Cap. 4: Encuentros indeseados

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POV. SESSHOMARU

He estado impasible desde hace 3 días, un escalofrío me recorre la espalda a cada hora y aunque no lo aparente es molesto, MUY! Molesto....

Llevo tres horas siguiendo el peculiar aroma de una inu-youkai, y he llegado a un claro con marcas de una pelea, no lo tome en cuenta y continué siguiendo ese aroma que tanto me está embriagando... (pero que demonios estoy diciendo!!) , camine hasta dónde provenía ese aroma... y vil fue la sorpresa que me he llevado... era aquélla miko que acompaña a el estúpido de Inuyasha, (pero, no se suponía que ella era humana?), detalle con la mirada los rasgos de su rostro, su piel nieva, las marcas rojizas en sus mejillas, las largas pestañas que adornan a sus ahora cerrados ojos...

-Te gusta...-

-Y a  ti?!, quién te ha llamado?...

-No lo niegues, tú sabes mejor que nadie que nos gusta...

-Cállate de una buena vez!, no necesito de tus sermones! -

-Pero no te recomendaría acercarte...-

Ignore lo que esa molesta voz me dijo y me acerqué a la miko, me faltaban quizás dos metros para llegar a ella pero algo me impidió el paso... (Un campo de protección...) Intenté acercarme de nuevo pero el campo me repelió haciéndome retroceder unos pasos.

-hum! Como quieras...-

Decidí dejar a la miko en ese lugar, no sin antes mirar a la humana ahora convertida en youkai....

FIN POV. SESSHOMARU

A un par de aldeas de allí específicamente en la tierra de Musashi*

-Inuyasha!, eres un idiota, como te entrevisté a dejar a Kagome sola en  bosque?!- le reclamaba la castaña a el susodicho mientras era retenida por un monje.

-Sango tiene razón Inuyasha, fue muy desconsiderado de tu parte el haber abandonado así a la señorita Kagome- dijo el monje con la pasividad de siempre.

-feh! Y eso que importa, además Kikyo reemplazará a la inservible de Kagome- bufó el hanyou.

-Monstruo! Como puedes decir eso?!, Kagome siempre te a brindado su ayuda para buscar los fragmentos de la perla y tu así le pagas!?- gritaba entre sollozos el pequeño Shippo.

-Déjenme en paz!, mejor me iré a buscar Kikyo para empezar a buscar los fragmentos restantes- dijo el platinado saliendo de la cabaña.

Con Kagome.

Eran alrededor de las 4 de la tarde y una joven pelinegra comenzaba a despertar de nuevo, despacio se levantó, y miró a su alrededor, soltó un suspiro.  ''Solo fue un sueño...''  pensó ella y se acercó a la orilla del lago.

-Haaaa! Pe-pero qué...- decía la chica viendo su reflejo en el agua, recordando lo que había pasado ya unas horas atrás.- así... que esto fue lo que hizo- se dio a sí misma una sonrisa nostálgica.

La pelinegra comenzó a explorar las nuevas partes de su cuerpo. Reviso sus manos que ahora poseían garras, sus labios se habían engrosando y cambiado de color de un rosa pálido a un provocador rojo carmesí, las puntas de sus cabellos habían cambiado de color, al igual que sus ojos que se habían vuelto azules, las marcas en sus mejillas y la luna creciente en su frente. Dio un hondo suspiro y se decidió por salir de ese bosque.

-necesito regresar a la aldea... pero por dónde? -dijo nerviosa la azabache.

La miko comenzó a ver el cielo para poder intentar encontrar con la vista el resplandor espiritual del pozo devora huesos, lo encontró pero unas serpientes caza almas llamaron su atención y decidió seguirlas llegando a una escena muy poco confortable, Kikyo e Inuyasha se encontraban plácidamente abrazados el uno al otro, la azabache quería irse de allí pero algo la impulsaba a lanzarse sobre el hanyou.

-Acaso no habías dicho que apenas lo vieras, lo matarías? -dijo seriamente una voz en los pensamientos de la azabache.

-Quien eres?-

-Tonta... yo soy tu!-

-Entonces, sí eres ''yo'', porque me tratas asi?-

-Porqué necesito que despiertes!-

La azabache al escuchar eso le dio una enorme jaqueca lo cual hizo que soltara un quejido que cierto hanyou pudo percibir.

-hay alguien aquí...- dijo el hanyou separándose de la miko.

El hanyou se encaminó a donde provino el quejido.

-Mátalos...- dijo la siniestra voz en la mente de la azabache.

-N-no, no puedo- dijo esta sosteniendo su cabeza entre sus manos.

-Claro que puedes y debes... el te humilló, desprecio y traicionó y es más quiso deshacerse de ti de la forma más sucia que puede haber!- esto le bastó a la azabache para ceder su cuerpo a su bestia interior.

-sal de una buena vez!- exigió el hanyou tomando su espada.

La azabache salió detrás de un árbol con la mirada al suelo.

-pero mira a quién tenemos aquí, la ilusa que se atrevió a desafiarme- El hanyou la miro detenidamente, ''Hay algo mal en Kagome, su olor ha cambiado, es como si ella fuese un... youkai!''pensó el.

-Kagome, entreganos los fragmentos de la perla!! - dijo tomando iniciativa la miko de barro.

-Para que se los entregaría a un saco de huesos como tu?- dijo la miko casi en un ronroneo ya que esta comenzó a gruñir.

-ni creas que nos asustas con eso!- ladró el hanyou desenfundando su espada.

-al parecer me tienes miedo- dijo aún cabizbaja la azabache.

-Y quién le iba a tener miedo a alguien tan débil- bufo el hanyou, sin contar que esa sería su sentencia de muerte.

-A quién has llamado débil!!- dijo la azabache en un rápido movimiento tomando del cuello al hanyou.

La azabache estaba totalmente furiosa, sus ojos se habían tornado rojos cual sangre, sus colmillos habían crecido y sus garras también.

-vas a pagar por lo que me hiciste!- dijo la youkai lanzando al hanyou contra un árbol.

-maldita...- el hanyou, confundido y furioso se incorporó e intentó atacar a la youkai con el viento  cortante.

-no lo harás de nuevo...-

Antes de ser tocada por el viento cortante, levantó su mano y purifico con una luz violeta el viento cortante.

-basta de juegos... acabaré contigo de una buena vez!-

La azabache comenzó a mostrar su nueva verdadera forma, convirtiéndose así en un enorme perro negro con la punta de las orejas grises, la inu-youkai se lanzó sobre el hanyou tomándolo entre sus colmillos impregnado veneno en su cuerpo, lo sacudió y luego lo lanzó estampando lo en el suelo, al ver que este no se movía dirigió su atención a la miko de barro que rápidamente le lanzó una flecha para poder sellar la, pero la inu-youkai fue más rápida y la golpeó con su cola dejándola inconsciente. La youkai comenzó a sentirse mareada y débil y un haz de luz la envolvió llevándola sin rumbo fijo.
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Tururú, tut, turú, tururú,  tut, turuú...
Jeje, gracias por leer, por fin les traje el cap. 4 , perdonen si tarde mucho (claro excusas) han de decir, pero han de entender mi tardanza (escuela), bue... espero y les haya gustado ^-^
(Significado del *: según la 3 película de InuYasha asi se llaman las tierras en dónde se encuentra la aldea de la anciana Kaede)

Sin más me despido

Kira (~*-*)~

Lágrimas de sangre (DECERTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora