✧*。C a p i t u l o 20

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Habían pasado meses desde que el menor de la familia Membrana había salido del hospital, meses en los que sus amigas lo iban a visitar, llevándole comida para que no se muriera con tanto waffle que le daba el pequeño Gir.
En esa tarde algo cambiaría, pues, lo mejor de tener un ciclo es romperlo y tomar las riendas del asunto por voluntad propia. En aquella tarde con pequeña lluvia, dentro de la humilde morada alienígena, el trío de amigos se encontraban recostados en el sofá, mirando la televisión, pues, era lo único que los mantenía distraídos en ese momento.
Una película animada es lo que veían, la cinta tenía como nombre "Rango", entre broma y broma, apreciaban atónitos cada parte de la película, y es que es hermoso ver cómo hay joyas que no envejecen.

-E interrumpimos la programación de Rango, para informarle que exitosamente, Gaz Membrana, la reconocida hija del profesor Membrana, ha sido la ganadora de la liga mundial de videojuegos. Atribuyendo su gran premio, a la ciudad, y parte de dinero a fundaciones sin fines de lucro. Y quién, tan bondadosamente, ha venido aquí a brindarnos una excelente entrevista.

-Lamento informarle mi humilde reportero, que mi querida hija, no se encuentra aquí, viajo hacia otra competencia, espero que gane pues es la única de la familia de quién me siento orgulloso. ¡Ánimo mi pequeña!.
Aún que sus logros no atribuyan a la ciencia real, estoy orgulloso de lo que quiere ser, puesto que, podría programar una realidad sin peligro si es que es posible. - Mencionaba con orgullo el profesor.

-¿Qué pasó con el otro chico? - Pregunto dudoso el reportero, acomodándose la corbata con evidentes nervios brotando de la piel.

-¿Qué? ¿Cuál? - La tensión se hacía presente virtualmente.

El profesor realizó una seña, que significaba que quería que cortaran la entrevista, sin embargo, la cámara dejo de grabar, pero uno de los micrófonos y la cámara auxiliar seguía grabando, sin imagen por supuesto.

-No me vuelvas a mencionar a ese bastardo ¿Sí?, No me interesa nada de el, yo no soy su padre, el mismo lo dijo, y por ende ya no es mi hijo. - Decía con un tono irritado, y raspando su voz tratando de sonar lo más dulce (aún que falló) posible.

El azabache, al escuchar eso, sintió como en lo más profundo de su corazón, las heridas volvían a brotar, y su tristeza iniciaba a romper la pequeña caja de cristal que la componía, lágrimas de dolor y de impotencia se asomaban por sus ojos, el reflejo de la tele se proyectaba en sus lentes, y el sonido de esas gélidas palabras resonaban por su cabeza.

-...¿larva? .- Raspaba su chillante voz el alien.

-¡Larva!.- Volvía a molestarlo.

Sin embargo, cansado de no obtener una respuesta por parte del contrario, se levantó del sillón y se fue del lugar, dejando al chico en shock solo con sus mareantes pensamientos.
Pasaron 10 minutos aproximadamente, hasta que el joven, reaccionó y decidió salir a la calle, tomando el pomo, y viendo por última vez aquella casa tan decorada como extraña.

Durante su trayecto sin rumbo, se detenía a ver las tiendas, y de vez en cuando, recibía burlas.

-¡Malagradecido! -Gritaban las personas.

-¡Estúpido loco! -Le seguía un coro.

Y durante su caminata,  se encontró, que un centro de venta de artículos telefónicos estaban pasando una noticia.

-Buenas noches, me agradece presentarme ante ustedes, soy Tina Clay, en nuestra emisión de hoy, déjenme decirles colegas, que las noticias andan candentes.

-¿Cómo? ¡Cuenta cuenta! -Mencionaba la reportera.

Por curiosidad, el pelinegro se veía envuelto en aquella curiosidad, quién, se paró en seco, mirando el par de televisiones, a su alrededor, gente embobada por la intriga, imitaba su acción.

•||E M O T I O N A L - F I G H T  (ZADR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora