Solangelo: regalo de la luna 1/2

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Nico

Estaba esperando a Will que acabará su turno como interno, ya era su último año con ese puesto, en muy poco tiempo seria un doctor con su título y todo.

Estaba en un banco en el parque al lado del hospital cuando una señora con una bebé en una carriola se sentó al lado mío, eso era extraño la mayoría de la gente mortal me evita ya que les parezco un "asesinó en serio" pero ella no, da igual no me importaba de todos modos.

Me puse a escribirle a Will que porque se tardaba tanto cuando sentí un pequeño balbuceo, quite la mirada de mi celular (anti monstruos) para ver como un bebé me observaba atentamente, cuando sintió que por fin capto mi atención sonrió con sus nulos dientes.

Sentí una punzada en el corazón al verlo, estuve en transe en unos minutos cuando me di cuenta que la señora ya se avía marchado con su hijo y Will estaba moviendo el hombro.

—Nico amor despierta— dijo tomándome del hombro.

Solo lo mire y atiné a decir lo que estaba pensado en el tiempo desde que vi al bebé asta que Will me saco del transe.

—quiero un bebé— mi respuesta sorprendió al rubio ya que pregunto.

—¿Que?— dijo anonadado.

— quiero un bebé, quiero un bebé, ¡quiero un bebé!— dije agarrándolo por la camisa.

-en el Olimpo-

Omnisciente

Dos diosas y un dios estaban viendo aquella escena con ternura y un tinte de amargura.

Hestia estaba en su forma de mujer mirando desde su fuego (ya que los tres dioses estaban arrodillados para ver la escena por las llamas de la fogata) como su sobrino le decía en un tono de niño chiquito a su ya esposo desde un año atrás que quería un bebe.

La diosa del amor estaba arodilladá en un cojín como su pareja yaoi favorita hacían una escena tan tierna para sus ojos.

Y por último el padre del rubio miraba divertido como su hijo se convertía en un tomate por la vergüenza que le causará que su azabache esposo le dijera eso en público, ya que no era costumbre de Nico llamar la atención así.

Por la sala de los tronos estaba pasando una niña pelirroja con dos de sus lobos cuando se percato de los tres dioses arodilladós en las cenizas de la fogata.

Esto le extraño a la diosa de la luna, ya que, si que su tía Hestia se la pasaba asi, no era común de que su hermano y Afrodita estuvieran asi también.

Por curiosidad se acerco para ver que estan mirando.

"Sabes que se tardaría mucho los tramites de adopción y además se complicaría por la homofobia cariño"

Las palabras de su sobrino la dejaron muda, ¿Que esta pasando?.

"Lo se pero quiero a el bebé, lo quiero de verdad"

La pelirroja lo entendió al instante, el pequeño mocoso quería un bebé, se fue a sus aposentos con los lobos siguiéndola, una parte de ella se sentía mal por el chico.

Al llegar se acostó en su cama, sus lobos la miraban desde el suelo.

—no me miren asi— dijo dándose la vuelta desviando la mirada de los dos lobos.

~es lo menos que puedes hacer por el, le quitaste a su hermana~

Espera tu quien eras, dijo mentalmente la diosa.

~tu consciencia~

Enserio los dioses tenemos una, pregunto extrañada.

~si pero no nos escuchan a menudo, la verdad sea dicha~

Mortales conocen semidoses 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora