Capitulo 35

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Una sonrisa se formó en su rostro, haciendo que me preguntara si era posible que me hubiese visto de alguna manera.
La puerta de mi habitación se abrió de repente, haciéndome sobresaltar. Miré hacía la puerta y vi a Lisa. ¿Qué hacía aquí?

—¿Qué pasa Unnie? — preguntó, sostenía un paquete de papas fritas en su mano.

—¿Qué haces aquí? —susurré nerviosa.

—No tenía nada que hacer, así que vine, compré una película. — declaró, buscando con su mano el encendedor en la pared.

—No Lisa , no, no. - rogué angustiada.

—¿Qué pasa?—preguntó acercándose.—¿Cuál es la pendejada?

— Lisa, no enciendas la luz, no hables... Mejor dicho, no hagas nada. - le pedí.

— ¿Qué estás haciendo? —preguntó, miró la cortina, y se acercó un poco para mirar afuera.

Cerré mis ojos sintiendo vergüenza.

— No mires.— le reclamé, sintiéndome completamente celosa.

- Oh... pero que vista, Jisoo ¿Por qué no habías dicho? —susurró, aun mirando por la ventana.

— No mires. — exigí molesta.

—Ya veo porque estás obsesionada. — declaró.

- Lisa, ya deja de mirar. - hablé molesta.
Miré por la ventana, me di cuenta de que Jennie seguía parada en frente, mirando hacía mi ventana, manteniendo una sonrisa en su rostro. Ya lo sabía. Soy una idiota. Seguro cree que soy una depravada. Oh, santo cielo que vergüenza tan infinita.

Mordió su labio inferior, y se volteó dejándonos ver su enorme trasero. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente sexy? Ay, dios.

- Vete Lisa - susurré, todavía embobada.

Llevó su mano hasta el broche de su sostén, haciéndome sufrir pensando en que se lo iba a quitar. Lisa no podía ver eso, No, claro que no. Jennie era mía.

- Lárgate Lisa. - Advertí exaltada.

Mis mejillas se tornaron rojas, mientras mí mirada estaba quieta en ella, esperando su reacción, la cual, estaba segura sería la peor. Se agachó rápidamente, dándome vista de sus senos, y tomó la ropa que se había quitado. Volvió a mirarme, y se volteó, para luego caminar hacia la puerta de su habitación y salir.

Bien. Soy una estúpida.

-Eres una estúpida. -dijo Lisa, como si hubiese leído mis pensamientos.

La miré.

-Ya lo sé. -contesté.

-Maravilloso. -asintió. -Ahora quedaremos cómo unas enfermas lesbianas delante de todo el colegio ¿O acaso crees que Jennie no se lo dirá a todo el mundo? -susurró, miró por un lado y luego suspiró. -Ya no está. -dio un paso adelante, y cerró la cortina. -Uf, está tan buena.

-¿Qué has dicho? -pregunté molesta.

-Que esto no es bueno. -se alejó, y prendió la luz. -Estás enferma. -se tiró a la cama cruzando las piernas.

Abrí mi boca para responder, pero el timbre me interrumpió.

-Es Jennie. -hablé nerviosa.
-Sí dice algo.... yo no estoy. -se levantó de la cama, corrió al baño y cerró la puerta.

Fruncí el ceño, y caminé hacia la puerta, pensando en que explicación le iba a dar a Jennie. Ninguna me parecía lógica, o creíble. Es que en definitivas cuentas ella sabía que yo la estaba espiando.

Abrí la puerta, y la vi parada en frente, tenía los brazos cruzados.

-E...Y...Yo...Pued...-tartamudeé. -H-Hola. -dije al fin.

Me miró por un momento, me observaba de pies a cabeza sin decir una sola palabra.

-¿Puedo pasar? -preguntó, luego de unos segundos.

-A-Adelante. -me hice a un lado para darle paso a mi habitación.

Entró por completó, y se volteó para mirarme. Cerré la puerta, y llevé mis manos atrás de mi espalda.

-¿Te gustó lo que viste? -preguntó curiosa.

Mi mirada fue a Jennie rápidamente, mis mejillas seguían rojas y no sabía que decir.

Rápidamente a mi cabeza vinieron esas imágenes que había presenciado minutos atrás, acompañadas de ideas eróticas, que no sabía de dónde venían o cómo podía imaginarme semejantes cosas. Solo una palabra podría definirme en ese momento: Pervertida.

-Y... Yo... Bu-Bue... Bueno, tu... tu sab... bes que e... eres... i... irre... irresistible. -estaba tartamudeando más de lo normal.

Mordió su labio inferior, haciéndome desear que no lo hubiera hecho. Sus actitudes me confundían bastante. No sabía ni lo que quería, ni lo que pensaba.

-Diablos Chu, eso es tan excitante. -exclamó, caminando hacia mí.

-Ah, ¿si? -pregunté sorprendida.

-Sí, y tú también lo eres. -se detuvo, antes que pudiera besarme o hacer algo que implicara tocarme.

Pareció insegura por un instante.

-¿Puedo besarte? —pregunto en un susurró.

La miré por un momento. Yo también quería besarla y tocarla.

Lo de Rosé vino a mi cabeza, pero el deseo que sentía hacia ella, podía ganarle a cualquier cosa. Ya no podía soportar más tiempo metida en esta situación. La perdonaría, y ya está.

-N-No tienes que preguntarlo. -mi tartamudees seguía presente.

Sonrió y se abalanzó sobre mí, colocando sus brazos alrededor de mi cuello, mientras sus labios presionaban contra los míos.

La había extrañado.

La apreté con mis brazos fuertemente contra mí, olvidándome de que podía sentir mi desespero y pensar lo peor. Tal vez no lo había notado, o tal vez sí.

El beso se tornó apasionado, su lengua entró en mi boca y acarició la mía lentamente. Y sin saber cómo, ya nos encontrábamos sobre mi cama, yo apoyando mis brazos sobre esta para poder besarla más.

Dejó mis labios para tomar respiración, y me miró a los ojos, en su rostro había una sonrisa traviesa.Bajó sus manos por mi cuerpo acariciándolo, hasta llegar a mis shorts para desabrochar el botón de este. Lo quitó, y bajó el cierre rápidamente.

-Jichu -me miró. -¿Pensaste en mí en los últimos días? -preguntó, metiendo las manos por debajo de mi suelta blusa y acariciando mis pechos por arriba del sostén.

-Sí, siempre lo hago. —confesé sin aliento.

Mordió su labio, y metió una de sus manos adentro de mi braga, para empezar a estimular mi clítoris. Gemí.

Jisoo se puso entre mis piernas, y bajó mi ropa interior lentamente.

-Te prometí hace unos días que iba a hacerlo. -susurró.

La miré con el ceño fruncido.

-Oh...-recordé. -La vez pasada me dijiste que no. -susurré nerviosa.

-Pero ahora quiero hacerlo. -me miró seductoramente, seguía acariciando mi centro.

-A mí... no me molestaría que lo hicie...-paré de hablar en seco, cuando recordé que Lisa estaba en el baño.

Miré rápidamente hacía este, y vi la puerta medio abierta, pude ver a Lisa espiándonos. Maldita lesbiana loca.
Oh por dios, tenía las bragas abajo. Y Jennie estaba entre mis piernas apunto de...

Mierda.

➳Enamorada De Mi Vecina » Jensoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora