Si pudiera desprender mi alma

8 2 0
                                    

¡Sangre de mi ausencia! Alma de mi penumbra. Sale de mi cuerpo, gota a gota, lágrima por lágrima...¿Quién eres y porque haces que mi corazón se queje con cada latido? Lo único que expira es lástima

¿Cómo es posible abandonarme a mi misma? Mis pensamientos se encargan de matar a mi corazón, ¿Eso me convierte en masoquista?

Dejar mi alma a la merced de la única persona que puede matarla. Yo, y la soledad no actúa como una aliada. La ausencia de calor solo le grita a mi alma su destino en el olvido... Retirando todo lo bueno de mi historia y recordando las agonías que se ha vivido.

¡Desolación de mi corazón! Alma en pena, sombría ausencia. Quitándome mi voz, mi piel, mis ojos... Mi ser. Llamada muerte a la soledad, sufriendo la ausencia de cada persona que me causó felicidad ¿Y ahora dónde están?

Antepasados de mi alegría, ¿Pueden escuchar cada risa? El aire agoniza cada vez que una lágrima recorre mi rostro, la madera vieja de mi techo sufre como si fuera su propio sufrimiento.

Los árboles de mi ventana tiemblan ante mi llanto, y el cielo truena fuerte para reclamarle a algún santo. ¿Por qué ahora, con vergüenza, tendré que esconder mi alma en pena? Mis lágrimas inundarán el cielo, las nubes lloverán cada vez que en mi vean cómo mí corazón truena por todas sus ausencias.

Mientras que mis ojos tendré que cubrir con un velo. Escondiendo todo el dolor del duelo, agonizando en aquel frío y helado suelo

En mis ojos lágrimas de sangre caen, caerán... Pero nunca nadie lo sabrá. La coraza de mi corazón ya nadie podrá pasar, ¿Por qué nos hemos desprendido el uno del otro? Dejándome a la merced del olvido... Dejándome sin un techo, ni siquiera un nido.

Como si nos hubiéramos perdido, dejándome aquella copa de recuerdos con algo de vino. Mientras nuestras manos se desprenden, y nuestras miradas caen al suelo... Haciéndose pedazos. Las compañías siempre han sido bienes escasos, porque al final siempre tendrán el mismo destino, dejándome con la tristeza que sigo prolongando.

Soledad, en huecos mundos llenos de sueños y esperanza. Soledad, en secos nudos sin ninguna alabanza. Llena de noches falsas, cuentos viejos, juegos de ciegos... Si tan solo pudiera sacarla de mi alma. Y volar al cielo, soñar emprendiendo vuelo.

Si pudiera desprender mi alma, dejando las noches falsas en aquellas madrugadas. Sin tener más la presencia de aquel fantasma... Alejando la soledad de mí. Si pudiera, tan solo, desprender mi alma.

Poemas, relatos y otras agonías del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora