Corazón vagabundo

12 2 0
                                    

¿Quién tuviera veinte años y un corazón vagabundo? ¿Quién fuera un recién nacido cuyo corazón estuviera probando sus primeros latidos?

Sin conocerte, me imagino el abrigo de tu abrazo, aveces siento que te quiero y muchas veces hasta puedo sentir que te extraño. Miro el reloj paciente, esperando conocer tu figura y que camines junto a mí, de frente.

Los segundos pasan, y sigo mirando fijamente aquella puerta, esperando a que me encuentres. ¿Me he equivocado otra vez? Ni siquiera puedo salir a buscarte, no sé cómo, la única guía es mi corazón vagabundo dispuesto a abrazarte.

Sin conocerte, me pregunto si estás tan ansioso, como yo, para verte. ¿Te preguntarás de qué color son mis ojos? ¿O al menos te imaginarás nuestro encuentro, lleno de parques rojos y sueños que se encuentran rotos?

Sin conocerte, sin saber tu nombre, quiero bailar tu canción favorita mientras que te digo que no me abandones. Sin conocerte, sin siquiera verte, te imploro que me recuerdes razones para quedarme, abrazarte...

Mi reloj sigue su cuenta, y aún no llegas a mi puerta ¿Quién tuviera veinte años y un corazón vagabundo? Con la posibilidad de coincidir en un mismo segundo, solo tú y yo, dos personas entre todo el mundo.

Sin conocerte, mi imaginación vaga por los recuerdos inventados de una persona imaginaria ¿Está mal escribirle a alguien que aún no se conoce? Mi inspiración como figura literaria, como un libro cuyo principio se desconoce.

¿Con cada paso estamos más cerca? ¿Más lejos? Puedes estar en la otra punta del mundo, y aun así tendré la esperanza de que revivas a un corazón vagabundo. Sin veinte años, sin latidos para ofrecer, solo sentidos y ganas de poder crecer, volar... Gritar.

Cuando caminemos afuera, y yo me refleje en tus ojos ¿Tú te reflejaras en mis pupilas? Podremos ser dos personas libres de caminar sin conformar una fila... Un grupo o un mundo ¿El cielo está cayendo? ¿O es solo la sensación de nuestros corazones latiendo?

Canciones de sordos, libros de ciegos y conversaciones de mudos. Cuando nos encontremos...¿Nuestros corazones dejaran de ser vagabundos? El mundo tomará luz entre los oscuros, cuando no encontremos entre tantos ojos, y estemos juntos.

Sin conocerte, sin saber tu nombre, tu existencia...sin siquiera saber tu rostro o la forma de tus manos. Mi corazón late sin parar asegurándome con fuerzas que ya te amo.

¿Quién tuviera veinte años y un corazón vagabundo? Para poder coincidir en un mismo lugar juntos, sin puntos, pausas o conjuntos. ¿Quién pudiera soñar contigo? Mientras tus brazos me dan abrigo... Muchas veces pido soñar con tu cobijo, pero maldigo la soledad de mis sueños cada vez que despierto.

Muchas veces te amo, te quiero, te extraño. Otras veces te odio, como si mi vida fuera una libro, esperando a que aparezcas en el siguiente capítulo. Sé que aparecerás, sin poder apartarnos... Llegando así el primer abrazo ¿Imaginas juntos a nuestros corazones desamparados?

Sin conocerte, sin estar en los veinte, mi corazón vagabundo tiene la certeza de que vienes. Tan fuerte como el primer amor, el lobo ya aulló y mi corazón se ilusionó. Dejaré de contar los segundos en mi reloj, para esperar lo que el destino dictó.

¿Quién tuviera un corazón hogareño y veinte sentidos de frente?

Poemas, relatos y otras agonías del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora