Capítulo IX - Exilio:

45 15 39
                                    

—El exilio, debes abandonar el pueblo en dos horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—El exilio, debes abandonar el pueblo en dos horas. De verdad siento mucho la muerte de...

—Klaus y Amber, gracias.

—Louis, serás exiliado de Monsuar de por vida y en caso de que algún día quieras regresar por aquí los guardias no tendrán piedad, y entonces morirás como Klaus, Amber y el capitán Dawson. ¿Entendido Louis?

—Si su majestad, pero hay una cosa que no entiendo

—¿Que pasó ahora Louis?

—¿Soy el único mago rojo en Monsuar?

—Pues no, tengo entendido que hay dos o tres más aparte de ti

—¿Y entonces por que soy yo al único que exilian?

—Veo que aún no comprendes Louis, y mi tiempo es sagrado pero aún así te lo explicaré de nuevo porque a pesar de tus veintitrés años pareces tener la madurez de un adulto. Cuando una persona comete un error debe asumir las consecuencias de sus actos, y tú Louis, cometiste un error muy grave que costó la vida de dos jóvenes al igual que tú que tenían toda una vida por vivir, además de la tristeza que deben tener sus padres. Por todo ese daño que causaste Louis, haya sido intencional o no, tienes que pagar y asumir las consecuencias. Ya me encargo yo de los demás, te aseguro que si algún otro mago rojo vuelve a equivocarse será castigado. ¿Entiendes ahora?

—Si majestad, entiendo. Con su permiso voy a casa a recoger mis cosas.

—Claro Louis, y una última cosa. Ahora que debes vagar por Zagis en busca de un nuevo hogar las cosas se pondrán difíciles, pero si en algún momento necesitas algo... no dudes en buscarme en el Castillo Rocamora.

—Claro majestad, muchas gracias.

Sin más palabras que decir, Louis se marcha a su casa para recoger todo y marcharse de Monsuar para siempre.

A sus espaldas, el rey saluda a todos para que el festival continúe. ¡Viva el rey Tassarion! ¡Viva! Gritan todos de emoción... Al llegar a su casa Louis ve a su amigo Florian esperándolo afuera

—¿Entonces... te vas, no?

—Pues si, había olvidado lo rápido que corren las noticias en Monsuar

—Si es cierto, los guardias no son muy discretos

—Voy a extrañar este pueblo amigo, y sobre todo a ti Florian. Ojalá pudieras venir conmigo, viajaríamos por todo el reino en busca de grandes aventuras

—Lo siento Louis, pero eso no será posible. Sabes lo importante que es mi presencia aquí, mi familia me necesita. No puedo ir contigo pero te puedes quedar con las makanas que te presté, seguro las necesitarás en tú viaje

—Muchas gracias Florian, siempre me has apoyado desde el primer día que mi madre y yo llegamos a Monsuar. Algún día te prometo que te devolveré el favor, suerte amigo

—Gracias, pero creo que quién necesita la suerte eres tú...

Así se despiden los amigos con un abrazo y una gran sonrisa. Sin perder más tiempo Louis entra a su casa aún desorganizada, para recoger sus cosas en un baúl, o al menos lo más necesario.

—¡Jean-Louis Hennequin, de parte de su majestad el rey Tassarion! Le informamos que su tiempo para despedirse y recoger sus cosas a terminado, por favor salga de la casa.

—¡Enseguida voy, solo me falta una cosa más! —Responde Louis desde adentro de la casa mientras buscaba un estoque de plata, el único recuerdo que tenía de su padre, un regalo que le dejó antes de salir y no volver mas. Aunque no lo supiera usar, seguro le sería muy útil para el futuro— Ya estoy listo, andando

Con pasos lentos y seguros Louis se marcha de Monsuar para nunca más regresar. Decidido a partir en busca de un refugio y nuevas aventuras, y si tiene suerte, nuevos amigos. A lo lejos, los habitantes de Monsuar solo pueden ver como Louis se aleja cada vez más y se convierte en un lejano punto carmesí.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Arte de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora