A través de los ojos de un dios ~[Naruto rinnegan]~

Despierta #4 parte 4

El chūnin del Equipo 7 agradeció a Shizune antes de partir juntos, caminar por la aldea y ver cómo avanzaba la reconstrucción. Naruto había recordado que Hiruzen mencionó de pasada la Voluntad de Fuego, que se encogió de hombros como un proverbio que los viejos usaban cuando hablaban de cualquier cosa de la que hablaban los viejos; pero ver la forma en que la aldea se estaba uniendo para reconstruir la aldea le había hecho darse cuenta de que la Voluntad de Fuego era algo que realmente existía en la gente de Konoha.

La gente había comenzado a reconocer a Naruto a pesar de sus gafas de sol. Se había corrido la voz de que él fue quien derrotó a Pain y salvó la aldea. No estaba acostumbrado a recibir atención positiva después de haber sido el paria del pueblo durante tantos años, pero tenía que admitir que se sentía bien no recibir miradas sucias cada vez que pasaba junto a alguien. Respondió cortésmente a todos los que lo habían saludado y le agradeció, aunque un poco tímidamente. Tener a Sakura y Sasuke allí con él lo ayudó a no sentirse demasiado incómodo.

Sasuke abrió el camino, ya que él era el más involucrado en ayudar en la construcción. El trío había hablado todo el camino hacia el distrito residencial, separándose una vez que Sakura estuvo cerca de su casa. Sasuke los llevó al complejo de apartamentos recién reconstruido de Naruto, que no se veía tan de mala calidad como lo recordaba. A algunas partes les vendría bien una capa de pintura, pero se perfilaba como un complejo bastante agradable.

"Bueno aquí estamos. Está en el mismo lugar, para que sepa adónde ir. Te veré más tarde, Naruto, ”dijo Sasuke antes de entregarle una llave y dirigirse en la dirección opuesta al complejo de apartamentos de Naruto. Naruto se despidió antes de entrar en su nuevo y viejo apartamento.

“Eh. Parece más espacioso de lo que recuerdo ”, pensó en voz alta. Se encogió de hombros y lo atribuyó a la generosidad de la población del pueblo. Era asombroso lo rápido que se estaban reconstruyendo las cosas. Su apartamento ya tenía muebles, una mano de pintura y electricidad, para empezar. Naruto miró en los armarios, esperando encontrar algo de comida (preferiblemente ramen instantáneo), solo para encontrarse con la mirada vacía de los paneles traseros de dichos armarios. Dejó escapar un gemido audible. No debería sorprenderse demasiado; sin duda, la aldea se sostenía a sí misma con los bancos de alimentos que había reservado para desastres naturales, por lo que los alimentos escasearían más de lo que estaban acostumbrados hasta que las cosas volvieran a funcionar. "Aún así, uno pensaría que los productos no perecederos estarían en abundancia", murmuró para sí mismo.

Se dio cuenta de que todavía estaba usando sus lentes de sol y se los quitó, colocándolos sobre la mesa de la cocina. Decidió dirigirse al baño para examinar sus nuevos ojos más a fondo. Naruto miró su reflejo, encontrando difícil reconocerse a sí mismo. Los orbes con anillos púrpuras eran tan extraños en su rostro, su intensa mirada inquebrantable. 'Esto va a tomar un tiempo acostumbrarse a ...' pensó mientras dejaba escapar un suspiro. A pesar de la extraña apariencia del Rinnegan, sus ojos aún comunicaban cierto grado de emoción. Podía decir que sus ojos mostraban la confusión que sentía acerca de que sus viejos ojos azules fueran reemplazados por estas reliquias de poder. Se miró a sí mismo por unos momentos más, tratando de clasificar la cacofonía de pensamientos que giraban por su mente. Dejó escapar otro suspiro antes de dirigirse a su dormitorio.

Naruto se sentó en su cama, reflexionando sobre lo que había sucedido durante su pelea con Nagato y después. Supuso que Nagato debía haber tenido algo que ver con esto; después de todo, era la última persona en poseer al Rinnegan. La única pregunta era: ¿qué hizo exactamente? No pudo haber hecho mucho. Estaba prácticamente a las puertas de la muerte incluso antes de usar el Rinne Tensei. Naruto se frotó las sienes, sintiendo que se acercaba un dolor de cabeza. Pensó en su padre, el Cuarto Hokage: Minato Namikaze. No vio ningún dōjutsu cuando lo conoció en su paisaje mental. Por otra parte, no estaba seguro de si las almas de los muertos aún conservaban su dōjutsu cuando fallecieron, o en el caso de su padre, sellaron una parte de su chakra dentro de su hijo.