CAPITULO 7

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De vuelta al hotel, Christian estrecha mi mano en el coche y yo lo miro y le sonrío

-Fue un día muy bueno para Grey's Enterprise 

-Sí, fue un día excelente

-Me alegro que hayas conseguido el contrato

-Yo también... tu eficiencia es asombrosa- le sonrío. Cuando llegamos al hotel solo pienso en tomar una ducha tibia y acostarme un rato. Esto de andar despertándose tan temprano no es lo mío. Entonces siento un cuerpo detrás de mí y una respiración cerca de mi cuello

-¿Por qué no abres la puerta, qué te detiene Rose?- giro el picaporte y me empuja suavemente. Sin dejar que lo mire me quita el portafolios y el bolso y los coloca suavemente en el piso. Me rodea la cintura con sus brazos y me besa el cuello

-Ummm

-¿Qué significa eso? ¿te gusta?

-Mucho

-¿Tenías algún plan?

-Una ducha tibia y dormir

-Ya veo... podemos tomar juntos la ducha tibia, podemos tener sexo y después podemos dormir ¿te parece bien así? 

-Parece un plan

-De eso estamos hablando cariño- me quita la remera y el corpiño y suavemente acaricia mis pechos

-Son perfectos... entran justo en mis...- 

-¿En tus manos?- me apresuro a decir

-Si- responde rápidamente como para olvidarse. Toco su erección sobre el jeans para tratar de que olvide lo que acaba de suceder pero no, él se aparta. Me doy vuelta y lo miro fija

-¿Qué ocurre?

-Yo no creo poder hacer esto ahora-

-¿Por qué?- el suspira profundamente

-¿Recordaste a Anastasia verdad?

-Sí, lo siento... no quiero herirte- me acerco a él y tiro de su cinturón. Lo miro a los ojos, profundamente. Concentrándome en el gris de su mirada. En el gris que tanto amo. Esta mal. Esta herido. Esta triste

-Déjame intentar que te olvides de ella...

-Vas a fracasar Rose

-Entonces déjame intentar que al menos cuando queremos estar juntos, no pienses en ella y no digas su nombre

-Cariño, no creo que eso sea fácil. Quizás me apresuré en esto del sexo... quizás no esté listo todavía- no pienso permitir que se vaya sin haber hecho el amor conmigo. Lo empujo contra la puerta y lo beso furiosamente. Le muerdo el labio y el cuello mientras mi mano traza círculos en su pene erecto y duro. El gime. Sé que quiere estar dentro de mí, pero mi recuerdo no se lo permite. Y yo necesito de él. De su cuerpo, de su sexo, de sus besos. Le quito la camisa y desabrocho el pantalón.  Me agacho y le quito también sus zapatillas y las medias. De un tirón le bajo el pantalón y se lo quito también. Solo queda en bóxer mientras yo me desnudo toda.  Me acerco a él de nuevo que me mira sorprendido. Me arrodillo y toco su erección por encima de la tela. Él cierra los ojos dejando escapar un suspiro. Pongo mis dedos entre su piel y el elástico de los bóxer y se los bajo suavemente. Christian levanta una pierna primero y luego otra. Tarea cumplida, lo tengo desnudo... todo para mí. Me meto su pene en mi boca y voy saboreándolo lentamente. Christian jadea... oh si cariño, yo recuerdo como te gusta. Aprieto apenas mis dientes contra su longitud y lo saco de mi boca. Beso su punta con suaves toquecitos de mis labios. Y respira muy pausadamente. Lo succiono todo. Esta todo dentro de mi boca y me muevo mientras sale y entra. Mi lengua acompaña cada movimiento. Lo escucho respirar agitado. Excitado. Así es como te gusta Sr Grey. Lo sigo haciendo. Beso, succión, dientes. Él me toma del cabello suavemente y empuja un poco más. Me sostiene un momento así y luego me suelta. Vuelvo a besarlo y a succionar. Y de golpe, con un gemido ahogado, siento la tibieza de su orgasmo en mi boca y su suspiro relajado. Y trago. Me aparto y me paro. Él tiene los ojos cerrados y respira lento. Como dejando que el aire llegue de a poco. Cuando abre los ojos el gris está un poco más iluminado

Christian Grey, 50 sombras y luces parte IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora