• Capítulo 23

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Los chicos tarareaban tontamente canciones que los animaban, tales como, "trought and trought" de Kai dreams, y otras miles. Ambos sabían, que se había acabado el tiempo en donde sus amigas, a escondidas, iban a darles alimento.
Se había acabado la dependencia hacia personas que veían una vez al día si es que podían.
Caminaron las profundas calles, admirando el edén de ese día, e iluminaron la noche con sus sonrisas.
Eran felices después de tanto tiempo.

-¿Y que se hace cuando trabajas?.- Pregunto Zim parando en seco.

Dib camino uno, dos, tres pasos, hasta darse cuenta de la pequeña distancia entre el y su amigo.

-¿Disculpa?.- Pregunto dib.

-dije...¿Que se hace cuando trabajas? Estúpida larva, a parte de cabezona, sorda. -decia incorporándose a lado de su amigo.

- Bueno..pues..tenemos que pararnos temprano, arreglarnos, salir de casa e ir al lugar de trabajo, y allí, esperar a que nos den las indicaciones a seguir.- Decía Dib jalando a Zim del brazo.

-vaya...osea que no vamos a estar de inútiles.. - comento el Alien- claro, inútil tú, porque con mi superioridad y mis artefactos, no soy un ser inútil, al contrario, el gran Zim tiene un ingenio que en toda tu  cabezot-

No termino de completar la oración, puesto que, aquel agarre del pelinegro lo enganchó hasta que una  brisa de emociones llenó a Dib, quién  corrió como nunca en su vida lo había hecho, lloraba pero reía, las casi nulas personas presentes los miraban extrañados. Así fue, hasta que se alejaron bastante de aquella cafetería, donde, el silencio gobernaba en aquel barrio viejo en el que vivían. Los pasos veloces a los que iban ambos.
Los ojos magenta del alien se deleitaban con aquella rara escena, reía cuando el reía, sin embargo, la empatía era más fuerte que su ego y sin darse cuenta, sus ojos se vieron inundados de un líquido transparente con un tono violeta muy tenue.
El mayor, no paraba de correr y de reír con lágrimas en sus ojos, todo era lindo, hasta que al entrar a su antigua cuadra, se vio un cartel de aquel dr. Que era su padre, junto a su ahora "única hija".

-¡No soy inútil! ¡Aún valgo! Aún valgo...algo ...aún que no sea para mí padre..valgo para otra persona...creo.- Menciono sereno, dejando de correr y sus lágrimas iniciaron a fluir como si nunca lo hubiesen hecho.- aún que no sea nada para ti...te quise como tú no me quisiste.- replicaba- ¿Qué te he hecho padre? Lo siento..

Zim sabía que aquel anuncio luminoso le iba a afectar a Dib, sin embargo, no se imagino la gravedad, además, la mente ingeniosa de aquel ser estaba sumida en otro asunto un poco más complicado (en sus palabras) de entender.

¿Por qué las emociones humanas cambian? ¿Por qué estoy llorando por algo que no me está pasando a mi? .- Pensaba el Alien, ignorando que aún salían unos pequeños sollozos de su boca y lágrimas (si es que se le puede llamar a eso) salían de sus ojos cuando observaba la melancólica escena de su amigo. Cuando salió del tráfico de dudas, se recuperó en sí, miro al cartel, quién, promocionaba a la familia Membrana como una familia de genios e ideal.. sin embargo, en aquella foto, faltaban dos personas.
Miro a su lado, buscando a su compañía, aquel amante de lo paranormal ya no se encontraba a su lado, no podía escuchar su risa, sus burlas... Guardo silencio, y con la poca iluminación que contenía aquel lugar, busco a su amigo.

.-¿Dib?.- cuestionaba en la oscuridad.

A los lejos, unos pasos apresurados y debajo del cartel luminoso, se encontraba aquel pelinegro que tanto buscaba. Ni pronto ni tarde, activando su pak Zim logro llegar en donde se encontraba su amigo, quién se encontraba temblando, llorando y sollozando.

•||E M O T I O N A L - F I G H T  (ZADR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora