Capítulo VII - Pesadilla en el Calabozo:

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«Hoy estoy muy cansado para organizar esto

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«Hoy estoy muy cansado para organizar esto... ni siquiera tengo hambre. Lo único que quiero es dormir hasta mañana y despertar bien tarde»

Piensa Louis mientras se secaba y vestía con una cómoda y abrigada ropa.

Fue a la cocina, tomó un vaso de agua y fue a dormir después de un largo y complicado día. En pocos minutos Louis se quedó completamente dormido y comenzó a soñar que caminaba por un hermoso paisaje al atardecer, todo estaba en total calma. De un momento a otro el hermoso paisaje se esfumó y una pesadilla tomó el control de su sueño.

Ahora era perseguido por una silfide furiosa que parecía nunca perderlo de vista y cuando por fin logró escapar se encontraba en un oscuro y húmedo calabozo. De un salto Louis despierta de aquélla horrorosa pesadilla y se pone de pié, pero su cama y toda su casa habían desaparecido. Confundido, Louis observaba a su alrededor el calabozo donde se encontraba. ¿Aun estoy soñando?, se preguntó Louis. En esos segundos de confusión, aparece el capitán Dawson frente a la celda.

—¿Confundido Hennequin?

—¿Que pasó, donde estoy?

—Sabia que tarde o temprano regresarías a tú casa, pacientemente te esperé. Deje un poco de valeriana en tu vaso de agua para que no despertaras y tu solo caíste en mi trampa. Mientras tenías pesadillas mis guardias te trajeron al cuartel y aquí estás, en el calabozo que mereces estar por asesino.

—Te equívocas capitán, yo no tengo culpa de la muerte de esos dos jóvenes

—Pues yo creo que si. —Afirma el capitán Dawson mientras le muestra a Louis un pergamino con la receta del filtro— Creíste que no lo encontraría, este pergamino tiene escrito la receta de un arma mortal para las personas de este pueblo, y mientras yo esté al mando aquí, Monsuar debe estar en paz y gracias a mi el festival de la Esperanza será un éxito.

—Yo no soy un peligro para Monsuar, las personas son las que voluntariamente me piden esos filtros de amor. Y aunque fuera así, el filtro que tomaron Klaus y Amber no estaba mal.

—Es cierto... pero si no existieras no tendrían a quién pedirselos

—¿Por que insiste en destruirme? Ya le dije que el filtro no estaba mal, la culpa fue de esos dos que se amaban mucho, tanto que murieron por el amor que sentían entre ellos

—Eso es muy interesante... pero aunque no tuvieras culpa no puedo dejar que esto se repita. Aun así, creo que saber el final de la historia sería útil para ti. ¿Quieres contarme lo que pasó?

—¿Si le cuento podré salir?

—Eso depende Hennequin

—Bien, la señorita Amber no se apareció por mi casa hasta el miércoles en la mañana, según ella había estado muy ocupada con un familiar que había venido desde Almazul a verla. Después de una charla con té, le expliqué como funcionaba el filtro y para desgracias mías no le conté nada sobre la repentina aparición de Klaus en mi casa y del filtro que ya le había dado: De todas formas ella tomará el otro frasco y vivirán felices, pensé

—¿Y entonces que pasó?

—Pues delante de mi se tomó el otro frasco del filtro hasta el fondo, tenía mal sabor me dijo, pero seguro valía la pena. A la hora de marcharse le dije que el precio eran cincuenta makanas pero ella me insistió en que hasta que no comprobara con un beso de Klaus que el filtro funcionaba no me pagaría.

—¿Y usted aceptó esta condición?

—Si claro, confiaba en ella. Después de marcharse la señorita Amber de mi casa, el miércoles continuó tranquilo como cualquier otro día. Esa tranquilidad duró hasta el jueves en la tarde cuando recibí otro par de inesperadas visitas.

—La madre de Amber y el padre de Klaus imagino

—Pues si, ambos estaban muy preocupados por sus hijos. Según ellos Amber y Klaus se pasaron todo el miércoles charlando y besándose por los rincones del pueblo: Que bueno, parece que el filtro funcionó, les respondí con alegría pero su respuesta fue confusa para mi. ¿Que filtro? Me preguntaron al unísono, entonces los invité a pasar y sentarse para explicarles todo...

—¿Y entonces...?

—Pues que se quedaron más tranquilos con mi explicación, dejaron que todo fluyera por su cuenta y que si Amber y Klaus en verdad se amaban merecían ser felices sin ninguna intervención, después de todo ambos son, bueno eran, mayores de edad.

—Y para terminar Louis. ¿Que pasó el jueves por la noche después de la visita de los padres?

—Bueno, lo que pasó fue que me encontraba en el lugar y momento equivocado. Esa noche del jueves un astrólogo había hecho una precisa predicción sobre el planeta Venus que según el, esa noche se vería con mayor facilidad, sería un gran punto púrpura en el cielo nocturno. Como fiel seguidor de la diosa del amor Malva, vinculada a ese planeta en la astrología, decidí ir a media noche al risco por donde pasa la Rivière Du Valensier. Desde allí podía ver mejor Vicaria y la noche estaba más estrellada que nunca.

—Muy bonito, pero que tiene esto que ver con Amber y Klaus, ¡no me hagas perder mi tiempo Hennequin!

—Mucho que ver porque en vez de ver al planeta lo que vi fue a Amber y Klaus tomados de la mano al borde del risco. Temiendo que se atrevieran a saltar fui tras ellos pero fue muy tarde

—Y en ese momento fue cuando llegaron los padres de Amber y Klaus buscando a sus hijos, pero lo que encontraron fue a mi repitiendo “yo no lo hice” una y otra vez.

—Así fue capitán, ¿ya me puedo ir?

—¿Irte? Pero como vas a irte siendo un peligro para este pueblo, tanto odio me causa la muerte de esos dos pobres e inocentes jóvenes que yo mismo soy capaz de terminar con esto... seguro muchos me lo agradecerán luego

—¡Capitán espere! Usted me dijo que si le contaba todo podría irme, ya le conté todo lo que pasó. ¡Que más quieres que te diga!

Exclama Louis mientras se intentaba levantar del suelo, aún corría por sus venas la fuerte droga de valeriana que Dawson le había dado.

Exclama Louis mientras se intentaba levantar del suelo, aún corría por sus venas la fuerte droga de valeriana que Dawson le había dado

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Notas de autor:

Valeriana: Planta medicinal usada desde la antigüedad para dormir usada como droga. Tradicionalmente utilizada por su acción tranquilizante, relajante e inductora del sueño, es una planta que actúa como un agente sedante, relajando el sistema nervioso y el cerebro.

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