Conversación ~ClassroomOfTheEliteXOregairu~

Conversación 4

-Y este es el último... –casi sin ningún esfuerzo, Ayanokouji dejaba una pila de leña en el suelo–

-Ojalá tener la misma fuerza que tú... –le acompañaba Hikigaya, quien también dejaba una pila de leña– ¿Por qué no estás con tu clase? –preguntó mientras se limpiaba el sudor de la frente–

-Pues están ocupadas –volteó a ver hacía donde se encontraban sus compañeras–

-¿Ocupadas? –"Osea que todas son mujeres..." pensó el peliazul–

-¿Quieres saber quién ganó? –se refirió la "apuesta" que hicieron hace unos días–

-Uhmmm... –el peliazul dudó unos cuantos segundos–

-Ninguno de los dos ganó... –el pelicastaño suspiró– De mi clase vinieron Horikita, Kuruizawa, Sakura, Hasebe... –enumeró los asistentes– También vino Ichinose...

-Entonces ambos perdimos... –también suspiró– Bueno, no importa –dijo aliviado, no habría castigo para ninguno de los dos–

-Sí, no sé qué me pasaba por la mente cuando dije lo del castigo.

-¿De qué castigo hablan? –preguntó alguien a sus espaldas–

-¿Qué haces aquí? –le preguntó a una pelinegra con algunos mechones de color magenta–

-Shizuka-chan me invitó –declaró sonriente mientras observaba de reojo al pelicastaño– ¿Quién es este apuesto joven? –se acercó al susodicho–

-Mi nombre es Ayanokouji Kiyotaka –se presentó sin inmutarse de la cercanía con Yukinoshita Haruno–

-Vaya... –se alejó del pelicastaño para observar fijamente al peliazul–

-Está en primer año... –explicó esperando zafarse de la mirada de la pelinegra–

-Ya veo... –observó a los dos jóvenes– Mi nombre es Yukinoshita Haruno, puedes decirme Haruno –sonrió mientras observaba curiosa al pelicastaño– Y bien... ¿De qué castigo hablaban?

-No hablab-

-Sobre una apuesta que ambos perdimos –interrumpió al peliazul–

A pesar de que Hikigaya observaba a Ayanokouji con ojos que decían "No digas nada más", el pelicastaño siguió hablando.

-El castigo era pedirle una cita a la persona que el otro elija –continuó–

"Maldición... Maldición... Maldición..." pensaba el peliazul observando a su Kouhai.

-Ohh... que interesante... –se acercó a ambos jóvenes– Incluso tu puedes hacer ese tipo de apuestas... –se dirigió al peliazul– Ya que ambos perdieron... ambos van a recibir el castigo... ¿Verdad? –colocó una mano el hombro de cada uno–