Conversación 13

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Estamos perdidos... —se lamentó el castaño.

No... —refutó dando una corta carcajada— Tú estás perdido. —le corrigió 

No hace mucho, en los mismos ensayos, ambos habían sido testigos de un no tan grave, pero preocupante accidente, que dejó fuera de la obra a tres integrantes del elenco.

Sí... que conveniente.

Es verdad...

Por cierto... —dijo observando de reojo a una pelinegra— ¿Ya pensaste en algo para solucionar eso?

La verdad es que no.

¿Y cuándo planeas empezar a hacer algo? —preguntó curioso.

Pues dentro de unos días... creo...

Oye... la obra se estrenará dentro de poco. —insistió con el tema.

Oh... ¿Qué harías tú? —preguntó algo cansado.

P-pues... les preguntaría a personas cercanas a mí. —explicó tratando de no parecer tan obvio con sus intenciones.

Unas muy raras intenciones.

No es mala idea... pero no tengo a tantas personas cercanas a mí.

"Debes estar bromeando..."

Al menos piensa en algunas personas... —insistió algo molesto, cosa que escondió bien Tal vez la primera persona que te habló en tu clase...

¿Horikita?

Sí. ¿Por qué no?

Es Horikita. No creo que se preste para este tipo de cosas. —explicó pensando en otra persona— Ichinose me parece una mejor opción.

Tienes razón... pero qué tal si usas eso a tu favor.

¿Qué cosa?

Ya lo verás. —dijo antes de explicarle un sencillo e infalible, o al menos lo era para él, plan.

No muy lejos de ambos jóvenes, se encontraba una tranquila y serena Horikita Suzune, disfrutando de un simple almuerzo, que constaba de un sándwich que vendían en la escuela.

Obviamente la tranquilidad de la pelinegra no iba a durar mucho, ya que su compañero de clases pronto invadiría su solitaria mesa con un plato en las manos.

Hola. —saludó corto y perezoso el castaño.

Pero la pelinegra no se inmuto. Simplemente continuó mordiendo su pan.

Parece que tendremos la tarde desocupada. —habló sentándose a su lado— ¿Curioso no?

Ve al grano. —pidió mirándolo fijamente.

Él le estaba arruinando su almuerzo.

Necesito que hagas algo por mí. —suspiró cansado de actuar amigable.

No. —se negó rotundamente.

Bueno, al menos lo intenté. —nuevamente suspiró.

La pelinegra arqueó levemente la ceja, claramente la falta de insistencia la confundía un poco. Pero no le dio más importancia de la que merecía y continuó almorzando.

Conversación ~ClassroomOfTheEliteXOregairu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora