo se disipó al ver al chico sentado en la cama alistando algunos algodones y vendas. Se sentó frente a él, incapaz de pronunciar palabra, sólo lo miraba y se repetía una y otra vez lo idiota que había sido al lastimar a su pareja.

Cuando por fin terminó de hacer la curación, el castaño sacó de uno de los armarios una gran maleta y empezó a meter su ropa en ella. Cosa que aterró a Namjoon, quien pateó la maleta lo más lejos que pudo y se postró de rodillas frente a Hoseok mientras tomaba sus manos con desesperación.

-No me dejes, por favor. No sé cómo vivir sin ti Hoseok. Por favor no me dejes, grítame, maldíceme, golpéame si quieres, pero no me dejes- Decía entre sollozos. -Soy una basura de persona y no pensé en lo que hacía, fui tan imbécil que me metí con un cualquiera sin percatarme de que te estaba haciendo daño. Sé que no lo merezco, pero por favor perdóname.

El llanto de Namjoon era más y más fuerte, se veía tan destruido que Hoseok no pudo evitar sentirse mal, le dolía ver a la persona que amaba en esa condición. Su cabeza era todo un lío, por una parte, lo odiaba y quería gritarlo y hacerlo sufrir, pero otra parte de él le pedía que cediera, que lo perdonara e hiciera borrón y cuenta nueva.

NO CONFÍO (NAMSEOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora