-Hola hermosa- es mi amor
-Hola bombón
-Vas a hacer que me sonroje
-¡No lo hagas sin que yo te vea! ¿Qué ocurre?
-Paso a buscarte en una hora
-Christian
-Solo cena... lo prometo
-De acuerdo
-Pero ponte algo bonito, vamos a un sitio "ostentoso"
-Diablos...
-¿Perdona?
-Nada, nos vemos en una hora
-Adiosito nena- me sonrío ¿Qué necesidad de ir a un lugar ostentoso? Pero bueno, es mi cincuenta y no lo voy a convencer. Estreno mi vestido negro de strapless y unos zapatos no muy altos color crema haciendo juego con el bolso. Cuando me avisa que ha llegado bajo a encontrarme con él en el estacionamiento del Escala. Cuando el ascensor se abre Christian me mira asombrado
-Estas...- ¿lo he dejado sin palabras?
-¿Estoy...?
-Guau Ana, no, voy a cancelar, todos los tipos del restaurante se van a babear contigo- lo tomo de las solapas del saco
-¿Y crees que las mujeres no se van a babear por ti Christian?
-Pero tú puedes controlarte, yo no
-Pero van a mirar... solo tú me tocas, solo tú me besas, solo tu porque yo soy tuya ¿recuerdas?- un suspiro de alivio y deseo sale de su boca
-Eso es cierto... vamos- guau ostentoso no es suficiente para este lugar. Parece un castillo antiguo pero lo peor es que está lleno
-Está completo
-No, yo tengo reservas en el comedor de arriba- y claro... ¿Por qué me extraña? Subimos unas hermosas escaleras y mi novio tan atento como siempre me abre la puerta y entonces escucho
¡¡¡Sorpresa!!! Todos están ahí... incluidos... papá, mamá. Corro hacia ellos con lágrimas en los ojos y los abrazo muy fuerte
-Princesa- me dice Ray en el oído
-Papá... te extrañe tanto- miro los ojos vidriosos de mi madre- mamá
Lloro de felicidad. No entiendo nada pero las personas que más amo está aquí esta noche. Los dos me miran y sonríen. Christian me toma de la cintura y apoya su cabeza en mi hombro
-¿Qué es todo esto?- le pregunto
-Una mini fiesta de compromiso- lo miro con todo el amor que mi mirada puede reflejar. De fondo, en la música, violines y piano. Me siento de verdad como la princesa de un cuento encantado. Lo beso mientras me cuelgo de su cuello y todos aplauden
-No olvide que no estamos solo Srita Steele- me dice susurrando en mi oído
-De acuerdo... gracias por esto... te amo- y le doy un suave beso. Nos sentamos los dos solos en una pequeña mesa desde todos nos ven. Somos pocos pero que feliz estoy de que estén todos aquí. Taylor y Gail incluidos. Comemos una pequeña entrada y luego nos traen el plato principal... una deliciosa carne asada con papas y ensalada. Todo acompañado del vino del nuevo socio de Christian... Martin Basteri. Después de la comida nos sirven helados de varios sabores y un espumante. Christian se para y veo que agarra algo ¿es un micrófono?
-Buenas noches a todos... y gracias por venir, si hubiera tenido que invitar gente por cortesía seguramente el restaurante hubiera quedado chico. Pero están aquí los que realmente importan, los que Ana y yo queremos que estén. Nuestros padres, mis hermanos, sus parejas y amigos muy queridos y sinceros. Cuando la vez pasada anunciamos con Ana que nos íbamos a casar fue en mí cumpleaños para sorpresa de todos. Han pasado demasiadas cosas desde aquel día. He cometido muchos errores, pero no sé porque cosas del destino o la vida, esta maravillosa mujer, el amor de mi vida, mi todo, ha aceptado seguir a mi lado a pesar de la oscuridad que todavía habita en mi- entrecierro los ojos y le aprieto la mano
