You are my sunshine

Capítulo 6: Siesta

Izuku acomodó las almohadas para hacer espacio para ambos sobre la cama. Cuando habían empezado a ver películas o series juntos por las noches siempre era en el escritorio, uno en la silla y otro en la cama. Pero un día que estaban viendo un documental sobre All Might que habían filmado en Estados Unidos los subtítulos eran muy pequeños y tuvieron que poner la computadora en la cama, y sentarse los dos ahí. Era mucho más cómodo, así que se había quedado así.

(Además así estaban más cerca el uno del otro, que sus rodillas o sus brazos se rozaran de vez en cuando electrizaban su piel).

Aunque ya no era una novedad de cuando estaba cerca de Todoroki, ese día se sentía especialmente nervioso. Desde el día anterior con su cita, y luego que había insistido tanto en ayudarle. No sabía describirlo pero sentía que algo había cambiado entre ellos, aunque aún no lo habían dicho. Y pensar en que estaría tan cerca de él...

—¡Ya está listo! –anunció, señalando la cama para indicarle a Todoroki que se sentara ahí mientras iba por su computadora a su escritorio y buscaba el programa que quería ver.

Sentía la presencia del otro chico en su cuarto como si abarcara todo el espacio y lo envolviera. Eso lo ponía nervioso. Cuando encontró el programa llevó la computadora a la cama y se acomodó en el espacio que Todoroki había dejado.

Dio un respingo cuando sintió que Shouto lo rodeaba con un brazo, abrazándolo y acercándolo a él. Se ruborizó, al sentir que perdía el control de sus latidos, pero se acomodó, recargándose en su pecho.

—¿Estás bien así?

El aliento en su oído lo estremeció. Hizo un ruidito de asentimiento y trató de concentrarse en el programa. Estaba un tanto adormilado, el cansancio por la curación de Recovery Girl haciendo efecto. Y el calor del lado izquierdo de Shouto lo relajaba aún más.

No sé dio cuenta cuando se quedó dormido, sólo que cuando despertó los créditos del primer capítulo estaban corriendo. Alzó la cabeza y miró a Todoroki, que lo miraba de vuelta con una discreta sonrisa.

—Siento haberme dormido –murmuró adormilado.

—Tu cuerpo lo necesitaba.

—¿Qué tal estaba el programa?

Todoroki se sonrojó un poco y miró hacia otro lado.

—No le puse mucha atención —confesó—, podemos verlo otro día que estés menos cansado.

Izuku asintió, separándose de Todoroki y estirándose.