QUIERO GRITAR, quiero romper todo, tomar los pedazos y lanzarlos por la ventana, quiero llorar pero las lágrimas no bajan, quiero sentir algo, quiero parar de pensar, quiero parar de recordar, quiero poder verme al espejo sin sentir asco, quiero tomar todos mis miedos y enterrarlos en el centro de la Tierra, quiero que el nudo en mi garganta desaparezca, que el negro en mis ojos se vaya y le de lugar al azul claro de mis ojos, quiero dejar de oír sus asquerosas voces, quiero que las intensas ganas de cortar mis venas se vayan, yo quiero...tener ganas de vivir.Morte estaba sentada en la orilla de la carretera, con la mirada perdida, sus cuerpo se sacudía con fuerza y sus uñas rasgaban la fina piel de sus brazos, la sangre ya caía por sus brazos pero Morte parecía no estar consciente, sus ojos perdieron cualquier rastro de brillo, su iris se volvió totalmente negra y su pupila se volvió de un tono grisáceo, Morte se levantó y comenzó a caminar sin un rumbo definido.
Morte se adentró en el bosque horas después, tenía heridas en los brazos, en sus manos y algunas en sus piernas, pero seguía sin ser totalmente consciente de lo que hacía, hasta que se dio cuenta de que un grupo la seguía. En cuanto intentaron acercarse a ella, tocarla, Morte reaccionó, tomó la mano del tipo y quebró su brazo haciéndolo gritar.
- Maldita
Otro sujeto se abalanzó sobre ella, Morte lo esquivo pero no vio el puño del otro tipo cerca de su rostro, Morte se tambaleó, su cabello cubrió su cara, una sonrisa surco en su labios, la sonrisa más rota que alguien podría ver, sus ojos brillaron en rubí, las venas en sus ojos se volvieron de un intenso color rojo, resaltadas por el negro que ahora sustituía al blanco.
Todos la miraron aterrados, una de las chicas que los acompañaba grito de terror, cuando todos iban a comenzar a correr, un corte en la garganta de todos los hombres se hizo visible, la sangre brotó de la carótida de los sujetos manchando a algunas de las chicas quienes gritaron, pero no se movieron, paralizadas por el miedo.
Morte hizo un puchero falso y miró a las chicas con fingida pena, ladeó la cabeza, sus ojos brillaban divertidos al ver el miedo en los ojos de las chicas.
- Qué lastima, son lindas, pero son testigos, no es como alguien vaya a creerles, una tipa en el bosque con ojos negros con rojo, mato a nuestros amigos sin ponerles un dedo encima
Morte dijo todo en un tono burlesco, moviendo las manos y dando algunos pasos, Morte simplemente estaba fuera de sí, las chicas la miraron aterrorizadas pero solo una de ellas se atrevió a decir algo para intentar salvar sus vidas.
- No le diremos a nadie, solo déjanos ir
- ¿No le dirán a nadie? Oh, está bien, entonces pueden irse, rápido antes de que cambie de opinión
Las chicas asintieron y se levantaron rápidamente pero antes de dar tres pasos la voz de Morte las detuvo.
- Esperen, cambie de opinión