Siguió dejando besos en mi abdomen y recorriéndolo con la lengua hasta llegar al borde de mi braga. Me dio una mirada rápida en la que pude ver la lujuria que recorría su cuerpo, me mojé con solo sentir su ardiente mirada puesta en mis ojos.
Se sentó en la cama, y acarició los muslos de mis piernas. Bajó su mano lentamente y llegó a mi braga. Comenzó a quitarla con una lentitud que me mataba hasta sacarla por completo. La tiró a un lado y separó mis piernas. La presión que sentía en mi parte baja era impresionante. Sentía que iba a morir en cualquier momento.
Se metió en medio de mis piernas, y comenzó a besar los alrededores de mi zona íntima, así como si quisiera atormentarme. Cerré los ojos, y tiré mi cabeza hacia atrás, apoyando solo la parte superior de mi cabeza en la almohada. Sus labios se pasaron lentamente por mi feminidad, luego sacó la lengua y comenzó a recorrerme.
-Ay, Jisoo -gemí exaltada.
Sus manos rodearon mis muslos, y comenzó a succionar con más fuerza. Me arqueé de placer. Me costaba respirar.
-Ay, Dios... ay, Jisoo, sí. -apreté con fuerza las sabanas de la cama cuando sentí un devastador orgasmo recorriendo mi vientre.
Fue subiendo por mi cuerpo mientras dejaba besos mojados en mi piel. Miré sus ojos oscurecidos por el deseo y sus labios hinchados y rojos. Se veía extremadamente sexy de esa manera.
-Ahora me toca –susurré.
Negó con la cabeza, y apretó mi cintura con sus manos.
-No aguanto más Jennie. -habló en voz baja, y presionó su dedo índice y corazón contra mi clítoris.
Gemí.
Entonces, sentí ambos dedos en mi entrada, se introducían lentamente. El placer invadió mi cuerpo.
-Eres... Perfecta Jennie Kim, ¿te lo he dicho? -me dio un corto beso.
-No, no soy perfecta. -susurré.
-Pues para mí lo eres. -comenzó a embestirme con fuerza.
Clavé mis uñas en su espalda cuando agrego un tercer dedo, y mantuve mi mirada fija en la suya. Sus labios estaban entreabiertos y de su boca salían jadeos. Atrapé su labio inferior y lo succioné. Y entonces deslice mi mano por su cuello, pasando sus pechos hasta llegar a su mojada feminidad, deslizando dos de mis dedos dentro de ella.
-Oh, por dios –gimió Jisoo. Aumentando sus embestidas haciendo que yo hiciera lo mismo con las mías.
Temblé cuando llegué al orgasmo nuevamente. Jisoo llegó después de mí y soltó su cuerpo sobre el mío por un momento, sentía sus pechos presionarse contra los míos, luego cayó a mi lado, no sin antes besarme.
Nos quedamos en silencio por unos minutos, mientras nuestras respiraciones se normalizaban.
-¿Nos qued...? -Jisoo fue interrumpida por el sonido de su celular. -Tal vez sea mi madre, debo contestar. -susurró.
Asentí.
Se levantó de la cama, se dirigió al rincón en donde su ropa estaba tirada. Se inclinó, y buscó su teléfono en el bolsillo de su suéter.
Yo recorría su cuerpo con la mirada. Era jodidamente hermosa. ¿Cómo no me di cuenta desde el primer momento en que la vi?
-Mierda. -se volteó para mirarme. -Es Nayeon. -informó.
-¿Qué? -me apoyé en mis codos. -No le contestes.
-No pienso hacerlo. -negó. -Pero me ha mandado un mensaje en donde me dice que tiene algo importante para decirme.
-Seguramente dice eso para que vuelvas al baile.
-Al contrario, dice que está aquí, esperándome en la recepción.
-¿Qué le pasa a esa zorra? -me levanté de la cama.
-No lo sé. -susurró confundida.
Me enrolle en la sábana blanca, y busqué mi ropa. Cuando la encontré, me la puse nuevamente.
-¿Vas a bajar? -preguntó ella, también vistiéndose.
-Sí, le dejare en claro que tú y yo estamos juntas. -me acerqué a ella. -Y luego volveremos aquí y seguiremos con lo nuestro. -le di un corto beso y me dirigí a la puerta.
-Te acompaño. -salió también.
Tomamos el ascensor y esperamos pacientemente mientras bajaba a la recepción. Tomé la mano de Jisoo y salimos en cuanto este abrió sus puertas.
Observé a Nayeon mirándonos, con los brazos cruzados.
-¿Qué es lo que te pasa? -exclamé, dirigiéndome a ella.
-Me has dejado sola, Jisoo. Sola. -me ignoró.
-Lo siento, Nayeon... Yo...
-No lo sientas. -exclamó con voz chillona. -Preferiste venirte a follar con una chica que no te quiere antes que estar conmigo. ¿Acaso te drogas o algo por el estilo? -frunció una ceja.
-Jennie me ama. -habló Jisoo. -Somos novias. –informó pausadamente.
Nayeon me miró y rió sin gracia.
-¿De verdad la amas, Jennie? -me miró fulminante.
-Sí, la amo. -declaré nerviosa.
-Seguramente es por su dinero, o tal vez por la maldita apuesta que hicimos.
Mis ojos se abrieron como platos.
-¿De qué estás hablando, Nayeon? -intervino Jisoo.
-¿Acaso no lo sabías? -Nayeon miró a Jisoo. -Tu hermosa novia hizo una apuesta con nosotras. ¿Adivinas de que se trataba?
-Cállate. -exigí.
Esto no puede estar pasando. No ahora.
Jisoo me miró.
-Volvamos a la habitación. -pedí.
-¿Qué? -Nayeon atrajo la mirada de Jisoo. -¿Acaso nunca piensas decirle a Jisoo que estás con ella solo porque hiciste una apuesta con nosotras? -miró a Jisoo. –Jennie apostó seducirte Jisoo, a ella solo le interesaba tu dinero y que le hicieras la tarea. - exclamó, todas las personas nos miraron.
Jisoo dirigió su atención en mí inmediatamente.
-¿E-Eso e-es verdad?
Tragué saliva.
-Jisoo....-comencé a decir.
Mis ojos comenzaban a aguarse.
-Tal vez si hice esa apuesta, pero...
-¡Jugaste conmigo! –interrumpió, y soltó mi mano. -¿Cómo has podido? ¿Solo estás conmigo por una apuesta Jennie?
-No, Jisoo yo...
-¡No quiero escuchar más mentiras! –grito herida. –Me dijiste que me amabas Jenn, ¿es mentira también? ¿Solo me quieres por interés? ¡Eres igual que tú hermana! ¿Cómo rayos fui tan estúpida? –grito.
-Jisoo, por favor escúchame –rogué con un hilo de voz.
-No –se alejó, sus hermosos ojos estaban cristalizados –No quiero escucharte, no quiero verte ¡No quiero nada de ti! –grito.
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➳Enamorada De Mi Vecina » Jensoo.
Roman d'amourEnamorada de mi Vecina Ella es única, ella es sensual, ella es provocativa, ella hubiera podido tener cualquiera a sus pies, pero la escogió a ella, a la más inocente, a la menos indicada. Jennie Kim es una chica hermosa de 17 años, la nueva vecina...