BIENVENIDO A MYSTIC FALLS las lectura de aquellas letras hacían a Morte suspirar, en serio que no había pensado regresar tan pronto a este lugar pero algo no le gustaba, no la dejaba dormir ni estar tranquila, solo iría ver que todo estuviera bien y luego regresaría con Kol.Llegó en la tarde a Mystic Falls, primero pasó a su escuela y como la mayoría estaba en clases nadie la vio entrar, pasó directamente a la dirección.
- Señorita Forbes, ¿Dónde se había metido?
- Lo lamento señorita White, ammm tengo una situación familiar y he estado en Denver, solo vine hoy, yo no voy a estar aquí por un tiempo, solo quería avisarle
- ¿Situación familiar? Liz no me dijo nada y Caroline tampoco
- (risa) Lo siento, ammm, no me refería a esa familia
- ¿Tiene acaso otra familia?
- (risa) Si señora directora, es una situación difícil de explicar
- Entiendo, por lo menos quiero verla aquí esta noche
- ¿Está noche?
- Es el baile de décadas, los 20's
- ...Aquí estaré
El timbre sonó y Morte quiso morirse ahí mismo, le sonrió a la directora y luego salió de la oficina, con pasos seguros y la cabeza en alto, todos a su alrededor se quitaban de su camino y la miraban asombrados. Salió de la escuela con la mirada de todos encima, subió a su auto y condujo hasta su casa, su verdadera casa, la residencia Forbes. Entró rápidamente y subió a su habitación, al entrar en su habitación se dio cuenta que todo seguía exactamente como lo había dejado, incluso aquella almohada seguía tirada cerca de la ventana, suspiró y entró a su baño a ducharse, cuando salió tardó varios minutos decidiendo que debía ponerse, se decidió por un top blanco, una falda a cuadros roja con negro, una chaqueta de mezclilla negra y unos botines con tacón del mismo color.
Morte buscó en su habitación algo importante que había dejado ahí cuando salió de sus casa, lo encontró en un escondite en uno de sus cajones, aquel anillo que había prometido no volvería ponerse, lo amaba y lo odiaba a la vez, por una parte la hacía sentir que era parte de algo, que la persona que se lo dio la quería, pero significaba volver a ese mundo, volver a ser la de antes.Suspiró y deslizó el anillo por su dedo anular de su mano derecha, el ruido de la puerta cerrándose la alertó, dejó todo como antes y abrió rápidamente la ventana, salió por esta haciendo el menor ruido posible, Morte buscó en una de las tejas la cuerda que solía utilizar para salir de casa cuando era pequeña, comprobó su resistencia y luego la lanzó hacia abajo, bajo por la cuerda y luego la aventó para que volviera a su lugar.
Morte caminaba por las calles de Mystic Falls pero su mente estaba en otro lado, en la casa en construcción, cuando Niklaus le dio ese anillo que no había removido desde ese día, "cuando te lo quites habrás dejado de amarme", no se lo había quitado, ni siquiera había pensado en el, y no podía quitárselo, no había dejado de amarlo solo se había cansado de hacerlo, pero no quería darle esa satisfacción a Niklaus.