Capítulo 10: Mi mejor amiga.

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La puerta se abrió y una figura castaña apareció en el umbral, avanzando hacia la habitación con una sonrisa pícara que reflejaba sus intenciones

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La puerta se abrió y una figura castaña apareció en el umbral, avanzando hacia la habitación con una sonrisa pícara que reflejaba sus intenciones. La omega que lo esperaba sobre la cama replicó la misma sonrisa traviesa, levantándose lentamente y acercándose a él con una gracia cautivadora. Se subió a su regazo con delicadeza, y sin mediar palabra, comenzó a bailar sobre él. Sus caderas se movían de manera lenta, pero tan tortuosa que lograban hacer que su alfa emitiera un suspiro profundo. El ambiente se cargó de tensión, el aire parecía volverse denso mientras ambos se sumergían en la calidez del momento.

— ¿Te aseguraste de que estén completamente dormidos? —preguntó ella, con un tono agitado, que delataba su ansiedad y deseo. El alfa asintió, pero su mirada no dejaba de recorrer a su pareja, observando cómo se movía encima de él con una sensualidad irresistible.

Se besaron apasionadamente, como si el mundo a su alrededor no existiera. Las manos del castaño, frías y grandes, se deslizaron por debajo de la camisa que su pareja le había robado hace unos minutos. Su cuerpo se sintió territorial, reclamando cada rincón de ella, mientras la omega no dejaba de moverse sobre él, restregándose cada vez más y jadeando cerca de su oído. Todo parecía perfecto, pero no podían permitir que sus gemelos se despertaran.

—Tómame ya, lo necesito —suplicó Jihyo, con la voz quebrada por el deseo, su paciencia ya no existía. No había espacio para juegos previos en ese momento, solo la necesidad de sentirse completos el uno al otro.

—A veces deberías ser un poco más paciente, ¿sabes? —respondió él, pero sin dejar de sonreír con diversión, mientras acariciaba su espalda.

— ¡Al carajo con eso, alfa! —La pelirosa dejó que su voz de omega se hiciera más fuerte y notoria, dejando claro que su control había desaparecido por completo.

Yoongi, sin perder tiempo, se deshizo rápidamente de su sudadera, dejando que el aire frío acariciara su torso. Ambos se miraron intensamente, y la tensión entre ellos aumentó.

Jihyo rió, con el rostro iluminado por la emoción del momento, pero su risa fue interrumpida cuando Yoongi comenzó a marcar su cuello con chupetones. Un gemido escapó de sus labios, tan alto y evidente que hizo que él rápidamente cubriera su boca con la mano, lanzándole una mirada de advertencia.

—Shh... no quiero despertar a los niños —le susurró, mientras le daba una mirada traviesa.

Jihyo tragó saliva, sintiendo la intensa mezcla de emociones que la recorría, y se apartó un poco, empujando a Yoongi en el proceso. Lo arrastró más hacia el centro de la cama con una mirada coqueta, casi desafiándole. Luego, gateó hasta él, atrayendo su cuerpo hacia el suyo mientras sus labios se volvían uno. El beso fue más brusco ahora, más necesitado, más desesperado. Se saciaban mutuamente, cada uno buscando la conexión que solo el otro podía darle. Los minutos parecían volverse eternos mientras sus cuerpos se exploraban, con Park pasando sus manos por los pectorales de Yoongi, disfrutando de la sensación de su piel contra la suya. Él adoraba cuando ella hacía eso, cuando la sentía tan cerca.

MIRRORS | Yoonhyo [Yoongi y Jihyo] NUEVA EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora