Conversación ~ClassroomOfTheEliteXOregairu~

Conversación 5

—Uhmmmm... –murmuraba Hikigaya mientras observaba lo que parecía ser un manga–

—¿Qué es? –preguntó Ayanokouji, quien se encontraba sentado al lado suyo, pero dejando un espacio vacío entre los dos–

—Un manga... –dijo lo obvio–

—Ya lo sé –aclaró el castaño– Me refería a porque le interesa tanto.

—Es muy curioso... –continuó observando el manga, el cual se encontraba sobre una mesa–

El castaño se cansó de esperar una respuesta por parte de su compañero de asiento, así que se levantó un poco para poder alcanzar el manga, el cual se encontraba cerca de unos bolsos.

—Veamos... –dijo abriendo el manga– Ya veo...

Luego de una leída muy rápida por parte del castaño, el susodicho dejó en el sitio en el cual se encontraba la lectura, no quería que nadie pensara que había hurgado entre las cosas de otras personas sin permiso.

—¿Y bien? –preguntó el peliazul tratando de verse interesado–

—Nada interesante –respondió sin más–

"¡¿Cómo qué nada interesante?!" se preguntó a sí mismo el peliazul mientras trataba de mantener la calma, al parecer él ya sabía sobre el contenido sobre aquel manga.

—Estoy aburrido... –insistió el peliazul–

—Trata sobre mí –respondió sin inmutarse, cosa que molestó a su acompañante–

Hikigaya no parecía muy satisfecho con la respuesta de su kouhai, así que se quedó callado esperando algo mucho mejor.

—Sobre mí y... –el castaño se detuvo a pensar sobre sus palabras, pero finalmente suspiró cansado, tal vez no le estaba dando tanta importancia– Un harem...

El peliazul maldijo la calma del castaño. El que escriban algo sobre ti mismo, es algo muy incómodo y poco común, pero Ayanokouji lo asimilaba como si no fuera nada. Tal vez la teoría del peliazul, la cual consistía en que Ayanokouji era una especie de robot, era cierta.

"¿Cómo le digo que ya me leí todos los capítulos del manga... ¡Y lo peor es que llamó mi atención!" pensó el peliazul mientras se maldecía a si mismo por gustarle ese tipo de lecturas extrañas.

—Y-ya veo... –respondió tratando de no darle importancia–

Ambos se quedaron en silencio por unos cuantos segundos. No era muy cómodo continuar con una charla luego de hablar sobre ser el personaje principal de un manga en el cual tienes un harem.

—¿Por qué estamos aquí? –finalmente, el castaño rompió el hielo con una pregunta muy válida–

—Yuigahama... –nombró a su compañera de club–

—¿No pudiste elegir otro día para tu "cita"? –continuó preguntando el peliazul–

—Lo mismo digo –respondió cansado–

No muy lejos de ellos, se encontraban un par de señoritas muy llamativas, una tenía el cabello color melocotón, mientras que la otra, tenía una cabellera mucho más llamativa, la cual era rosada. Ambas se encontraban probándose ropa, una más incómoda y nerviosa que la otra, pero ambas parecían estar conversando amigablemente.