Al final, no había podido salir del hospital hasta el día siguiente, a primera hora. Su chófer la llevó hasta su departamento, donde se echó a dormir maldiciendo toda aquella experiencia y pensando en dónde comenzar a buscar al demonio que había tenido la osadía de aparecerse ante ella. Aquel día fue el primero que tuvo "la pesadilla".
Se encontraba encadenada al suelo en un lugar aparentemente negro y vacío cuando abrió los ojos; mientras intentaba mantener la calma, se esforzaba por recordar cómo había llegado hasta allí. De pronto, una figura humana iluminada por un resplandor verde sobrenatural apareció, sacándola de sus pensamientos. De aspecto joven, tenía el pelo largo y blanco recogido en una coleta, y portaba una guadaña tenebrosa en una de sus manos.
- ¿Quien eres? - preguntó, pero el chico solo sonrió.
- El maestro quiere verte, Shauna Vayne. Parece que has cruzado el límite.
La tomó del brazo con brusquedad, poniéndola de pie y guiándola a través de un pasillo a pesar de sus protestas y esfuerzos por soltarse. Observó su alrededor en busca de rutas de escape, pero el lugar le era completamente desconocido. Parecía un antiguo castillo abandonado, oscuro e iluminado por la misma enfermiza luz verde de su guía. Atravesaron arcos y puentes antes de ingresar a lo que parecía ser una gran capilla, con sus bancas y podio en su lugar, y un hombre similar a su guía (pero que aparentaba mayor edad) los esperaba de pie.
- Mi señor, he traído a la cazadora tal como pidió.
- Gracias Kayn. Puedes retirarte ahora.
Su voz era como escuchar el siseo de una serpiente, venenosa y maligna. El chico la arrojó al suelo de rodillas para luego hacer una reverencia y salir del lugar, dejándola con aquel nuevo personaje.
- Bienvenida, Señorita. Soy el Conde Vladimir, y hoy usted es mi invitada.
Las esposas que sujetaban sus brazos tras su espalda desaparecieron al instante. Se puso de pie palpando sus muñecas.
- Qué se supone que es este lugar. - dijo sin preguntar, como si fuera una orden. Aquello sacó una sonrisa al Conde, mostrando dos colmillos largos y afilados. Vayne lo observó mejor: piel pálida, ojos brillantes, colmillos... ¿un vampiro? "¿ES QUE ACASO AÚN EXISTEN ESAS PORQUERÍAS?" Pensó en su interior mientras su interlocutor caminaba hacia ella.
- Estamos en la capilla de mi castillo, señorita. Está usted en el inframundo. - pasó una de sus largas garras por una de las bancas, haciendo que emitiera un sonido desagradable - He solicitado su presencia al oír ciertas... noticias.
Se detuvo observándola, probablemente en busca de muestras de miedo. Al verla impasible, continuó.
- Sé que es usted una gran cazadora en su mundo, y que persigue al demonio de nombre Thresh. - ella asintió - He pensado que una alianza entre nosotros podría ser muy... beneficiosa para ambos.
- ¿Perdón? - dijo con incredulidad y desagrado.
- Como habrá notado soy un vampiro, encerrado aquí por la eternidad sin poder salir a la luz del sol. Pero soy un ladrón de almas, Señorita, y puedo prestarle parte de mi poder a cambio de algo suyo.
Vayne rió. - ¡No se por qué cree que aceptaría colaborar con un asqueroso demonio! Pero para que lo sepa, "Conde"; yo trabajo sola.
El sonrió y se acercó a ella, pasando sus garras por su brazo.
- Nunca fue una pregunta, querida.
Antes que el vampiro pudiera herirla con sus garras, se inclinó sobre el suelo y giró hacia un lado; no contaba con que el fuera mucho más rápido, y que de un solo golpe la enviara volando contra una de las murallas del recinto.
- ¡Bienvenida a mi reino! - dijo mofándose de su debilidad en aquel lugar maldito.
Vio como se acercaba, pero no fue capaz de levantarse del suelo. Una fina linea verde blanquecino parecía salir de su cuerpo e ingresar en una esfera oscura que tenía Vladimir entre sus garras... parecía que le estuviera extrayendo una parte esencial de si misma, pero no podía evitarlo. Cerró los ojos con fuerza y entonces... despertó.
"Una maldita pesadilla" pensó, sintiendo su cuerpo completamente bañado en sudor. No le prestó atención y se levantó para una ducha antes de su caza nocturna, reavivando el odio que sentía hacia su nuevo enemigo. Salió a cazar con aquel fuego dentro de ella; buscaba por toda la ciudad rastros de su presa, eliminando rápidamente a toda criatura con la que se topara. Sin embargo no encontró nada hasta que salió el sol.
Reinició su rutina diaria; dormir durante el día, salir a cazar y una que otra reunión o una comida afuera antes de irse a dormir, preparándose para la noche. La pesadilla la acompañaba cada día; abría los ojos en el cuarto oscuro y era llevada a la capilla, donde el conde solía realizar su ritual de ladrón de almas con ella hasta que era capaz de despertar. Pasaron unos días así, pero no le importaba; estaba acostumbrada a las pesadillas y no les tenía miedo. Sus noches de cacería en cambio se habían vuelto más letales, era más rápida y sanguinaria, y no se entretenía con sus víctimas como antes pues buscaba con voracidad al demonio de nombre Thresh, sin encontrar siquiera un rastro de su presencia.
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La Noche Más Oscura [ Thresh X Vayne ]
FantasíaLet us hunt those who have fallen to darkness... Vayne es una joven cazadora nocturna que encuentra un demoníaco enemigo: Thresh, el espíritu de la obsesión. Ahora debe enfrentar nuevos enemigos mientras evita convertirse en un demonio ella misma, c...