Falso prometido

Cap. 8: Fiesta de compromiso

Cap. 8: Fiesta de compromiso 

-¿Tu amigo va a venir?-pregunto su madre por quinta vez.
-ya te dije que si ma ¿Por qué seguís preguntándolo?-puso los ojos en blanco sintiéndose irritado.
-bueno, sabes que tengo mis reservas... —camino hacia el comedor y él la siguió.
-¿Reservas? ¿Por qué no admites que no crees en mis amistades? Aun te preguntas como él y Bambam aceptaron la invitación -tomo asiento frente a su madre mirándola irritado.
-¿Queres que te diga la verdad? Sí, no entiendo como conseguiste dos amistades ¿Desde cuando sos sociable hijo?

Los ojos de JinYoung se abrieron en grande ¿Cómo podía decirle algo así? ¡Era su madre!

-Jinyoung -dijo secamente- ¿Podes atender ese teléfono? Me está enloqueciendo.
-¿Teléfono?- indico el teléfono que él tenía en la mano, en verdad estaba sonando. Lo atendió sin muchas ganas, su madre le quitaba la voluntad -¿Hola?
-Jiji, corazón.... ¿Cómo estás?
-hola Heonnie-dijo sonriendo- aquí ando...
-¿Problemas en casa?-pregunto entre risas.
-algo así... ¿Qué hacías?
-acabo de terminar los ensayos ¿Por qué no vienes a casa? Hace mucho que no lo haces.
-oh claro, voy para allá-termino de arreglar todo y se levantó feliz de irse y alejarse de su madre.
-¿Qué crees que haces?-pregunto esta con los ojos abiertos y luciendo indignada.
-voy a ver a Jooheon ¿Cuál es el problema?- dijo sin entender la actitud de su madre.
-sos el prometido de Jackson ¿Cómo puedes ir a verte con otro hombre?
-¡Mama!- vio a su madre acercándosele y mirarlo con el ceño fruncido.
-tenes que agradecer que el chico aún no se retractó, no le des motivos ¿De acuerdo? O morirás solo.
-no puedo creer que digas eso -antes de que su madre diga más se marchó, estaba molesto ¿Cómo podía su madre decirle eso? ¿Cómo pensaba así de él? No podía creerlo.

Salió de la casa algo irritado y se apuró a llegar al departamento de su amigo. No pudo evitar recordar la vez que lo conoció, lo importante que fue para él ese momento.

# Flash back#

Jinyoung caminaba por las calles del centro sintiéndose fatal. Su madre lo había dejado en la puerta de la casa de una de sus compañeros obligándolo a "socializar" ¿Cómo le hacía entender que sus compañeros no lo querían, que solo la invitaban para burlarse de él? Era triste, pero con tan solo 12 años tuvo que aceptar la realidad. Él era una paria.

Cansado de dar vueltas hasta que sea la hora de que su madre vuelva por él decidió parar y pensar que hacer ¿Qué podía hacer las próximas tres horas? Su estómago tomo la decisión. Al sentir el crujido se dirigió al lugar de comidas más cercano.

-mi madre me mataría si comiese en la calle-dijo para sí mismo mientras entraba a un lugar con especialidad en ramen.

Se sentó en una de las enormes mesas. A los catorce aún no se había terminado de desarrollar, era de baja estatura y le costaba llegar con los pies al suelo una vez sentado. Cuando logro acomodarse una mujer sonriente llego a él y lo miro curiosa.

-disculpa-dijo amablemente- ¿Tus padres dónde están?- Jin miro en varias direcciones.
-no...están -dijo luciendo apenado.
-¿Los perdiste?-la mirada de preocupación de la mujer lo hizo sentir incómodo.
-no solo...no están -antes de que la mujer dijese algo su estómago gruño, él se mostró apenado y bajo aún más la cabeza -si no le molesta ¿Podría traerme ramen?-dijo casi en un susurro.
-oh claro ¿Por qué no vienes a la barra? Seguro estarás....más cómodo allí.

Afirmo lentamente y se bajó de la silla con algo de esfuerzo, se sentó en la barra y espero a que la mujer regresase. Mientras esperaba su mirada vago por el local, era bastante grande y reconfortarle. Estaba tan abstraído mirando a la gente del lugar que no se percató de la persona que se sentó a su lado hasta que este carraspeo. Algo dudoso se giró a ver quién había hecho ese sonido, cuando un chico joven y sonriente apareció a su lado con una sonrisa que transmitía tranquilidad.