Te necesito aquí. [Pausada]

006

Pablito.

Había pasado un día desde que el súper intendente había "matado" a Pablito, no había dormido, no habían comido, ni siquiera habían hablado con alguien.

-¿Hicimos mal?- Horacio hablo.

-N... No, él, él era un asesino- tomo una pastilla y la miró, Horacio contaba sus dedos.

-Pero, ¿Sabes por qué lo hice?- Horacio lo volteó a ver- Por qué él y yo habíamos terminado. Estaba enojado, quería vengarme. Sigue segismundo...

Gustabo escuchó eso dejando caer su pastilla, lo miró llevando sus manos a la cara del otro.

-¡¿Te estás escuchando?!- no grito, solo alzó un poco su voz.

La respiración empezó a fallarle, se estaba sintiendo demasiado mal.

-Si, Gustabo, Pablito y Segismundo me engañaban- Gustabo lo abrazó, lo apoyaba, lo quería.

Y si el quería deshacerse de su amado "Segismundo" lo haría.

-Esta bien- la vibración de su celular hizo eco -Es segismundo...

-No contestes- Horacio le habló, suave y molesto.

-Esta bien- Se levantó de su sofá, sentandose en las piernas del otro.

Se hacía bolita en Horacio, siempre cuando estaba nervioso y quería mimos, eso es lo que hacía, estar en los brazos de Horacio para el era relajante.

-Ya somos policías- Horacio le termino por decir, besando su cabeza, comenzando una sección de mimos mutuos.

(...)

-Muy bien, Horacio, somos policías alumnos- su teléfono sonó.

-Ponlo en silencio Gustabo- Horacio le miro fijo- por favor, hoy es nuestro primer día de policía, que nadie lo arruine.

-Vale- obedeció a Horacio.

...

-Vamos Horacio, ¡Que es nuestro primer persecución!- Gustabo le animaba.

-¿Gustabo, has mirado a el comisario Volkov?- la pregunta le hizo distraerse.

-Hombre, pos' claro, él es el que me atendió- hablo mirándolo- ¿A qué se debe esa pregunta?

-Sabes... Siento que te ve demasiado...

-¿Estás celoso?- Se burló del comentario del de cresta.

-¡¿Que?!, ¡No!... Solo, bueno- bajo la velocidad, pues ya habían perdido de vista a él perseguido- Me da miedo...

Gustabo entendió eso, sabía que podía volver a pasar.

-Horacio- abrazo con fuerza a su hermano- Te quiero...

(...)

-Segismundo, ya no podemos estar juntos... 

La voz de Gustabo tembló, no quería decirlo así, pero era lo necesario. 

-Dime el por que. Por favor.

Aunque segismundo ya se lo esperaba, quería escuchar las crueles palabras de ese hombre salir de su boca, quería remediar lo que había hecho, pero ya era tarde, había traicionado la confianza de aquellos dos chicos. 

Ahora ellos eran policías ya no podían estar con unos criminales como él. 

-Es ¿por la desaparición de  Pablito?, yo-

No pudo terminar le ganaba la vergüenza sabía lo sucio que había sido no solo con Horacio si no también con Gustabo, ya que para Gustabo, Horacio era un hermano y para Horacio, Gustabo era su hermano. Si traicionaba a uno traicionaba a los dos. 

-Creo que ya lo sabes...- Bajo la mirada, Gustabo suspiro poniendo su mirada lo mas fría que podía- Pablito no esta desaparecido. Lo matamos...

La cara de Segismundo formo un terror por completo. 

-Si tu no te vas no te vas y desapareces por un tiempo, pasaras lo mismo. Horacio no se ha podido calmar, no sabe que me reuní contigo. Así que no vuelvas...

Las palabras que habían salido de su boca dolían, no solo a Segismundo, también le dolían a él mismo. Pero eso era lo mejor para ambos. 

-Tu... ¿Mataron...- Segismundo solo miro a el suelo. 
-Si no te vas ahora Horacio podría venir, no quiero tener que tirar otro cadaver a el mar, aun que si quieres encontrarte con esa persona puedo tirarte junto a él.  

-Tú... ¿Dónde esta el Gustabo que conozco?...

Segismundo lo miraba, su vista era fría, como si no tuviera vida... igual como cuando tomaba muchos medicamentos... 

-Me voy, parece que tu no quieres hacerlo...

-¿Por que tomaste- sintió un golpe en su mejilla.

-No es de tu incumbencia, ya... ¡vete! antes de que me arrepienta.

Y así la amistad de Gustabo y Segismundo dio por finalizada.

(...)

-Horacio me gusta Volkov... 

La voz de su hermano tan avergonzada le hizo verlo extrañado.

-¿Te... te gusta volkov, Gustabo?

Horacio no era quien para decirle a quien amar y a quien no amar. Gustabo lo había apoyado en todo lo que el le había confiado, ahora era su turno. 

-Me gusta. ¿Esta mal?- la pesadez en su cuerpo le hizo respirar pesadamente. 

-No, no lo está, me parece bien. ¿Qué vas a hacer? 

-Aun no lo sé...

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MIL AÑOS DESPUES PUEDO ACTUALIZAR ESTO AAAAAAAAAAAA

PUEDE QUE VUELVA ATARDAR UN POCO EN VOLVER A ACTUALIZAR, PERO LO VOLVERÉ A INTENTAR uwu.