✧*。C a p i t u l o 19

352 51 15
                                    

☆.。†.:*・゜☆.

Era una hermosa tarde, muy hermosa para realizar un cambio. Sin hacerse esperar las amigas de Dib se encontraban junto con el, esperando el tiempo de visitas, pues entre todas cooperaron para que lo atendiera un médico, lástima que el dinero no era suficiente, sin embargo alguien bondadoso se ofreció a cuidarlo sin importar el pago, y vaya, que amor por el trabajo tiene ese doctor.

-¿Cómo te sientes? - Pregunto el doctor acercandose a el

-eh...bien(?)-

¿Debería mencionar que estoy mal emocionalmente?..bueno, la gente me tacho de loco, y si se corre el rumor del drama, con más razón me llamarán así, no quiero ser de quién se burlen está vez, pensaba para si mismo, aguantando las lágrimas pues parte de su estabilidad se había perdido.
El chico de ojos avellana espero pacientemente que el médico terminara su análisis, mientras veía por su puerta abierta, como sus amigas bromeaban con zim. Todo eso hasta que vio a Gaz, llevaba tomada de la mano a alguien.

Dib's prov

Vi la pequeña cabeza de mi hermana asomándose ligeramente por la puerta, en ese momento mis movimientos eran nulos, pues podría interrumpir mi análisis y mi cambio de suero.
Gaz con sus finas manitas fue abriendo poco a poco la puerta, pude ver cómo tomaba a alguien de la mano, mi corazón se aceleró ¿Padre, te has redimido de tu error? .
Inicie a alterarme y por ende, el pitido de la máquina que me torturó toda la noche recordándome que sigo vivo, inicio a sonar más rápido.

-¿Estás..? - pude escuchar decir al doctor, sentí como su mirada se poso en mi, y cuando voltee a verlo, su mirada ya estaba en Gaz. - ¿La conoces?

-Es..mi hermana

Gaz sin pena alguna, abrió la puerta, revelando quién se encontraba con ella.

-¿Interrumpo? - Menciono con su típico tono

"En serio la odio por emocionarme así, que estupido", pensé mientras desviaba mi mirada con indiferencia para ver cómo el doctor tomaba sus cosas y procedía a marcharse.

-yo los dejaré solos, no te quites el suero y en un momento te traen tu comida - Volteo a verme con una sonrisa sutil - Suerte.

Prov's.

-¿Cómo estás? -se acerco aquella chica de cabellos castaños, inclinándose y reposando sus manos en la cama-

"Más te vale suplicarle a dios por lo que me has hecho", pensó para si mismo, sin notarlo, la mirada del chico cambio a una que perfectamente denotaba las emociones de rabia, enojo pero a la vez una pizca de dolor.

-bien -se limito a decir el chico

Las amigas restantes del grupo, zim y Gaz entraron al cuarto, notando la evidente tensión que dominaba aquella sala. La chica para evitar que sus sentimientos salieran a flote en aquel momento, se limito a levantarse e irse del cuarto.

-¿Qué hacía esa bastarda aquí? - Menciona Dib

Su furia era evidente, no se hizo la espera y miro a todos denotando enojo, "¿A quién se le ocurrió la estúpida idea de traer a esa babosa aquí?" Quería decirlo, sin embargo, su ego de no hablar mucho de ella para evitar cualquier recuerdo nostálgico que hagan dudar de su odio  era más fuerte.

-Le avisamos e insistió en verte, ella te quiere ¿A caso no te das cuenta? -Menciono María con un tono frustrado, pues no soportaba la tensión.

-No pues si, lo veo claramente con mis ojos - Río sarcásticamente para después acomodar sus gafas redondas.

Las amigas trataban de hacer entrar en razón a Dib, sin embargo, ellas no entendían como él se sentía, y él era tan terco que no solo lo cegaba la vista, sino el orgullo. Por otro lado, la chica de gorro rosa se encontraba caminando impaciente en los jardines del hospital.

- ¿Qué he hecho para que me trates así? ¿Me odias verdad? - Pensaba para si misma mientras, miraba por última vez la ventana donde se encontraba su amigo riendo.
Lo vio reír, iluminar el día con su risa, hasta que de repente, aquel chico que era su amigo, la miro, y en su cara no había más que asco reflejado. La chica afligida y con los sentimientos como finos pétalos de flores, decidió marcharse. Por el camino no solo estaban sus pasos, sino sus lágrimas.

2 días después

El chico después de alimentarse, y hacer caso a los médicos, salió de alta, claro, aún tenía que tomar suplementos alimenticios, sueros y demás cosas. El doctor fue tan amable que el mismo se aseguró de llevarlo hasta su casa, en su carro. Durante este trayecto nuestro protagonista inicio a pensar

-¿Qué haré so no puedo ir a la escuela? ¿Seré un vago? No no..hay gente que se empeña en seguir adelante ¿Debería hacer lo mismo después de tratar de matarme 2 veces? - Pensaba para si mismo mientras veía por la ventana un pequeño diluvio.

-ya llegamos - Menciono el doctor alegremente, quién, procedió a abrir la puerta en donde se encontraba Dib y ayudarlo a bajar.

-Oiga doctor, una pregunta - Se atrevió a preguntar, mientras de reojo, miraba en la ventana de la casa, un pequeño ser verde, de ojos magenta que lo miraba atentamente y como es de costumbre, se limitaba a hacer gestos burlescos.

-Una respuesta - Se rió levemente y procedió a apoyarse suavemente sobre la puerta de su carro.

-¿Cómo puedo seguir adelante, si los estudios para mí eran todo? - Dib mientras decía eso bajaba la cabeza, lágrimas nuevamente iniciaron a cubrir sus ojos, pero había alguien que no las quería dejar salir.

-Puedo ayudarte, sin embargo, me han dicho que ya trataste de matarte una primera vez. Para ayudarte necesito que me demuestres que quieres seguir adelante, que puedes con la vida, que puedes comprar todo pero entiendas lo que compras. Necesito que salgas adelante, pero no del todo, para que yo pueda darte un empujón. Que veas lo difícil que puede ser la vida, sin cerrar los ojos -se limitaba a decir el doctor - Bueno, tengo más pacientes esperándome, cuídate ¿Sí?

Dib se despidió de aquel doctor amigo suyo, camino siguiendo el camino de gradas, mientras vio que la silueta verde en la ventana ya no estaba. Tomo con cuidado el pomo de la puerta e introdujo la llave, soltó un respiro, unos minutos miraba la casa de color  verde, como si tratara de que su mente se adaptará a qué aquí era donde quería vivir, donde aquí quería iniciar nuevamente...o tal vez donde allí habitaba su felicidad.

Tomo valor, se paró firme y su mirada cambio a una de seriedad ¿Se había arrepentido o se lo estaba tomando bien?. Abrió la puerta lentamente, los crujidos y pequeños saltitos robóticos al otro lado, se hacían presentes. Trago saliva y al abrir completamente la puerta, rápidamente entro en la casa, cerrando la puerta nuevamente, erguido, con miedo y nervios revoloteando su estómago, miro al robot quien lo esperaba impacientemente y no hizo más que abrazarlo con todas sus fuerzas, claro, teniendo cuidado. Pero su abrazo fue correspondido, un cálido abrazo con cálidas palabras, puede ser lo mejor para días con diluvio.

-Estoy en casa- pensó en voz alta o...¿Tal vez se le escapó decirlo?.

☆.。†.:*・゜☆.

•|Hola! ¿Cómo están? Espero que bien, yo soy kreizy, y el día de hoy les traje un nuevo capitulo. Muchas gracias a las personas que siguen activas aún que tarde en subir contenido, gracias a todos por su apoyo y por sus valiosos comentarios. Los quiero 💚✨

•||E M O T I O N A L - F I G H T  (ZADR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora