A través de los ojos de un dios ~[Naruto rinnegan]~

En busca del conocimiento #42 parte 2

El entrenamiento del día fue riguroso. Naruto finalmente tuvo la oportunidad de entrenar con Sasuke, esta vez con ninjutsu permitido. Era como en los viejos tiempos; los dos lucharon con uñas y dientes por cualquier ventaja sobre el otro. Se lanzaron enormes bolas de fuego entre sí, lo que resultó en un infierno espectacular y controlado cuando chocaron. La fuerza pura creó una explosión y una columna de llamas que rivalizaba con el tamaño de una casa. Naruto a menudo se encontraba a la defensiva gracias al kenjutsu mejorado de Sasuke, pero todavía había oportunidades que aprovechó con sus clones de sombras vinculados visualmente.

Naruto había demostrado ser un oponente formidable; era más rápido que antes y se apresuró a aprovechar sus habilidades Rinnegan. Había detenido el Chidori de Sasuke una vez, y lo hizo de nuevo a pesar de la velocidad mejorada del Uchiha. Naruto no había conjurado ninguna espada o arma con Shuradō, ni había creado varillas negras. Se basó principalmente en su taijutsu, sus clones de sombras vinculados visualmente y las habilidades otorgadas por Tendō. El combate terminó en tablas, aunque estrechas.

Konan y Yūgao se llevaron a sus respectivos protegidos a un lado para discutir cómo les fue en el combate. Este último se centró en los comentarios de kenjutsu, pero aún ofrecía comentarios sólidos sobre la conciencia general del combate. Konan, por otro lado, le dio a Naruto muchos consejos sobre la mejor manera de utilizar sus clones vinculados visualmente. Sus tácticas seguían siendo entusiastas, ya que a menudo optaba por cargar de cabeza en una pelea. Kakashi solo reforzó las palabras de Konan y sugirió que Naruto peleara contra él en algún momento como una prueba de sus habilidades. El usuario rubio de Rinnegan estuvo de acuerdo, aunque estaba un poco preocupado; siempre vio a su sensei como alguien que siempre sería más fuerte que él, independientemente de lo fuerte que fuera realmente Naruto.

Kakashi trabajó un poco con Naruto para agregar chakra relámpago al Rasengan, pero a pesar de los mejores esfuerzos de Naruto, todavía era solo una bola de relámpagos girando. Su sensei había sugerido pensar en la misma línea que los Rasenshuriken. Es decir, cómo podría lanzarlo como el Rasenshuriken. Kakashi también advirtió que Naruto considerara la naturaleza de los rayos tal como existe en el mundo que los rodea. Eso solo dejó a Naruto más confundido, pero pensó que arrojar más clones de sombras resolvería el problema.

Yugao había estado instruyendo a Sasuke en sus fundamentos, que se deslizaron ligeramente durante su entrenamiento con Naruto. Se tomó todas las críticas de Yūgao con calma, aunque interiormente se maldijo a sí mismo por dejar escapar su concentración. Aunque usó su Sharingan durante el entrenamiento, su instructor de cabello morado todavía le prohibió usarlo durante su entrenamiento por el momento. Estaba un poco molesto porque todavía no se le permitía el uso de su Sharingan a pesar de su mejora, pero Yūgao había mencionado de pasada que su entrenamiento permitiría técnicas aún más avanzadas que solo serían aún más letales con el Sharingan. Eso sacó a Sasuke de su angustia y encendió un fuego en su estómago.

Naruto y Sasuke dieron un buen día a sus instructores y se sentaron cerca del arroyo que atravesaba el Campo de Entrenamiento Tres. El sol de la tarde no era tan fuerte como de costumbre y una suave brisa soplaba por la zona. Sasuke todavía estaba adolorido por la pelea y tenía ampollas en las manos por sostener a su ninjato durante tanto tiempo. Naruto, fiel a su forma, estaba prácticamente como nuevo; la fatiga física nunca fue un problema para él. Sin embargo, se encontró un poco frito mentalmente debido a que su cerebro se retorció tratando de desarrollar lo que había llamado el 'Rayo Rasengan' en un jutsu distinto.

El rubio se puso de pie después de tomar un último sorbo de agua de su cantimplora. “Creo que voy a ir a preguntarle a la abuela acerca de revisar los Pergaminos Prohibidos. La biblioteca y los archivos eran prácticamente callejones sin salida ".