Era el aniversario de Nico y yo, así que decidí llevarlo a un café que hacían postres italianos.
Al entrar y sentarnos en una mesa una mujer con tatuajes vino a atendernos.
—que les puedo ayudar jovencitos— dijo con una sonrisa.
—me das un tiramisú por favor— dijo Nico señalando el menú.
—y a mi un Panna Cotta si es muy amable— dije a la mujer que estaba anotando en una libreta el pedido.
—listo, esperen, en unos minutos traigo su orden— dijo con una sonrisa.
Mientras la mujer nos traía nuestros postres tome la mano de Nico por encima de la mesa.
El se sonrojo un poco, todavía no se acostumbraba al contacto físico a pesar de llevar varios años saliendo.
Me acerqué a la cara del menor y le plante un pequeño besó en sus labios.
De pronto sentí una mirada cargada de odió a nuestra dirección, no le tome demasiada importancia, ya había pasado antes, ya era algo normal en nuestra vida fuera del campamento.
Pero todo cambió cuando una mujer de mediana edad se acerco a su mesa, no se veía muy amable que digamos.
—¡¿Que están haciendo?! ¡¿No ven que hay niños presentes?!— dijo frunciendo el seño.
No la escuché, llevaba los suficientes años fuera del clóset para que esa clase de comentarios no me afectara, pero Nico se ve que le afecto un poco ya que bajo la cabeza con timidez.
Omnisciente
Mientras la señora estaba gritando a la joven pareja un par de amigos observaba el disturbio ovacionado.
—Mady, no lo hagas— dijo el chico sabiendo las intenciones de su amiga.
Pero nada sirvió ya que la chica se paro en dirección a la mesa de la pareja.
—oiga señora, no moleste a estos dos chocos por favor— dijo la de pelo bi color.
—tu lo dijiste, ¡dos chicos!, Es muy inapropiado— dijo la mujer cruzando sus brazos.
Mientras la conversación duraba más el pequeño italiano se sentía cada ves más incómodo.
—tampoco es que meterse en las vidas ajenas de los demás sea lo más ético señora— dijo la joven con un semblante serio.
La mujer la miro por unos segundos desgastada.
—lo dijo enserio, hay mucho loco en este país que le le gusta que otras personas se metan en sus asuntos, si es que quiere mantener su vida legos del peligro le aconsejo que se centre más en su vida— dijo para darle una sonrisa a la mujer, causándole de pasó un escalofrío a los presentes.
La señora hiba a responder pero una vos detrás de ella la interrumpió.
—señora si no va a comprar algo le pido que se retiré, le está haciendo un mal a mis clientes— dijo la señora que atendía la cafetería.
Mady
Al volver a mi mesa junto a Coddy el empezó a hablar.
—enserio no puedes no llamar la atención una sola ves— dijo en reproche.
—tampoco es que me juste hacer tanto alboroto Coddy— dije girando los ojos.
Volteé a mirar a la pareja irse por la puerta abrazada entre si.
—pero si una persona está faltando el respeto a alguien yo jamás me quedare mirando— dije para luego mirarlo sonriendo.
El castaño suspiro y sonrió.
—Mady, ojalá más personas hicieran lo que tu, tienes un muy blanco corazón— dijo cerrando los ojos en una sonrisa.
Will
Al llegar al campamento me di cuenta que no le avisamos agradecido a aquella chica por defendernos, tal ves jamás podremos volverla a ver.
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Aclaraciones
•Mary ya avía "cermoneadó" a otras personas antes, por eso Coddy le dijo eso.
•Nico todavía segue con los traumas de nacer en un siglo que estaba mal visto lo que el es, así que es más susceptible a salir más afectados en estas situaciones.
•esta es la primera ves que alguien ajeno al campamento defiende a la pareja en un ataque homofóbico.
Personajes
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Dueña de la cafetería
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Mady
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Coddy
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