A través de los ojos de un dios ~[Naruto rinnegan]~

Proxima tarea #28

que algunos genin de otras aldeas han comenzado a llegar. Solo prepárate mientras tanto. Las misiones se suspenderán por ahora. Cuando llegue el momento, tengan cuidado, todos ustedes. ¿Comprendido?"

“Sí, señora”, respondieron los tres amigos al unísono.

"Bueno. Despedido."

Con eso, el Equipo 7 salió.

Naruto y Sasuke acababan de separarse de Kakashi y Sakura mientras avanzaban por el camino. Sin previo aviso, fueron colgados de los tobillos, colgando boca abajo a unos pocos pies del suelo.

“¡Qué carajo! ¡Oye! ¡Muéstrate! ¡Konohamaru, si hiciste esto, te juro que te desollaré vivo, mocoso! lloró Naruto.

Sasuke simplemente gimió. "Sabes, él obtuvo este truco de bromista de ti".

"Oh, ¿te atrapé con la guardia baja?"

La sangre de Sasuke se heló cuando Naruto estiró la cabeza, buscando al dueño de la voz femenina. Tan pronto como un kunai cortó sus ataduras, enviándolos a caer al suelo con un ruido sordo sin ceremonias.

Los dos jóvenes vieron un destello de color caqui, mirando a la persona que los atrapó: Anko Mitarashi.

"¿A-Anko-sensei?" Sasuke balbuceó.

“El único”, anunció la mujer mientras su antiguo alumno y su amigo se ponían de pie y se sacudían el polvo.

"¿Realmente tenías que emboscarnos así?" Naruto gimió.

“¡Por ​​supuesto que lo hice! No es divertido simplemente saludarlos a ustedes dos de una manera normal”, dijo Anko muy alegremente.

Naruto y Sasuke solo pudieron sonreír nerviosamente, dejando escapar una risa igualmente nerviosa.

"Iba a ir a buscar un poco de dango, ¿ustedes dos quieren venir y ponerse al día?" La mujer ofreció.

Los dos jóvenes se ofrecieron una mirada antes de encogerse de hombros al unísono.

"Claro, podría ir por un bocadillo", respondió Naruto.

“Ponerme al día suena bien. Claro, iré contigo,” dijo Sasuke.

Anko aplaudió. "¡Excelente! Sígueme, encontré un gran lugar que tiene muy buen dango”.

"Espera, ¿usted también ha estado aquí, señorita Anko?" soltó Naruto.

"Hey hey hey. No me llames 'señorita', chorlito. No soy mucho mayor que tú,” amonestó Anko. “Y sí, este lugar tiene un excelente dango y un té aún mejor”.

Sasuke no pudo evitar sentir una sensación de déjà vu cuando el grupo entró en The Jasmine Dragon. La tienda de té ya estaba ganando popularidad entre los civiles y los shinobi por igual, al parecer.

El trío encontró una mesa e hizo sus pedidos. Para sorpresa de Anko y Naruto, Sasuke ordenó cha dango. Naruto decidió probar el goma dango, y Anko ordenó su habitual mitarashi dango.

“Bueno, nunca pensé que vendrías a los dulces, chico. ¿Qué piensas? Anko sondeó mientras Sasuke tomaba su primer bocado del dulce verde vibrante.

"Es... bastante bueno, en realidad", admitió Sasuke después de saborear el sabor. "Pensé en probar este ya que ya me gusta el té verde".

“Crees que eso es sorprendente. Espera hasta que escuches qué otras cosas dulces ha probado Sasuke”, bromeó Naruto.

Las cejas de Anko inmediatamente se dispararon mientras mordía. "Ahora esto tengo que escuchar".

Sasuke masticó torpemente su bocado de dango, eligiendo cuidadosamente sus próximas palabras. “Yo, eh. Bueno, probé un, eh, un…” su voz se encogió. “Probé un rollo de canela y me gustó”, murmuró.