A través de los ojos de un dios ~[Naruto rinnegan]~

Buena Compañia #8 parte 4

Solo habían pasado un par de semanas desde el ataque, pero la aldea estaba comenzando a revivir. Los comerciantes estaban comenzando a establecer sus tiendas una vez más, y carros llenos de productos importados se abrían paso por la carretera principal. Tanto civiles como shinobi deambulaban por la aldea, cada uno en su propio viaje personal. La mayoría de los shinobi, especialmente los ANBU, fueron relegados a patrullar los muros de la aldea o custodiar la Torre Hokage, que recientemente había sido completamente reconstruida.

La gente que andaba por ahí había reconocido a Naruto a pesar de sus gafas de sol. Muchos le habían saludado con alegría, mientras que algunos le agradecían por salvar la aldea. Otros incluso hicieron un punto para inclinarse profundamente mientras lo hacían. Naruto se había acostumbrado un poco más a la atención positiva de los aldeanos, pero seguía sin encontrar palabras más que un incómodo reconocimiento de su gratitud.

Durante su caminata, el grupo se había encontrado con algunos de sus otros amigos. Kiba había llevado a Akamaru a caminar y se detuvo para alardear ante el grupo de lo fuerte que sería. También se habían encontrado con Shino, quien pensaban que se escondía entre las sombras. Sin que ellos lo supieran, en realidad estaba de pie a plena luz del día. Rock Lee había pasado junto a ellos, pero solo brevemente, mientras daba vueltas por la aldea en sus manos con Might Guy. Tenten no se quedó atrás, pero había optado por trotar de pie en lugar de hacerlo con las manos. Choji estaba en su lugar habitual: comiendo grandes cantidades de barbacoa. El grupo lo saludó a través de la ventana para no perturbar su cena casi ritual.

El grupo de amigos, en su mayoría, mantenía una pequeña charla cuando no hablaban con los amigos que encontraban. El grupo continuó paseando por la ciudad y se había puesto al día un poco más. Ino mencionó que su padre había estado tratando incesantemente de que se transfiriera a T&I desde la división médica. Pero Ino era terca y le había dicho a Inoichi varias veces que quería obtener todo lo que pudiera de aprender de Tsunade antes de transferirse. Sakura se sorprendió de que Inoichi todavía estuviera en su caso sobre eso, mientras que Haku simplemente expresó su simpatía por la rubia platino. Sasuke había aprovechado la oportunidad para hablar más con Haku, decidiendo enterrar el hacha. Se había imaginado que no tenía sentido acusarlo de lo sucedido, especialmente porque era probable que Haku pudiera salvarle la vida algún día como médico. Después de un par de horas, Naruto anunció dramáticamente que deberían dirigirse a Ichiraku Ramen para cenar. Sasuke e Ino hicieron una mueca, Haku sonrió torpemente y Sakura le dio un golpe en la nuca a Naruto. Incluso Naruto admitió que probablemente se lo merecía por ser tan ruidoso en público.

La cena en Ichiraku era un asunto familiar para el Equipo 7, pero Haku no la frecuentaba a menudo, e Ino nunca había comido allí antes. Naruto estaba encantado de ver a Teuchi y Ayame nuevamente, sus compañeros de equipo también saludaron cálidamente al dúo padre-hija. Sorprendentemente, Teuchi incluso reconoció a Haku a pesar de que no era un cliente habitual. Sakura presentó a Ino a los dos chefs de ramen, quienes le dijeron que su primer tazón estaría en la casa como un nuevo cliente. Teuchi, de hecho, había decidido darles a todos su primer plato de la casa, ya que era la primera vez que los veía desde que se reabrió el puesto. Naruto podría haber iluminado todo Konoha con la sonrisa que le dio.

Como siempre, Naruto comió miso char siu con cerdo extra. Sasuke ordenó shoyu con camarones, y Sakura e Ino también habían optado por miso, pero con verduras en lugar de cerdo. A Haku le había gustado el shio de mariscos, diciendo que le recordaba a Kiri. El ramen fue excepcional, e incluso Ino admitió que estaba sabroso, aunque un poco abundante. No hubo escasez de risas y sonrisas, y fue refrescante para Naruto poder comer en su puesto de ramen favorito con sus compañeros de equipo.

Su noche de fiesta terminó una vez que Teuchi anunció que tenía que cerrar la tienda por la noche, pero no antes de que Naruto se hubiera bebido ocho tazones. El grupo de amigos caminó hacia el distrito residencial, dándose las buenas noches una vez que alguien se acercó a su residencia. Naruto y Sasuke regresaron a su apartamento en silencio, aunque ambos lucían pequeñas y satisfechas sonrisas.

Sasuke abrió las pilas de ropa en el sofá mientras Naruto iba a su habitación para poner sus lentes de sol en su mesita de noche. Mientras recuperaba su pila, se volvió hacia el Uchiha.

"Oye, Sasuke."

"¿Si?"

Naruto hizo una pausa, eligiendo sus siguientes palabras con cuidado. "¿Crees que podré mantener mis ojos en secreto?"

Sasuke se volvió hacia su compañero de cuarto. "¿Qué quieres decir?"

“Bueno… quiero decir, nunca antes había usado lentes de sol, bueno, ya sabes. Y hasta ahora, tanto Haku como Hinata los notaron. Supongo que me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que alguien se entere de mi dōjutsu ".

"¿Quién puede decir? Quiero decir, la mayoría de los secretos no siguen siendo secretos para siempre ".

Naruto suspiró mientras asentía. "Sí, yo supongo que sí. Solo me preocupa que la gente se asuste, o que la persona equivocada se entere de mis ojos y venga por ti y Sakura, o por mí ".

Sasuke se detuvo a medio paso, conmovido por la preocupación desinteresada de Naruto por él y Sakura por su propio bienestar. El Uchiha negó con la cabeza. “No te preocupes tanto por eso. Incluso si alguien intenta venir por nosotros, simplemente les patearemos el trasero como siempre lo hacemos ". Terminó con una sonrisa traviesa.

Naruto le dedicó una gran sonrisa a su compañero de cuarto antes de reír. "Si, tienes razón. En todo caso, le preguntaré a la abuela quién puede saber sobre mis ojos. Después de todo, son geniales ".

Fue el turno de Sasuke de reír mientras se dirigía a su habitación. "No dejes que se te suba a la cabeza, bigotes".

El ninja rubio simplemente se rió mientras los dos se dirigían a sus habitaciones para pasar la noche.